El kiwi es un alimento que destaca por la elevada cantidad de vitamina C. Una fruta exótica y jugosa que la podemos encontrar en dos variedades diferentes: kiwi verde y kiwi amarillo. Según la Fundación Española de la Nutrición, además de la vitamina C, es un alimento rico en fibra, potasio, antioxidantes y contiene la vitamina K y E.
Normalmente, suele consumirse sin cáscara, pero ¿sabías que la piel del kiwi tiene un alto valor nutricional? La cáscara contiene un 50% de fibra por lo que ayuda a regular la salud intestinal. Además, gracias a que un 32% de su piel es folato, ayuda a favorecer el crecimiento y a prevenir los efectos del tubo neural.
Comer la cáscara del kiwi aporta numerosos beneficios según la Escuela de Nutrición y Salud de Taiwan.
- Es buena para la piel: al ser un gran antioxidante promueve la formación de colágenos y evita el envejecimiento, además nos protege de los daños provocados por la luz del sol.
- Combate el estrés: contiene altos niveles de polifenoles que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad.
Es un alimento rico en fibra, potasio, antioxidantes y contiene la vitamina C, K y E.
- Mejora la visión. la piel del kiwi es rica en vitamina A, B y C. Uno de los mayores beneficios que aportan estas vitaminas es mantener nuestros ojos sanos y evitar la pérdida de vista.
- Mejora la salud cardiovascular: gracias al ácido alfalinolénico y omega-3 protegen el sistema cardiovascular y circulatorio.
- Ayuda a curar heridas: comer la cáscara del kiwi ayuda a mejorar nuestros procesos de cicatrización cuando sufrimos una herida, además, favorece al crecimiento de los fibroblastos dérmicos.