Septiembre, mes de vuelta a la rutina. Papas y mamas al trabajo. Niños al colegio. Jóvenes a la universidad. Comienza las clases extraescolares. Los madrugones, los cambios de horarios y las obligaciones. Y en toda esta lista de cosas que suceden cuando vuelve septiembre, se encuentra también retomar la actividad deportiva.
Reconozcámoslo, durante el verano tanto tú como yo no hemos hecho absolutamente nada de deporte (o no todo el que deberíamos) y ahora estamos pagando la pereza de tener que retomarlo. Sin embargo, nos resulta fundamental practicarlo porque es nuestro momento de desconexión de la rutina y nuestro cuerpo lo agradece.
¡Basta de pereza, levántate y a mover el cuerpo! Aquí van una serie de consejos que te ayudaran a retomar el deporte después del parón.
Escoge un deporte que te guste. Lo fundamental cuando comenzamos a hacer deporte es buscar una motivación (bajar de peso, mantener nuestra figura) y escoger un deporte que de verdad nos guste y nos llame la atención. Pádel, ciclismo, boxeo, natación, yoga… La variedad es tan amplia que seguro encuentras tu deporte ideal.
Ve poco a poco. Obviamente no podemos pretender volver de las vacaciones igual que nos fuimos. Después de unos meses sin practicarlo lo ideal es empezar poco a poco y de menos a más. No tenemos ninguna prisa y debemos darle tiempo a nuestro cuerpo para que se vaya adaptando de nuevo a la rutina.
Hazlo en compañía. ¿Por qué no engañar a tu mejor amiga, tu madre o incluso tu pareja? Hacer ejercicio en compañía ayuda a aumentar la motivación, hacerlo más divertido e incluso acabar con la pereza.
Planifica tu semana. No podemos comenzar haciendo ejercicios a lo loco. Lo ideal es hacernos una planificación de los ejercicios que queremos trabajar cada día. Alternando los diferentes músculos: un día brazo y al siguiente pierna por ejemplo.
Lleva un estilo de vida activo. Tenemos que dejar atrás el estilo de vida sedentario y comenzar a hacer ejercicio incluso cuando vamos de camino al trabajo, cuando vamos a la compra o a visitar a nuestras amigas.
Hidrátate. Al hacer ejercicio y sudar, la pérdida de líquidos y sales minerales puede contribuir a una deshidratación, mareos o dolores de cabeza, por eso es imprescindible hidratarnos para aumentar nuestro rendimiento durante el entrenamiento.
Calienta adecuadamente para evitar las lesiones. Después de un tiempo sin hacer deporte es importante calentar de la manera adecuada para evitar posibles lesiones.
Alternar el ejercicio con la dieta. Durante las vacaciones, los excesos y las comidas copiosas están a la orden del día. Sin embargo, en términos de volver a la rutina acompañada de ejercicio, conviene adaptar y cargar el cuerpo de los nutrientes necesarios. De esta forma, el cuerpo volverá a estar en forma lo antes posible. Los carbohidratos, proteínas como la leche y mucha hidratación, son elementales.