La calima, detrás del aumento de pacientes respiratorios en Urgencias en verano: “Hay que cuidarse”

El Dr. Felipe Villar traslada a ConSalud.es los problemas que pueden derivar del incremento actual de la calima en los pacientes respiratorios y las recomendaciones para protegerse

Ciudad canaria con calima. (Foto. Gobierno de Canarias)

Empieza agosto con una semana en la que el cielo de las islas Canarias está cubierto de polvo en suspensión proveniente del desierto del Sáhara. La archiconocida calima se combinará estos días con la ausencia de lluvias y las altas temperaturas que se van a alcanzar en el archipiélago, casi 37ºC, una situación que provoca problemas respiratorios que pueden llegar a ser especialmente graves en los casos de los pacientes con patologías neumológicas.

La calidad del aire incide directamente en el sistema respiratorio de la población y está detrás de la alta prevalencia de problemas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma o la apnea del sueño. Estas suponen un tercio de las consultas en Atención Primaria en España, según datos de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica y son enfermedades que, solo en 2022, causaron más de 400.000 ingresos hospitalarios. De hecho, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), las enfermedades respiratorias son la tercera causa de muerte en España.

El calor y la calima empeoran la situación de estos pacientes. Como expresó a principios de julio María, afectada de EPOC, a ConSalud.es, son personas que precisan una temperatura constante en su casa, de unos 20-23ºC y, en los casos más grave, llevan sistemas de oxígeno la mayor parte del día. El calor les perjudica para poder respirar, pero la calima, además, tiene mayores efectos en la salud de estos pacientes y puede provocar importantes complicaciones, principalmente en los pacientes más graves.

Con la calima los pacientes respiratorios pueden sufrir "crisis asmáticas, exacerbaciones, sibilancias o mayor disnea”

Tal y como señala a este medio el Dr. Felipe Villar Álvarez, editor jefe de Open Respiratory  Archives de SEPAR y jefe asociado del Servicio de Neumología del Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid, la calima puede causar en la población en general síntomas como tos, falta de aire, estornudos o lagrimeo ocular. En el caso de los pacientes con patologías respiratorias previas, esta situación del aire puede, además, “desencadenar en crisis asmáticas, exacerbaciones, sibilancias o mayor disnea”, explica.

De esta forma, la calima puede llevar a broncoespasmos y descompensación de estas patologías que conlleven un mayor riesgo de hospitalización y de consultas médicas. En general, es en invierno cuando se produce un mayor aumento de ingresos, principalmente por el incremento de las infecciones respiratorias. Estas desaparecen tradicionalmente en verano, pero los pacientes tienen otras complicaciones y en los momentos de calima, las visitas a Urgencias se incrementan, indica el Dr. Villar Álvarez.

“Cuando más grave es la patología de estos pacientes, más riesgo hay de mayores complicaciones. Pueden acabar con un broncoespasmo severo que lleve a la necesidad de ingresar”, reitera el experto.

CÓMO EVITARLO

Ante la llegada este verano de la calima junto al tradicional caluroso mes de agosto, es importante tomar una serie de medidas de protección para evitar la exposición a estas partículas que ingresan en los pulmones provocando diferentes problemas. Los expertos recomiendan mantenerse durante este tiempo en un lugar interior con las puertas y las ventanas cerradas, para que no ingrese el aire contaminado.

Dr. Villar: “Hay que evitar salir a la calle, principalmente en los momento de mayor polución”

“Hay que evitar salir a la calle, principalmente en los momento de mayor polución”, recuerda el Dr. Villar. Durante estos momentos, es importante reducir las actividades al aire libre, incluido el ejercicio físico, “beber mucho líquido y evitar ambientes secos”. Y en algunos casos, los expertos recomiendan protegerse con una mascarilla para evitar la inspiración del polvo en suspensión.

Por último, al igual que otros pacientes crónicos, durante el verano se debe mantener la adherencia terapéutica y acudir al médico si se sienten mal. “Son recomendaciones que sirven para distintas patologías, e incluso para personas sanas. Es importante seguirlas para reducir las complicaciones durante estos periodos de peor calidad del aire”, concluye el experto.

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