La Dra. Bea de Paz, médico en el Servicio Cántabro de Salud, especialista en Medicina de Urgencias y Emergencias y también en Nutrición Deportiva, decidió dar el salto a las redes sociales para continuar con su labor médica desde la divulgación. La doctora suma ya más de 36.000 seguidores en TikTok, donde se la puede encontrar en el canal @snbeadepaz, con cientos de vídeos que transmiten información sanitaria.
Probablemente, esta doctora haya aparecido en el feed de más de un usuario en estos últimos días, ya que uno de sus contenidos más recientes se ha hecho viral en la plataforma. Y lo cierto es que no es de extrañar, después de contar “el caso más duro” que ha tenido en consulta. El tiktok, que ha alcanzado más de 1,6 millones de reproducciones en la red social en poco más de una semana, también ha generado miles de comentarios.
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La médico ha compartido con sus seguidores este caso, que le sucedió cuando se encontraba trabajando en los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) rural, en un pueblo ubicado “a una hora del hospital más cercano”. El paciente era un niño de 11 años “que se había caído y se había dado un coscorrón”. Su padre le llevó al médico para que le atendieran porque le dolía la cabeza.
“Le hago la exploración neurológica completa y todo perfecto. Miro tímpanos y está todo bien, no hay ningún tipo de focalidad. No tenía herida tampoco, pero tenía un poco roja la zona, así que le dimos un poco de ibuprofeno”, narra. Pasados unos minutos, “el niño se fue calmando” e incluso se puso a jugar con la doctora. Por lo tanto, cuando se fue encontrando mejor, decidió comunicarle al padre que tenía dos opciones: o bien llevar a su hijo al hospital más cercano, que por carretera de montaña tardaría una hora en llegar, o bien marcharse a casa para ver la evolución.
Al parecer, el pequeño también había recibido un balonazo dos días antes y se había quedado un poco aturdido tras el suceso. Sin embargo, no demostró más síntomas. Así que, finalmente, se marcharon a casa. Pero una hora después, la madre del niño llamó dos veces a la doctora porque “no le terminaba de ver bien” y volvieron al centro de salud. Allí, “pasaba de estar super excitado”, pidiendo que le quitaran el dolor de cabeza, a “quedarse tranquilo” en cuestión de segundos.
“El niño empezó a hacer unas bradicardias y luego empezó a subir a taquicardia. Estaba muy inestable”
La Dra. De Paz volvió a realizarle la exploración y, además de los cambios en el comportamiento, no vio nada importante. Como observó que el caso “se estaba complicando”, llamaron al 061 para que la UVI móvil pudiera trasladarle al hospital y, mientras tanto, le pusieron algo de analgesia para aliviar el dolor. Durante la espera, “el niño empezó con vómitos en escopetazo, de los que salen a propulsión y sin previo aviso”. Además, seguía con los cambios extremos de comportamiento, “gritando super agitado que le quitaran el dolor a quedarse dormido a los 10-15 segundos”.
Ante esta situación, decidieron realizarle una monitorización para ver el estado del corazón y la respiración y detectaron que el pequeño estaba empezando a tener arritmias cardíacas. “El niño empezó a hacer unas bradicardias y luego empezó a subir a taquicardia. Estaba muy inestable”, recuerda la doctora.
“Ya por fin llega el 061, tenemos al niño preparado y se le llevan en la ambulancia, con el suero y monitorizado”. Después del trayecto de una hora por carretera de montaña, la UVI móvil llegó al hospital, pero a las puertas el pequeño entró en parada cardiorrespiratoria, así que los sanitarios tuvieron que intubarle.
"Le hicieron el TAC cerebral y el niño tenía una hemorragia cerebral"
“Entró directamente a la UCI y le vieron en neurocirugía. Le hicieron el TAC cerebral y el niño tenía una hemorragia cerebral. Del primer golpe se había producido una inflamación en la zona y con el segundo golpe se había roto una de las arterias que pasaban justo por esa zona, porque fue en el mismo sitio”, detalla la doctora. Por lo tanto, llevaron al paciente al quirófano para solucionar la hemorragia.
Afortunadamente, “a día de hoy ese niño, por lo último que he sabido, es que iba mejorando muy bien y que no tenía casi secuelas neurológicas”, señala. No obstante, la experta en salud indica que probablemente le quede “alguna pequeñita”. Por suerte, la historia que ha contado la Dra. de Paz pudo tener un final feliz, en lo que ha sido el caso que más le ha “marcado” e “impactado” desde que está en el mundo sanitario.