La ECDC alerta de la elevada carga de hepatitis B y C en la UE y urge a la detección precoz

Los casos repuntaron desde 2021, tras la pandemia, posiblemente por el fin de las restricciones, las iniciativas de pruebas y los cambios en la vigilancia

Andrea Ammon, directora del ECDC (Fuente: ECDC)
Andrea Ammon, directora del ECDC (Fuente: ECDC)
Diego Domingo
26 abril 2024 | 10:55 h

A pesar de los avances en los esfuerzos de prevención y control, los virus de la hepatitis B y C (VHB y VHC) siguen planteando importantes desafíos para la salud pública en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (UE/EEE), según los datos de la European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC). Las últimas estimaciones sugieren que hay alrededor de 3,6 millones de personas crónicamente infectadas por el VHB y 1,8 millones por el VHC en los países de la UE y el EEE.  

“Detrás de estas estadísticas hay innumerables personas y familias afectadas por la carga de las infecciones por hepatitis B y C”, afirmó Andrea Ammon, directora del ECDC. “Un seguimiento y una vigilancia sólidos, intervenciones específicas de prevención y control y una estrecha colaboración entre países son esenciales para reducir el impacto de las enfermedades causadas por estos virus y fomentar el progreso hacia su eliminación”, añadió. 

3,6 millones de personas están infectadas por el VHB y 1,8 millones por el VHC en los países de la UE

La prevalencia de ambas infecciones varía considerablemente entre países y distintas poblaciones, con una carga particularmente alta entre los diferentes grupos vulnerables, como las personas que se inyectan drogas, las personas en prisión y algunas poblaciones de inmigrantes.  

La agencia de la Unión Europea para la prevención de estas enfermedades indica que los programas eficaces de vacunación contra el VHB y otras estrategias, incluidas medidas de reducción de daños dirigidas a las personas que se inyectan drogas, han contribuido a una menor incidencia de nuevas infecciones por VHB y VHC en toda Europa. “Sin embargo, persisten desafíos, particularmente en los servicios para grupos vulnerables”, alertan.  

Desde la ECDC, apuntan que “es necesario ampliar urgentemente las pruebas para identificar a las personas con VHB y VHC en las primeras etapas de su infección y vincularlas con atención médica para reducir complicaciones como la cirrosis y el cáncer de hígado”.

“Es necesario ampliar urgentemente las pruebas para identificar a las personas con VHB y VHC en las primeras etapas de su infección”

La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto significativo en las tasas de notificaciones de VHB y VHC en 2020 y 2021, con interrupciones en los servicios que provocaron una disminución de los casos diagnosticados. El posterior aumento de las notificaciones después de 2021, apuntan desde el organismo europeo, puede atribuirse al fin de las restricciones, la recuperación de los sistemas de salud, las iniciativas de pruebas y los cambios en la vigilancia. 

“La prevención de la transmisión de la hepatitis B de madre a hijo es fundamental para su eliminación”, afirman los expertos. Si bien los datos indican un buen progreso general en toda la región en términos de detección prenatal y cobertura de la vacuna contra el VHB, “algunos países todavía necesitan mejores datos y ampliar los programas”, recalcan. 

En términos de diagnóstico, los datos indican claramente que muchos casos de VHB y VHC permanecen sin diagnosticar y un gran número de ellos se diagnostican en una fase tardía del curso de la infección, cuando ya ha provocado cirrosis o cáncer de hígado.   

“Muchas de las personas que viven con infecciones por VHB y VHC todavía no reciben tratamiento”

En cuanto al tratamiento, los datos muestran altos niveles de supresión viral del VHB y curación de la infección por el VHC entre los tratados. Sin embargo, los expertos alertan de que “muchas de las personas que viven con infecciones por VHB y VHC todavía no reciben tratamiento, incluidas algunas que han sido diagnosticadas, lo que refleja que se necesitan mayores esfuerzos para aumentar las pruebas, así como la vinculación con la atención”.   

El ECDC reafirma su compromiso con los objetivos de eliminación global del VHB y el VHC establecidos por la Asamblea Mundial de la Salud y continuará colaborando estrechamente con los países y organizaciones asociadas, para “ayudar a fortalecer los esfuerzos de monitoreo y compartirá buenas prácticas en toda la región sobre la prevención y el control de la hepatitis”. 

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