Medicamentos y olas de calor: Consejos para garantizar tu salud frente a las temperaturas extremas

El consumo de fármacos sin precaución “puede agravar estos síndromes de deshidratación y estos golpes de calor que puedan sufrir los pacientes” como declara Rebeca González a ConSalud.es

 Rebeca González responsable del Departamento de Información Técnico Profesional del Colegio de Farmacéuticos de Madrid (Foto: ConSalud)
Rebeca González responsable del Departamento de Información Técnico Profesional del Colegio de Farmacéuticos de Madrid (Foto: ConSalud)
José Iborra
11 julio 2023 | 00:00 h
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Con la llegada del calor tan reconocible en la época estival y el aumento de las altas temperaturas, es importante tomar precauciones adicionales para mantener el bienestar de las personas garantizando su salud. Una de las medidas es prevenir la deshidratación y los golpes de calor que pueden ser provocados por el consumo inadecuado de medicamentos que pueden empeorar la salud en épocas de calor intenso.

Algunos medicamentos pueden llegar a afectar al equilibrio de electrolitos, lo que a su vez puede ser la causa de golpes de calor en los pacientes que no se tomen correctamente su medicación, agravando los síndromes de deshidratación. Sin embargo, no todos los medicamentos sufren de estas complicaciones existiendo fármacos que son más propensos a causar complicaciones.

Entre ellos se encuentran los diuréticos, que aumentan la producción de orina y “que pueden provocar alteraciones en la hidratación, en los electrolitos” afirma Rebeca González Ginés, responsable del Departamento de Información Técnico Profesional del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, quien añade que sin un correcto control, “pueden agravar estos síndromes de deshidratación y estos golpes de calor que puedan sufrir los pacientes”.

“Pueden agravar estos síndromes de deshidratación y estos golpes de calor que puedan sufrir los pacientes”

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como el ibuprofeno y el ácido acetilsalicílico, según afirma González Ginés, que se hayan prescrito a “los pacientes en momentos puntuales o no tan puntuales, como un tratamiento de base, pueden alterar esa función renal y agravar la deshidratación o este golpe de calor que pueda tener el paciente”.

 Los medicamentos para tratar la hipertensión como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), también pueden aumentar el riesgo de deshidratación y golpes de calor. Algunos antibióticos y antidiabéticos también pueden tener efectos adversos durante el calor.

Ante esta situación se vuelve necesario que los pacientes tomen precauciones al consumir estos fármacos durante las olas de calor. En primer lugar, nunca se debe hacer un cambio en la dosis a administrar no realizando ninguna modificación en la posología sin consultar previamente con un especialista, ya sea el médico de cabecera o un farmacéutico. Además, se vuelve imprescindible mantener un adecuado estado de hidratación. Destacar que los pacientes con sobrepeso o presión arterial alta deben controlar estos factores de riesgo y seguir las recomendaciones médicas.

Además, otro factor importante es realizar un correcto y adecuado almacenamiento de los medicamentos durante las olas de calor. Debemos ser conscientes de que cada medicamento tiene unas indicaciones específicas sobre su conservación. Algunos deben mantenerse entre 2 y 8 grados, mientras que otros requieren temperaturas inferiores a 25-30 grados. Como declara Rebeca González, para asegurar el correcto cuidado de los medicamentos se vuelve indispensable “mirar el prospecto o consultar con el farmacéutico en caso de duda y cumplir esta recomendación”. Mientras realizamos largos viajes en carretera con altas temperaturas se recomienda tomar precauciones especiales durante los viajes, utilizando embalajes isotérmicos manteniendo una temperatura adecuada en aquellos medicamentos que lo requieran.

"Mirar el prospecto o consultar con el farmacéutico en caso de duda y cumplir esta recomendación”

Dentro de estas recomendaciones es importante tener en cuenta las formas farmacéuticas específicas de los medicamentos, ya que algunos medicamentos, como supositorios, y cremas entre otros pueden sufrir alteraciones a consecuencia del calor. Aunque el principio activo no se vea afectado, sí que se produce una alteración que compromete la eficacia de un determinado producto farmacéutico. Por lo tanto, es mejor no utilizarlos si se han visto afectados por el calor y consultar con un profesional de la salud para obtener una nueva prescripción y realizar una adecuada reposición del producto.

La temperatura no es lo único a tener en cuenta, otro aspecto a considerar durante el verano es la fotosensibilidad provocada por algunos medicamentos. Algunos fármacos pueden aumentar la sensibilidad de la piel a la luz solar, causando diversas reacciones de fotosensibilidad. Entre los medicamentos que pueden llegar a tener este efecto secundario, entre los más comunes se encuentran algunos protectores gástricos, AINEs, benzodiacepinas y antihipertensivos. Alguna de las reacciones suelen manifestarse como eritemas, similares a quemaduras solares, y pueden causar molestias en la piel.

Sin embargo, pese a que es importante seguir recomendaciones básicas para una adecuada protección del sol, como el uso de protector solar, ropa protectora o gafas de sol, cada paciente debe tener en cuenta sus condiciones individuales y ajustar el tratamiento en función de su patología, el estado de salud y los efectos secundarios de los medicamentos siendo esencial comunicarse con el médico y el farmacéutico para obtener pautas específicas según las necesidades de cada caso.

Las consecuencias de no seguir estas indicaciones pueden ser graves. La deshidratación y los golpes de calor pueden desencadenar una serie de síntomas, desde calambres y malestar general hasta mareos, náuseas, hipotensión e irritabilidad. “En casos más extremos pues podemos llegar a tener síncope, y el shock térmico donde el cuerpo aumenta la temperatura corporal, pierde mucha agua y sales minerales, y no podemos regular la temperatura por los mecanismos habituales de termorregulación corporales y entonces se dispara esta temperatura y esto ya supone una urgencia médica” afirma la responsable del Departamento de Información Técnico Profesional del Colegio de Farmacéuticos de Madrid.

"En casos más extremos pues podemos llegar a tener síncope, y el shock térmico"

Para garantizar la continuidad del tratamiento en los meses de verano, los pacientes deben asegurarse llevar consigo su medicación y evitar olvidos. Es fundamental que el médico que ha prescrito el fármaco o el farmacéutico que lo provee enfatice sobre la importancia de llevar los medicamentos, evitar dejarlos en el coche y mantener la temperatura adecuada cuando sea necesario llevando especial cuidado en los casos donde se viaja al extranjero, y que puede convertirse en todo un desafío conseguir los medicamentos.

Debemos recordar que las farmacias desempeñan un papel importante en la prevención de problemas de salud durante las olas de calor. Además de brindar atención inmediata sin cita previa, también ofrecen información fiable sobre medidas de prevención y riesgos relacionados con las altas temperaturas. Como pacientes si en épocas vacaciones tienes dificultades para asistir a tu médico de cabecera debemos recordar que los farmacéuticos pueden brindar orientación personalizada sobre el manejo adecuado de los medicamentos en épocas de calor y que son capaces de proporcionar recomendaciones específicas para cada paciente.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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