Propiedades de la chirimoya

La chirimoya también destaca por su aporte en hidratos de carbono (20% de su peso), fundamentalmente azúcares simples como la fructosa y glucosa (en torno al 11%) y sacarosa (alrededor del 9%)

Chirimoya (Foto. Freepik)
Chirimoya (Foto. Freepik)
Lorena García - Redactora
28 octubre 2021 | 12:00 h

La chirimoya es una fruta tropical de pulpa refrescante y muy aromática, con sabor dulce ligeramente ácido que recuerda a una mezcla de piña y plátano, o al sabor de la pera. Es muy fácil de comer, se parte en dos mitades y se toma la pulpa con una cuchara, evitando las semillas. 

Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), el componente mayoritario de esta fruta es el agua (73,5 ml por 100 g de porción comestible). La chirimoya también destaca por su aporte en hidratos de carbono (20% de su peso), fundamentalmente azúcares simples como la fructosa y glucosa (en torno al 11%) y sacarosa (alrededor del 9%). Dado su alto contenido en azúcares, su aporte calórico es entre moderado y alto, proporciona 81 Kcal por 100 g de porción comestible.

La chirimoya también destaca por su aporte en hidratos de carbono (20% de su peso), fundamentalmente azúcares simples como la fructosa y glucosa (en torno al 11%) y sacarosa (alrededor del 9%)

Esta fruta subtropical es pobre en grasa y proteínas. Tiene la peculiaridad de contar con una gran cantidad de ácido fosfórico que, fluctúa alrededor de un 14%, lo cual eleva notablemente su valor nutritivo, constituyendo un alimento fosfatado natural. Aporta otros minerales como calcio (30 mg por 100 g de porción comestible), potasio (264 mg por 100 g de porción comestible) y hierro (0,4 mg por 100 g de porción comestible. Su aporte de fibra (1,9 g por 100 g de porción comestible) mejora el tránsito intestinal y beneficia a múltiples enfermedades y alteraciones. Y además, tiene un gran valor vitamínico en las del grupo B (ninguna fruta fresca posee tan alto contenido de vitaminas B1, B2 y B6), también es fuente de vitamina C y de pequeñas cantidades de vitamina A.

BENEFICIOS

  • Regula la tensión arterial: Posee abundante potasio, lo que junto a su escaso contenido en sodio la convierte en una buena aliada de la salud arterial. Un ejemplar de unos 200 gramos cubre el 15% de las necesidades diarias de potasio.
  • Fortalece huesos y músculos: Una chirimoya pequeña (200 g) proporciona el 10% del magnesio que se precisa al día y pequeñas cantidades de calcio, ambos importantes para la salud de los huesos. Además la vitamina C (la misma cantidad de fruta cubre el 60% de las necesidades diarias) participa en la formación del colágeno que recubre las fibras del sistema nervioso y los haces musculares, de los dientes y los huesos.
  • Combate la anemia: 200 gramos de chirimoya aportan el 8% del hierro que se precisa al día y al ir acompañado de vitamina C su absorción se ve potenciada. Es, por tanto, un alimento indicado para prevenir o tratar la anemia.
  • Favorece la digestión: Su contenido en enzimas digestivas, al igual que sucede con la piña y su bromelina, mejora la digestión. Y por su porción de fibra soluble contribuye a proteger la flora intestinal y a regular el peristaltismo y el colesterol.
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