El acceso universal a las vacunas de Covid-19, el gran reto global para poner fin a la pandemia

Los países ricos han comprado más de la mitad del suministro de vacunas del mundo, pero representan sólo el 16% de la población mundial, según Amnistía Internacional.

Sanitaria a punto de inyectar una vacuna. (Foto. Rawpixel)
Sanitaria a punto de inyectar una vacuna. (Foto. Rawpixel)
Nacho Cortés
12 marzo 2021 | 00:00 h

Hace casi un año, el pasado 24 de abril de 2020, los jefes de Estado y dirigentes sanitarios mundiales suscribieron un compromiso de colaboración sin precedentes para acelerar el desarrollo y la producción de nuevas vacunas, pruebas y tratamientos contra la COVID-19 y garantizar un acceso equitativo a escala mundial.

"Solo detendremos la COVID-19 si somos solidarios", señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Los países, los asociados en el ámbito de la salud, los fabricantes y el sector privado deben actuar juntos para que los frutos de la ciencia y la investigación beneficien a todas las personas".

Todos ellos se comprometieron a trabajar para lograr un acceso mundial equitativo que se base en una alianza sin precedentes: COVAX​

"Solo detendremos la COVID-19 si somos solidarios"

"Tenemos el compromiso común de velar por que todas las personas tengan acceso a todas las herramientas para prevenir, detectar, tratar y derrotar la COVID-19", señaló el Dr. Tedros. "Ningún país y ninguna organización puede hacer esto por sí solo. El Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 conjuga el poder combinado de varias organizaciones para trabajar con rapidez y a escala".

COVAX, GARANTÍA DE ACCESO UNIVERSAL A LAS VACUNAS

El objetivo de COVAX es garantizar un acceso universal a las vacunas necesarias para poner fin a la pandemia, todo un reto global. Esta misma semana, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha insistido en que sólo se va a poder controlar la pandemia del coronavirus si las herramientas que hay actualmente contra la Covid-19 se usan de forma "equitativa".

"Hemos llegado lejos, hemos sufrido mucho y menos perdido por el camino a demasiadas personas. Por ello, no debemos desaprovechar los progresos que hemos alcanzado. Ya contamos con las herramientas para controlar la pandemia, pero sólo podremos hacerlo si las utilizamos de forma adecuada y equitativa", ha enfatizado.

"Ya contamos con las herramientas para controlar la pandemia, pero sólo podremos hacerlo si las utilizamos de forma adecuada y equitativa"

COVAX nace para dar esa respuesta, se trata de un proyecto global para acelerar el desarrollo y el acceso a las vacunas COVID, está codirigido por la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante Epidemias (CEPI), Gavi, la Alianza de Vacunas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) que trabajan en asociación con UNICEF y el Banco Mundial, fabricantes y organizaciones de la sociedad civil, entre otros.

Su principal objetivo es garantizar el acceso a las vacunas autorizadas contra la Covid-19 entre los países con bajos y medianos ingresos. Se trata de uno de los tres pilares del Acelerador de Acceso a Herramientas contra la Covid-19 (ACT, por sus siglas en inglés) lanzado en abril de 2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión Europea y Francia. Su misión es reunir a gobiernos, organizaciones globales del sector de la salud, fabricantes, científicos, sector privado, sociedad civil y filántropos para brindar un acceso innovador y equitativo a las vacunas y pruebas diagnósticas

Todos los países participantes, independientemente de su nivel de ingresos, tendrán el mismo acceso a las vacunas que se desarrollen. Su principal objetivo es contar a finales del presente año con más de 2.000 millones de dosis para proteger a los grupos vulnerables y trabajadores sanitarios. COVAX se erige como un salvavidas para los países con bajos y medianos ingresos que de otro modo no podrían pagar las vacunas.

VACUNACIÓN EN ÁFRICA

El pasado 24 de febrero, Ghana se convirtió en el país destinatario del primer envío de vacunas COVAX, un paso fundamental para poner fin a la pandemia de Covid-19 en África. Las 600.000 dosis de COVAX entregadas son parte de un tramo inicial de entregas de la vacuna AstraZeneca / Oxford con licencia del Serum Institute of India, que representan parte de la primera ola de vacunas COVID dirigida a varios países de ingresos bajos y medianos.

