Avances en la inmunización del adulto: la mitad de las vacunas en investigación son de uso rutinario

Actualmente existen en Europa un centenar de vacunas en investigación, de las cuales la mayorái están destiandas a infecciones respiratorias y protecciones rutinarias

Una enfermera vacuna a un hombre contra la gripe y la COVID 19 (Foto: Europa Press)
Una enfermera vacuna a un hombre contra la gripe y la COVID 19 (Foto: Europa Press)
Paola de Francisco
12 octubre 2023 | 00:00 h

Existen muchas patologías transmisibles para las que no existen herramientas de prevención basadas en la inmunización. Aunque la inmunidad innata y la adaptativa es la principal defensa del ser humano ante la acción de los patógenos, en muchos casos esta es insuficiente para evitar el desarrollo de una enfermedad grave causada por, por ejemplo, un virus. Caso claro de ello lo hemos vivido con el SARS-CoV-2 causante de la Covid-19 o cada año con la influenza y la gripe en las personas más vulnerables.

En este contexto, las vacunas frente a virus y bacterias se convierten en una de las principales herramientas de prevención destinadas no solo a los niños, sino también a las personas adultas y mayores. Actualmente, se administran vacunas en la edad adulta frente al herpes zóster, tras su inclusión en los calendarios de vacunación de los distintos sistemas sanitarios españoles; los virus causantes de la gripe; los de la meningitis del grupo B y C, el virus del papiloma humano (VPH), el de la varicela, y frente a la hepatitis A y B, entre otros. Otros países han comenzado a administrar a los mayores la vacuna frente al virus respiratorio sincitial (VRS) tras la autorización primero en Estados Unidos y luego en junio en Europa de Arexvy, la vacuna de GSK destinada a este agente patógeno.

En su mayoría, las vacunas en desarrollo se dirigen  a enfermedades respiratorias transmisibles y una parte están destinadas a inmunización rutinaria, es decir, durante toda la vida

Con todas ellas se consigue la protección de las personas más mayores, que con la edad tienen un sistema inmune más débil, y de aquellos pacientes que, bien por su enfermedad o bien por su tratamiento, son también más vulnerables a desarrollar una enfermedad grave. La investigación, además, trabaja para desarrollar otras vacunas para las que ahora no hay instrumentos de inmunización.

VACUNAS DEL FUTURO

Hace un año, en julio de 2022, la plataforma Vaccines Europe, perteneciente a la Federación Europea de Asociaciones e Industrias Farmacéuticas (Efpia) recogió en un informe la existencia de un centenar de vacunas en investigación. De estas se estima que casi la mitad, el 46%, se dirigen a enfermedades para las que aún no se dispone de inmunización, como el virus del zika o la bacteria clostridioides difficile.

En su mayoría, este tipo de fármacos en desarrollo se dirigen  a enfermedades respiratorias transmisibles y una parte están destinadas a inmunización rutinaria, es decir, durante toda la vida. Se encuentran en ensayos clínicos y poco a poco van llegando a la población y son comercializadas.

a incorporación de “sueros” frente al virus del herpes zóster o del VRS en adultos cambiará, a ojos de los especialistas, el abordaje de enfermedades derivadas de estas patologías

Estos fármacos en desarrollo, además de mejorar la situación inmunitaria de los pacientes y prevenir las complicaciones médicas, han de responder a los grandes retos sanitarios existentes, de los cuales destaca la resistencia antimicrobiana. Las vacunas constituyen uno de los instrumentos en los que se están destinando esfuerzos para prevenir enfermedades causadas por la infección de una bacteria multirresistente, de tal manera que se reduciría el uso de antibióticos y con ello la tasa de resistencia y las complicaciones de salud asociadas a ellas. Según el informe de Vaccines Europe, varias compañías farmacéuticas trabajan en vacunas frente a bacterias multirresistentes.

Mientras la investigación para nuevas vacunas continúa, los países siguen enfrentando el gran desafío pendiente de la inmunización en todas las etapas de la vida. Llegar a todas lo adultos, incluso a los sanos, para que se vacunen no siempre es fácil. Una de las causas es la concienciación social sobre el proceso de la “inmunosenescencia”, es decir, los cambios que se producen en el sistema inmunitario como consecuencia del envejecimiento. Otros factores, señalados en una revisión de los Planes Nacionales de Inmunización, son la significativa variabilidad en las recomendaciones de vacunación en adultos que realiza cada Estado miembro de la Unión Europea y la falta de financiación.

 Las vacunas, como inciden los expertos, son las herramientas más efectivas para prevenir las enfermedades y sus consecuencias sanitarias. La incorporación de “sueros” frente al virus del herpes zóster o del VRS en adultos cambiará, a ojos de los especialistas, el abordaje de enfermedades derivadas de estas patologías, que en algunos casos causan una alta tasa de morbilidad e incluso mortalidad en las personas más vulnerables.

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