Autismo España celebra los cambios en el nuevo baremo del grado de discapacidad

Entre las variaciones destacan la clasificación de “trastorno generalizado del desarrollo” y el reconocimiento del trastorno de manera independiente y diferenciada del diagnóstico de discapacidad intelectual.

Niño con autismo. (Foto. Freepik)
Niño con autismo. (Foto. Freepik)
Ander Azpiroz
20 octubre 2022 | 17:50 h
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Después de la aprobación del Consejo de Ministros del nuevo baremo de la discapacidad en el Real Decreto que regula el procedimiento para la valorar y determinar el grado de discapacidad, la Confederación Autismo España celebran que recoge específicamente las características nucleares del trastorno del espectro del autismo (TEA), un hito por el que llevan trabajando casi una década.

Una de las razones de este cambio es que la última actualización del procedimiento de valoración databa del 1999, por lo tanto, se encontraba bastante desactualizado según apuntan desde la confederación y además, no cumplía con las obligaciones que impone la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas.

Desde Autismo España recuerdan que han trabajado durante mucho tiempo en el proceso de elaboración del baremo para que los criterios de aplicación del mismo recogieran los fundamentos que definen esta categoría diagnóstica

En este nuevo baremo valoran a las personas con espectro del autismo incorporando la categoría de “trastorno generalizado del desarrollo” y la clasificación de diagnósticos incluidos en la misma, en coherencia con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud que está vigente en España.

A pesar de que no refleja específicamente la descripción actualizada del autismo en los sistemas más recientes de clasificación (DSM-5 y CIE-11), desde Autismo España recuerdan que han trabajado durante el proceso de elaboración del baremo para que los criterios de aplicación del mismo recogieran los fundamentos que definen esta categoría diagnóstica.

Otro de los puntos que han destacado durante este periodo ha sido que la formación de los equipos de valoración de la discapacidad debe garantizar el conocimiento de las nuevas herramientas y cómo deben aplicarse e interpretarse en el caso de las personas en el espectro del autismo. Además de reconocer específicamente el trastorno generalizado del desarrollo de manera independiente y diferenciada del diagnóstico de discapacidad intelectual.

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