En busca del origen del SARS-CoV-2: la investigación pendiente de la OMS y las concesiones a China

La OMS cometió importantes errores en la primera investigación realizada en China sobre el origen del virus que ahora parecen continuar en cierto modo presentes en la investigación independiente que debe iniciarse.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus y el presidente de la República Popular de China, Xi Jinping (Foto. OMS)
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus y el presidente de la República Popular de China, Xi Jinping (Foto. OMS)
CS
8 noviembre 2020 | 00:00 h

A mediados del pasado mes de febrero, cuando el mundo aún albergaba esperanzas de que el nuevo coronavirus SARS.CoV-2 pudiese ser contenido en China, una delegación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) viajó hasta Pekín para estudiar el brote e intentar responder a una pregunta que, a día de hoy, continúa sin respuesta: ¿cómo saltó el virus de los animales a los seres humanos?

En aquel momento las muertes provocadas por el virus fuera de las fronteras chinas solo eran tres (al menos según los datos confirmados por la OMS) por lo que se esperaba encontrar el origen del virus y desvelar las claves sobre cómo detenerlo y prevenir la aparición de nuevos brotes. Alrededor de nueve meses después el director del Programa de Emergencias de la OMS, Mike Ryan, afirmaba: “Si no conocemos la fuente, entonces seremos igualmente vulnerables en el futuro a brotes similares”.

Una investigación desarrollada ahora por The New York Times ha revelado que lo que los miembros del equipo que viajó a Pekín no sabía es que no se les permitiría investigar la fuente del virus. A pesar de las exigencias del Comité de Emergencias de la OMS, la propia organización había negociado discretamente una serie de cuestiones que dejaban fuera a sus propios expertos. El resumen de este supuesto acuerdo puede resumirse en no cuestionar la respuesta de contención inicial realizada por China.

Seguimos sin una investigación transparente e independiente sobre la fuente del virus como consecuencia del hermetismo y secretismo de las autoridades chinas. Hecho que ha motivado las críticas a la OMS que se ha convertido en blanco de reproches y en la diana de algunos líderes mundiales como Donald Trump.

Lo cierto es que en esta pandemia la OMS se ha erigido como indispensable e impotente a partes iguales. La agencia con sede en Ginebra, único organismo de salud pública con autoridad global, ha proporcionado información clave sobre pruebas, tratamientos e investigación en materia de vacunas. Pero ha caído en numerosas ocasiones en las contradicciones informativas como por ejemplo sobre el riesgo de contagio de las personas asintomáticas o la transmisión del virus a través de aerosoles.

NECESIDAD DE REFORMA DE LA ENTIDAD

Los defensores más acérrimos de la OMS señalan que, por la naturaleza de su propia constitución, es una entidad que se debe a los países por los que está financiada. Pero incluso sus partidarios más inquebrantables no han visto con buenos ojos el secretismo en ciertos aspectos de la organización, sus continuos elogios a China y sus silenciosas concesiones. Motivos por los que muchas voces acusan a la OMS de haber ayudado de forma indirecta a encubrir los primeros fracasos de las autoridades chinas a la hora de controlar los brotes iniciales dentro de sus fronteras.

Muchas voces acusan a la OMS de haber ayudado de forma indirecta a encubrir los primeros fracasos de las autoridades chinas a la hora de controlar los brotes iniciales dentro de sus fronteras

La segunda ola de la pandemia que vuelve a golpear con virulencia al continente europeo ha situado a la OMS en una encrucijada geopolítica. La mayoría de los países de la Unión Europea luchan por reformar y empoderar a la entidad mientras Estados Unidos ha retirado formalmente su financiación. Complicado binomio al que se añade el empeño de los líderes autoritarios chinos por restringir el brazo de acción de la entidad en su territorio.

