Reutilización de fármacos, la prometedora estrategia para patologías como el cáncer

El desabastecimiento de fármacos durante la pandemia, los retrasos para conseguir nuevos medicamentos y los avances en investigación sobre los orígenes de las enfermedades abren nuevas y prometedoras opciones

Farmacéutica catalogando medicamentos (Foto. Freepik)
Farmacéutica catalogando medicamentos (Foto. Freepik)
Paola de Francisco
27 septiembre 2022 | 00:00 h

Hace casi un año, a finales de octubre de 2021, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) puso en marcha junto la Red de Jefes de Agencia un proyecto piloto para impulsar el reposicionamiento de medicamentos como continuación a las discusiones mantenidas en el seno del grupo de la Comisión Europea (CE) de acceso seguro y temprano a medicamentos para los pacientes (Safe and Timely Access to Medicines for Patients-STAMP). El objetivo de este proyecto es dar apoyo para generar una evidencia robusta suficiente para que medicamentos con un uso habitual no recogido en ficha técnica puedan ser autorizados también para esta indicación.

La reposición o reutilización de medicamentos no es algo frecuente, explica Javier Velasco, farmacéutico y bioquímico, miembro de la subcomisión RUM de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac), a Consalud.es. Sin embargo, es algo que se ha hecho en algún momento de la historia. “Y sigue ocurriendo actualmente, bien porque con el paso del tiempo se vayan descubriendo nuevas indicaciones alternativas con el uso del medicamento, o bien porque el propio fabricante que lo descubrió siga haciendo ensayos clínicos para intentar buscar otras indicaciones distintas a las que lo comercializa”.

"Tenemos medicamentos para favorecer la circulación venosa en piernas que también han registrado y probado efectos positivos en problemas de hemorroides; medicamentos para regular niveles de azúcar que ayudan a perder peso"

Los antiepilépticos y antidepresivos se utilizan actualmente también para tratar el dolor neuropático. Recientemente, un antidiarréico demostró ayudar a los pacientes con trastorno del espectro autista (TEA) a mejorar sus problemas de comunicación social. “También tenemos medicamentos para favorecer la circulación venosa en piernas que también han registrado y probado efectos positivos en problemas de hemorroides; medicamentos para regular niveles de azúcar que ayudan a perder peso; o la famosa "viagra", que originariamente se estudiaba como un medicamento para controlar y reducir la hipertensión pulmonar, y que acabó utilizándose para la disfunción eréctil al ver los resultados en los pacientes en los que se estaban haciendo los ensayos clínicos”, añade Velasco.

RESISTENCIA ANTIMICROBIANA Y CÁNCER

En los últimos años esto está siendo una estrategia que se sigue para abordar diversos problemas de salud pública, como es la resistencia antibiótica. Investigadores del área de Infecciosas del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERINFEC) encontraron que la fosfomicina, un antibiótico actualmente en desuso, podría contribuir al tratamiento de diversas bacterias resistentes a los antimicrobianos como la bacteria ‘E. coli’, un camino que se une a la formulación de nuevos antibióticos o de fagoterapias para evitar que las bacterias resistentes y multirresistentes sigan creciendo.

“Ya sabemos su biodisponibilidad, toxicidad y tenemos mucha información sobre sus efectos adversos"

La mayoría de los fármacos tienen una proteína como diana terapéutica. Con el aumento del conocimiento del origen y la causa de distintas enfermedades, se han visto que proteínas que se usaban en distintos medicamentos sirven también para tratar otras patologías. “Estamos viendo que las investigaciones contra distintos tipos de cáncer avanzan en esta vía”, señala Javier Velasco. En los últimos meses se han publicado diferentes estudios que señalan que tratamientos efectivos contra el cáncer podrían funcionar contra la enfermedad de Crohn, o que un tratamiento contra el cáncer de mama también combate sus metástasis cerebrales.  Y contar con esta opción de tratamientos es especialmente beneficioso por un punto: ya son conocidos.

UNA HERRAMIENTA PROMETEDORA

“Ya sabemos su biodisponibilidad, toxicidad y tenemos mucha información sobre sus efectos adversos, lo que puede acortar plazos a la hora de registrarlo para la nueva indicación”. Y en un momento en el que hemos visto desabastecimiento de medicamentos provocados por la pandemia, se viven retrasos de años para aprobar la comercialización de nuevas moléculas en países como España, y faltan recursos para la investigación, esta alternativa es realmente “prometedora”.

“El paso principal para desarrollar un medicamento es establecer la diana terapéutica sobre la que queremos actuar. Conforme vayamos descubriendo las causas de diversas enfermedades y teniendo ya el amplio abanico de medicamentos de los que conocemos su mecanismo de acción completo, podremos innovar reutilizándolos hacia nuevas indicaciones”, manifiesta Javier Velasco. Estos fármacos podrán ser, a juicio del experto, efectivos, económicos y “más rápidos de aprobar que nuevos medicamentos que tengan que pasar por todo un proceso de ensayo clínico de cero. Personalmente lo veo prometedor en el tratamiento de distintos tipos de cáncer, conforme se vayan averiguando más las causas y las rutas que sigue la enfermedad”, concluye.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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