CatSalut acuerda indemnizar a un paciente por negligencia con más de 130.000 euros

El afectado tiene una incapacidad total y un trastorno depresivo ocasionados a raíz de una intervención de columna en la que se le rompieron unos tornillos.

El paciente se sometió a varias operaciones de columna
El paciente se sometió a varias operaciones de columna
CS
11 junio 2018 | 13:31 h

El Servicio Catalán de Salud (CatSalut) ha acordado indemnizar a un paciente por las secuelas ocasionadas tras una intervención de columna. En concreto, su compañía aseguradora le abonará 130.733 euros por las lesiones a raíz de la rotura de los tornillos colocados a nivel del segmento L4 L5.

Como informa la asociación especializada en negligencias médicas del Defensor del Paciente, el paciente, de 51 años, había sido diagnosticado en 2001 de una hernia discal, por lo que se sometió a una intervención quirúrgica. A partir de 2006 se le practicó un electrocardiograma que informaba de recidiva de la hernia en la S1, lo que le obligó a someterse a diversos tratamientos, así como a una nueva operación, tras la que se mantuvo el cuadro de dolor que aumentaba con los movimientos.

El cuadro de dolor constante ha generado en el paciente una incapacidad total, así como un trastorno depresivo, tanto en él como en su esposa

En octubre de 2008 el paciente se sometió en un hospital de Barcelona a una nueva intervención quirúrgica (artrodesis lumbar) mediante la colocación de dos tornillos a nivel de la L5 y dos barras a nivel de la S1. Después de todo ello, el dolor se agravó hasta convertirse en invalidante y requerir la toma constante de medicina.

Pese al cuadro de dolor y al resultado de la radiografía realizada en 2010, que informaba de la “rotura no desplazada de uno de los tornillos inferiores de la osteosíntesis transpedicular L5-S1”; el facultativo “manifestó que todo estaba bien, omitiendo el resultado de la radiografía”, dicen desde el Defensor del Paciente. En 2012 se le realizaron unas nuevas radiografías donde se observó, en esta ocasión, la “rotura de ambos tornillos inferiores”, cuyo resultado tampoco fue comunicado al paciente. El facultativo, en la intervención de 2008, no sólo se equivocó en la selección de los tornillos, al colocar tornillos de poco diámetro, sino que su colocación también fue defectuosa al ubicarlos fuera del espacio L4 L5; situación que provocó su rotura progresiva.

El paciente continuó con importantes dolores lumbares hasta que en 2014, consultó con otro hospital de Barcelona donde, tras la valoración de la pruebas anteriores, se le informó de la rotura de los tornillos desde al año 2010 e indicó la realización de una nueva intervención quirúrgica para la extracción y nueva colocación de los tornillos. El cuadro de dolor constante ha generado en el paciente una incapacidad total, así como un trastorno depresivo, tanto en él como en su esposa.

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