Del Rocío a Compostela, todo un camino para visibilizar la exclusión laboral por diabetes

La actualización de los cuadros médicos de exclusión en el acceso al empleo público que va a llevar a cabo el Gobierno ha cambiado la vida de José Manuel García Navarro

José Manuel García Navarro en su llegada a la Plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela.
NACHO CORTÉS
7 diciembre 2018 | 17:45 h

Trabajador de Correos y en una empresa de reparto, José Manuel García Navarro, ha recibido con mucha alegría la noticia de la aprobación, por parte del Consejo de Ministros, de un actualización de las causas de exclusión para el acceso al empleo público a personas con enfermedades el VIH, la diabetes, la celiaquía y la psoriasis. A sus 26 años, padece diabetes y este hecho la había impedido poder opositar al Cuerpo Nacional de Policía.

"Me rompió todos los planes de futuro. Era algo por lo que había luchado siempre. Sacrifiqué muchas cosas de mi vida por la oposición y esta enfermedad me cerró las puertas", asegura este joven onubense.

"Me rompió todos los planes de futuro. Sacrifiqué muchas cosas de mi vida por la oposición y esta enfermedad me cerró las puertas​"

Ahora mismo trabaja como empleado en bolsa de Correos, sin embargo, en sus circunstancias no podría opositar. Este es el problema con el que se encuentra miles de personas pero al que ahora el Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto solución. La modificación de los cuadros médicos de exclusión ya es una realidad.

CAMINO DE SANTIAGO

José Manuel García Navarro decidió un día emprender el camino de Santiago en bicicleta desde El Rocío, en Almonte (Huelva), su ciudad natal. Recorrió la Vía de la Plata hasta llegar a Compostela. No estuvo solo, pudo sentir el apoyo de sus seguidores y de sus compañeros de lucha durante todo este tiempo.

"Se me ocurrió que con ese trayecto tenía tiempo y kilómetros para hacer este problema más visible. A través de Facebook conseguí mucho apoyo y a raíz de mi caso se han conocido otros muchos más. Fue bastante emocionante. La mejor experiencia de mi vida", explica.

"Fue la mejor experiencia de mi vida"

A lo largo de los catorce días de su andadura por el oeste peninsular pudo reflexionar en muchos aspectos de su vida. Un total de 1.207 kilómetros que le han servido para visibilizar la diabetes como una enfermedad que no limita la vida de las personas que la padecen.

NO HAY SUEÑOS IMPOSIBLES

"No hay límites, lo que hay es mucho desconocimiento sobre la diabetes", señala este joven opositor al Cuerpo Nacional de Policía. Ahora, ha recuperado la ilusión. Con la decisión del Gobierno, podrá retomar sus oposiciones

De hecho, ya se encuentra estudiando. "A nivel personal lo he pasado bastante mal, he necesitado ayuda psicológica. Es bastante duro que tengas un sueño y se te cierran las puertas", afirma José Manuel. Pero, eso ya es pasado porque por fin podrá ver su sueño cumplido.

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