Kaftrio es un medicamento que está indicado en una pauta de administración combinada con ivacaftor para el tratamiento de la fibrosis quística en pacientes a partir de los seis años o mayores con al menos una mutación F508 en el gen regulador de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística.
Según la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), este fármaco no está recomendado para pacientes que sufran las siguientes patologías: aumento de las aminotransferasas y daño hepático. Insuficiencia hepática o renal. Pacientes que hayan sufrido algún trasplante de órganos. Población de edad avanzada y acontecimientos de exantema como los antibióticos.
Al igual que todos los medicamentos, kaftrio también produce efectos adversos. Entre los efectos más frecuentes se encuentran: rinitis, dolor de oído, trastorno vestibular, hiperemia de la membrana timpánica, rinorrea, respiración anómala, congestión de los senos, eritema faríngeo, acné, bultos en las mamas y creatina fosfoquinasa en sangre elevada.
Los efectos poco frecuentes son: presión arterial elevada, inflamación de la mama, dolor de pezón, trastorno del pezón, sibilancias y taponamiento del oído.
¿CÓMO SE DEBE TOMAR?
Únicamente los profesionales sanitarios con experiencia en el tratamiento de la FQ deben prescribir Kaftrio. Las dosis serán diferentes cuando se trate de niños y adolescentes y cuando se trate de adultos.
Así, los niños entre los seis y los 12 años que pesan menos de 30 kg, deberán tomar dos comprimidos de 37,5 mg de ivacaftor, 25 mg de tezacaftor y 50 mg de elexacaftor cada uno por la mañana. Y por la noche, un comprimido de 75 mg de ivacaftor.
Los niños con edades comprendidas entre los seis y los 12 pero que pesen más de 30 kg y los mayores de 12 años, tiene que tomar comprimidos de 75 mg de ivacaftor, 50 mg de tezacaftor y 100 mg de elexacaftor cada uno por la mañana. Y un comprimido de 150 mg de ivacaftor por la noche.