Varón de más de 65 años, el perfil de paciente con enfermedad renal crónica

La Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) define la enfermedad renal crónica (ERC) como la "epidemia silenciosa" por su alto impacto en la salud pública y el paradójico desconocimiento que tiene la población acerca de ella.

Imagen de un quirófano (Foto: Junta de Andalucía)

La enfermedad renal crónica (ERC) es conocida mundialmente como la "epidemia silenciosa" por su alto impacto en la salud pública y el paradójico desconocimiento que tiene la población acerca de ella. Así se desprende del informe 'La Enfermedad Renal Crónica en España 2020', un documento elaborado por la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) con motivo de la celebración del Día Mundial del Riñón este jueves, 12 de marzo.

Tal y como explican los expertos, se considera el destino final común a una constelación de patologías que afectan al riñón de forma crónica e irreversible. Tener ERC condiciona, por una parte, aumentar el riesgo de sufrir un evento relacionado con la enfermedad vascular, y, por otro lado, el deterioro progresivo de la función renal puede llevar al paciente a necesitar tratamiento renal sustitutivo (TRS) con diálisis o trasplante.

A nivel mundial, y según los datos del estudio 'The Global Kidney Health Atlas' de 2017, la prevalencia estimada de la ERC por continentes varía del 7% en Asia Meridional al 8% en África hasta el 11% en América del Norte y el 12% en Europa, Oriente Medio, Asia Oriental y América Latina.

Los principales factores de riesgo para desarrollar la ERC son la hipertensión arterial, diabetes mellitus, la dislipemia, el tabaquismo y la obesidad

Entre los países con ingresos altos, Arabia Saudí y Bélgica tienen la prevalencia estimada de ERC más alta (24%), seguidos por Polonia (18%), Alemania (17%), Reino Unido y Singapur (16%). Noruega y los Países Bajos tienen la prevalencia más baja con un 5%.

En Estados Unidos, la prevalencia se estima en un 14%, mientras que en Canadá y Australia es del 13%, nivel en el que este informe sitúa a España, ligeramente por encima de la media europea.

Los principales factores de riesgo de poblaciones para desarrollar la ERC a nivel mundial son la hipertensión arterial, diabetes mellitus, la dislipemia, el tabaquismo y la obesidad.

EL 10% DE LA POBLACIÓN ADULTA, AFECTADA EN ESPAÑA

En nuestro país, el estudio 'EPIRCE' halló en 2010 que la ERC afecta aproximadamente al 10% de la población adulta española y a más del 20% de los mayores de 60 años, y además, hay indicios firmes de que se encuentra infradiagnosticada. Más recientemente, el análisis de la información recogida en el estudio 'ENRICA-Renal' ha situado la prevalencia de la ERC en el 15,1%, por encima de la estimada por 'The Global Kidney Health Atlas' para España.

La prevalencia crece hasta más de 30 puntos porcentuales entre sujetos menores de 44 y sujetos de más de 65 años

Por género, la prevalencia de la ERC en varones en el estudio 'ENRICA' era del 23,1% frente al 7,3% en mujeres. También varía significativamente por la edad, pues la prevalencia crece hasta más de 30 puntos porcentuales entre sujetos menores de 44 y sujetos de más de 65 (4,8% de prevalencia en el primer grupo y 37% en el segundo).

La prevalencia de la ERC en sus fases más avanzadas y concretamente aquellas que requieren el TRS ha crecido en España en la última década un 30%. Según los datos del registro conjunto de la S.E.N. y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), el número de personas en TRS, ya sea hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante, ya supera los 1.300 por millón de población, situándose en 61.000 personas.

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