El lado negativo del aire acondicionado: genera problemas respiratorios e incluso musculares

El uso inadecuado del aire acondicionado en verano y los cambios bruscos de temperaturas pueden estar asociados a un mayor riesgo de sufrir enfermedades respiratorias.

Doctor Luis Manuel Entrenas, jefe de servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud de Córdoba. (Foto: Quirónsalud)
Doctor Luis Manuel Entrenas, jefe de servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud de Córdoba. (Foto: Quirónsalud)
CS
10 julio 2023 | 10:55 h

El riesgo de sufrir enfermedades respiratorias u otros efectos negativos para la salud aumenta con el uso del aire acondicionado. Desde la sequedad de las mucosas hasta cuadros graves en pacientes con patologías previas, aclimatar los espacios mediante estos sistemas puede generar problemas respiratorios e incluso musculares. Especialmente, los bebés y niños pequeños son la población más vulnerable a la exposición al aire frío de estos aparatos.  

El doctor y jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, Luis Manuel Entrenas, ha informado de que estos dispositivos pueden generar graves problemas en el organismo de las personas que exceden su uso. El uso excesivo del aire acondicionado en temporadas de altas temperaturas puede ser la solución de muchos, pero también el riesgo de algunas personas, especialmente en niños y ancianos, y en personas con patologías previas. El doctor ha asegurado que “los cambios de temperatura al pasar del calor exterior a las climatizaciones fuertes en lugares cerrados son  las principales causas de patologías respiratorias en verano”.

El uso del aire acondicionado puede derivar en cuadros graves en pacientes con EPOC o patologías respiratorias previas

El aire es el aliado de muchos hogares y espacios interiores para reducir la temperatura del ambiente, pero también es productor de algunas enfermedades. A medida que disminuye la temperatura también lo hace el nivel de humedad del aire lo que puede producir “sequedad de mucosas, irritación ocular, dolor de garganta, cambios en la voz, sequedad de la piel, irritaciones dérmicas, e incluso empeoramiento de algunas alergias, dolores de cabeza crónicos y sensación de fatiga”. Además, el 35% de las personas que viven en hogares aclimatados con estos dispositivos sufren obstrucciones nasales, frente al 9% de las que viven en zonas con ventilación natural.

Las enfermedades más graves y las patologías pulmonares como el EPOC pueden provocar un cuadro grave y derivar en infecciones respiratorias o exacerbación de las enfermedades, produciendo crisis de asma y bronquitis. Además, el uso de estos dispositivos pueden provocar problemas musculares como contracturas. La rinitis, la faringitis, amigdalitis, laringitis o bronquitis, además de un cuadro vaso-vagal, pueden ser consecuencia de la exposición a las bajas temperaturas en zonas con aire acondicionado.

El doctor ha insistido en la precaución de la población más vulnerable, como los niños y bebés, que pueden desencadenar problemas de salud por la exposición a bajas temperaturas y los cambios bruscos. Su sistema inmunológico puede verse afectado, además de presentar problemas para conciliar el sueño y enfermedades como la sinusitis y la otitis.

USO RESPONSABLE PARA PREVENIR ENFERMEDADES

Ante un aumento de las temperaturas y la llegada del calor es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones para evitar enfermedades o cuadros de gravedad en algunas patologías. El doctor Entrenas ha resaltado que “vestir ropa ligera, evitar cambios bruscos, eludir temperaturas inferiores a los 24 grados, beber agua regularmente, respirar por la nariz para regular la temperatura y filtrar el aire, impedir dirigir el flujo de aire directamente hacia el cuerpo y evitar la recirculación de aire interior” son algunas de las recomendaciones para lidiar contra el calor y evitar los efectos nocivos de estos dispositivos.

Debe eludirse el uso de estos aparatos mientras se duerme, ya que durante el sueño, la temperatura corporal disminuye

Para evitar la sequedad de las mucosas, es recomendable utilizar lubricantes oculares y cremas para mantener una piel correctamente hidratada frente a la exposición a estos dispositivos. Además, debe eludirse el uso de estos aparatos mientras se duerme, ya que durante el sueño, la temperatura corporal disminuye. Si no se puede prescindir del aire “hay que evitar temperaturas muy bajas” ha insistido el doctor.

Finalmente, un uso adecuado también va asociado a un control rutinario del dispositivo. Los filtros y el depósito del agua deben estar limpios para evitar la acumulación de polen, ácaros o polvo que pueda derivar en infecciones respiratorias. El uso de humidificadores puede ser una alternativa para reducir los efectos negativos que provocan el uso del aire acondicionado.

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