Y poco a poco las vacunas van llegando al continente africano:d Ángola ya ha recibido 624.000 dosis, Kenia 1.02 millones de dosis, Etiopía 2.184 millones de dosis, Uganda 864.000 dosis, Liberia 96.000 dosis o ayer mismo Gambia recibió 36.000 dosis.

Estos envíos también representan el comienzo de lo que debería ser la operación de adquisición y suministro de vacunas más grande de la historia. COVAX planea entregar cerca de 2 mil millones de dosis de vacunas COVID-19 este año. Se trata de un esfuerzo mundial sin precedentes para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a las vacunas.

CAMPAÑAS PARA PEDIR EL ACCESO UNIVERSAL

Distintas ONG´s están pidiendo el acceso universal a las vacunas, entre ellas Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional, que han lanzado sendas campañas con el objetivo de conseguir que independientemente del país donde se resida, la población mundial pueda inmunizarse contra la COVID-19. 

"Debido a la actuación de las empresas farmacéuticas y los países ricos, es probable que miles de millones de personas que corren el riesgo de contraer la COVID-19 no reciban este año ni una sola dosis de las vacunas de las que puede depender su vida" afirma Amnistía Internacional.

La campaña 'Un pinchazo justo: Acceso universal a las vacunas contra la COVID-19' pide a las empresas farmacéuticas que compartan sus conocimientos y tecnología para elevar al máximo el número de dosis de vacunas disponibles en todo el planeta. En España, la organización recoge firmas con este fin en su centro de activismo online.

Asimismo, pide a los Estados que dejen de practicar el “nacionalismo de las vacunas” y trabajen conjuntamente para garantizar el acceso inmediato de las personas más expuestas a contagiarse de COVID-19 en todos los países a unas vacunas de las que puede depender su vida.

“Quién tiene acceso a la vacuna contra la COVID-19, cuándo y a qué precio son algunas de las cuestiones más importantes y controvertidas a las que se enfrentan hoy nuestras sociedades. Pero las respuestas vienen determinadas por los intereses de los Estados y empresas poderosas”, ha afirmado Stephen Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.

"Hasta ahora han generado un situación peligrosa en la que las desigualdades globales en el acceso a las vacunas se están intensificando sin control"

“Hasta ahora han generado un situación peligrosa en la que las desigualdades globales en el acceso a las vacunas se están intensificando sin control. Un reducido número de países ricos encabezan la carrera, mientras el resto del mundo se esfuerza por arrancar desde la línea de salida. Todas las personas merecen un pinchazo justo de esta vacuna: en lo que se refiere a nuestro derecho a la salud, no hay lugar para la discriminación.”

Los países ricos han comprado más de la mitad del suministro de vacunas del mundo, aunque representan sólo el 16% de la población mundial. Los mismos países han administrado hasta ahora más del 60% de las dosis del mundo, mientras que más de 100 países no han vacunado todavía a ni a una sola persona.

"No se debe negar a nadie el acceso a la atención de la salud —incluidas las vacunas— por el lugar en el que vive, por su identidad o por su nivel de  ingresos. Si se ejerce suficiente presión en las personas correctas, podemos conseguir que los sistemas de vacunación contra la COVID-19 garanticen los derechos humanos”, ha afirmado Stephen Cockburn.

La ONG pide a las compañías farmacéuticas que están detrás de las vacunas contra la COVID-19 compartan sus investigaciones, conocimientos y tecnologías. "Otras empresas farmacéuticas no pueden hacer uso de estos avances científicos para aumentar su propia producción de vacunas, lo cual incrementaría a su vez el suministro y las haría accesibles a países con menos presupuesto", sostiene la entidad.

Por ejemplo, en mayo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el Acceso Mancomunado a Tecnología contra la COVID-19 (C-TAP) para que las empresas pudieran compartir datos y conocimientos, y después acordar licencias de producción y transferencias de tecnología a otros potenciales productores, con objeto de asegurar el acceso más rápido de la población a vacunas en cualquier lugar. Pero, hasta ahora, ni una sola empresa farmacéutica se ha adherido al C-TAP.

Aministía Internacional cree que los Estados deben dar un paso adelante, ejerciendo presión sobre las empresas para que cumplan con la parte que les corresponde y trabajen colectivamente para garantizar que las personas más expuestas en todo el planeta reciben la vacuna lo antes posible.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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