De la ecoansiedad a enfermedades infecciosas: efectos del cambio climático que se pueden cronificar

¿Cuáles son los efectos de la ecoansiedad? La ira, la ansiedad y la impotencia, así como la tristeza y la angustia

Efectos del cambio climático que se pueden cronificar (foto: Freepik)
Efectos del cambio climático que se pueden cronificar (foto: Freepik)
8 septiembre 2023 | 11:00 h
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La ecoansiedad ha protagonizado una de las jornadas de la XLI Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología y el XVIII Congresso da Associação Portuguesa de Epidemiología (APE), que se viene celebrando desde el martes en Oporto. Según la S.E.E. ecoansiedad se podría definir como "una gran inquietud, inseguridad y preocupación por las consecuencias del cambio climático en el planeta y las personas". Se trata de una respuesta en principio lógica a la crisis climática actual que, si se cronifica, puede convertirse en un trastorno mental que condiciona la vida de quienes la sufren.

"Este miedo patológico al futuro, del que se comenzó a hablar hace algunos años, no afecta igual a todas las personas ni estamentos sociales, si bien los expertos coinciden en que en los próximos años será un fenómeno cada vez más común", explica la S.E.E en un comunicado. 

Además de pérdida de salud mental, dentro del ámbito epidemiológico el cambio climático podrá causar desde una mayor prevalencia de alergias, enfermedades respiratorias, enfermedades infecciosas, hasta migraciones involuntarias, el aumento de algunos cánceres o la reemergencia de enfermedades que se creían erradicadas en ciertas áreas geográficas. “Eso, unido a las cada vez más frecuentes y prolongadas olas de calor, nos lleva a pensar que el número de personas afectadas por diferentes niveles de ecoansiedad irá en aumento”, advierte María Pastor-Valero, profesora titular de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández de Elche, que este viernes ha participado en la XLI Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y XVIII Congresso da Associação Portuguesa de Epidemiología (APE).

Pastor-Valero es una de las investigadoras que ha llevado a cabo el estudio ‘El efecto de la crisis climática en la salud mental en población de la periferia de la ciudad de São Paulo’, elaborado conjuntamente por docentes de la UMH y de la Universidad de São Paulo.

“Eso, unido a las cada vez más frecuentes y prolongadas olas de calor, nos lleva a pensar que el número de personas afectadas por diferentes niveles de ecoansiedad irá en aumento”

En él, se analizó el impacto del cambio climático en tres grupos de jóvenes de población vulnerable residente en la periferia (favelas), en dos grupos de universitarios de clase media-alta, y en un grupo de mujeres negras líderes comunitarias de la ciudad de Sao Paulo, quedando patente que la gravedad del impacto es una cuestión de clase social. “El impacto en salud del cambio climático depende de la experiencia del día a día. Los residentes en favelas reconocieron efectos directos en su salud física y mental, crisis de pánico, estrés postraumático, un aumento de cánceres, enfermedades infecciosas y respiratorias. Por el contrario, los universitarios tienen un relato más intelectualizado, conocen los efectos del cambio climático a partir de los estímulos que han recibido a través de su formación, pero no por vivencias directas”, apunta la investigadora. 

Pese a que el estudio se basa en jóvenes de la ciudad de São Paulo, sus principales conclusiones pueden ser extrapolables a otras zonas del mundo con características similares, y el resumen es simple: a mayor vulnerabilidad, más riesgo de sufrir los efectos del cambio climático y, por tanto, la ecoansiedad. “Hay determinadas regiones geográficas que se ven y se verán más afectadas por el impacto de la mudanza climática, y que suelen coincidir con países más pobres, con mayores desigualdades sociales, y con mayor proporción de población expuesta. Las desigualdades sociales son causa y consecuencia del impacto del cambio climático”, señala Pastor-Valero. Se trata de lugares como África subsahariana, Latinoamérica o el Sudeste Asiático, y de poblaciones cuyo sustento está ligado directamente a la naturaleza y el medioambiente, como las poblaciones rurales e indígenas. 

También las mujeres, pues presentan una mayor preocupación con respecto al impacto del cambio climático que los hombres. 


Aunque hay pocos estudios sobre la ecoansiedad y aún no se conocen los mecanismos por los cuales en algunas personas puede producir enfermedad, los niños y niñas y jóvenes, que están creciendo en un mundo en el que deben hacer frente a los estragos de la crisis climática, serán los más afectados. También las mujeres, pues presentan una mayor preocupación con respecto al impacto del cambio climático que los hombres. 

En cuanto a los sentimientos que despierta la ecoansiedad, Pastor-Valero señala que son comunes la ira, la ansiedad y la impotencia, así como la tristeza y la angustia. A veces la ecoansiedad va acompañada de sentimiento de culpa, sobre todo en el caso de los grupos sociales más privilegiados, y de pasividad. “Hay quienes perciben que el problema del cambio climático es tan grande que les sobrepasa y adoptan una actitud de negligencia o inacción”, apunta la experta, que, en cualquier caso, considera que este miedo al futuro está justificado. “No hay más que ver el estrés térmico causado por las constantes olas de calor que estamos sufriendo este verano en toda la zona mediterránea y en otras partes del mundo”, señala.

En España, la mortalidad por calor extremo en 2022 en se quintuplicó con respecto a años anteriores, y Pastor-Valero advierte de que la tendencia de esa mortalidad es hacia la desigualdad. “Son las personas más vulnerables y con menos recursos las que tienen más probabilidades de morir por ese calor extremo”.

María Pastor-Valero ha participado en la mesa espontánea ‘Eco-anxiety and the fear of climate change: determinants and consequences for public health’, en la que también ha estado presente como coordinadora junto a Ana Isabel Ribeiro, del Instituto de Saúde Pública da Universidade do Porto. En ella se ha presentado una revisión sistemática sobre el cambio climático y la salud y se han abordado otros asuntos como la ecoansiedad en adolescentes o la protección de la salud en la adaptación local al cambio climático. 

La XLI Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología y el XVIII Congresso da Associação Portuguesa de Epidemiología (APE), que se celebran desde el martes en Oporto, concluyen este viernes con una mesa sobre cómo la epidemiología ha contribuido a las opciones en las políticas de salud.

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