La búsqueda del origen del virus es un estudio de los compromisos asumidos por la OMS. En la superficie, avanza una investigación sobre el origen del SARS-CoV-2 con el visto bueno de Pekín a la presencia de investigadores externos. La OMS acordó que las partes claves de la investigación (primeros pacientes en China y el papel del mercado de Wuhan como origen) serán investigados por científicos chinos según revela The New York Times. La cabecera informa que ha tenido acceso a estos documentos, nunca hechos públicos, en los que se recoge que en vez de duplicar esfuerzos los investigadores de la OMS “revisarán y ampliarán los estudios realizados por China”. A pesar de que la OMS ha elogiado el papel de China en la gestión de la crisis sanitaria, se ha negado a revelar detalles de sus negociaciones con Pekín y no han compartido documentos con los Estados miembros en los que se describan los términos en los que se desarrolla la investigación.

La OMS, tal y como la conocemos, ha demostrado no contar con capacidad suficiente (especialmente desde el punto de vista decisorio) para hacer frente a una emergencia global como la que estamos viviendo. Ni la propia OMS duda de la necesidad de profundas reformas, pero han sido sus propios errores los que han impulsado las especulaciones y dado alas a teorías de la conspiración que han desviado la atención de los focos realmente importantes.

China ha obtenido concesiones de la OMS que han ayudado al país asiático a retrasar una investigación de suma importancia y que le ha ahorrado, al menos por el momento, a las autoridades chinas un revisión internacional y pública potencialmente embarazosa

La perspectiva de una investigación apolítica sobre los orígenes del SARS-CoV-2 cada vez es más lejana. China ha obtenido concesiones de la OMS que han ayudado al país asiático a retrasar una investigación de suma importancia y que le ha ahorrado, al menos por el momento, a las autoridades chinas un revisión internacional y pública potencialmente embarazosa sobre la forma en la que fueron gestionados y controlados los primeros brotes del virus.

La OMS afirmó estar comprometida con una investigación a gran escala e independiente de la esfera política. “Las divisiones entre y dentro de los países han proporcionado un terreno fértil para el virus experimente un rápido crecimiento y gane ventaja”, aseguraba en The Times el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

¿CÓMO SERÁ LA INVESTIGACIÓN?

La pregunta de dónde comenzó el coronavirus continúa siendo una incógnita. Murciélagos y armadillos fueron señalados como reservorios, como el nexo con los seres humanos, pero fueron descartados. Las principales investigaciones apuntan a los “mercados húmedos” como el de Wuhan como origen. Existe una poderosa evidencia científica de que el SARS-CoV-2 pasó de forma natural de algún desconocido animal a los humanos. Los científicos han encontrado un virus en los murciélagos que es pariente cercano del nuevo coronavirus y sospechan que podría haber infectado a otra especie animal antes de dar el salto a los humanos.

Se buscará a los primeros pacientes mediante la revisión de los registros hospitalarios y entrevistando a las personas que fueron tratadas en China por el virus desde el mes de diciembre. El equipo también investigará qué vida silvestre se vendió en el mercado de Wuhan

Aunque la comunidad científica está de acuerdo en que muchos de los primeros casos guardaban relación con el referido mercado de Wuhan, la teoría que sitúa este como el origen primigenio de la pandemia pierde fuerza. Cada vez son más los expertos que dudan de que este mercado fuese el brote inicial.

Un resumen elaborado en base a los documentos ejecutivos al que ha tenido acceso The Times muestra que las investigaciones y estudios sobre el origen del virus por parte de la OMS se desarrollarán en dos fases. Se buscará a los primeros pacientes mediante la revisión de los registros hospitalarios y entrevistando a las personas que fueron tratadas en China por el virus desde el mes de diciembre. El equipo también investigará qué vida silvestre se vendió en el mercado de Wuhan para establecer una cadena de suministro.

La OMS ha acordado que esta fase será la que esté dirigida por científicos chinos con personal externo que revisará su trabajo de campo de forma remota. En la segunda fase, los expertos internacionales trabajarán de forma conjunta con los científicos chinos en la búsqueda del huésped intermedio.

Sobre fechas nada se ha declarado, pero fuentes internas de la OMS sugieren que la elección del nuevo presidente de Estados Unidos será determinante. Se han solicitado tres científicos del Gobierno de Estados Unidos. Según fuentes de la Casa Blanca ninguno formará parte de la lista que la OMS todavía no ha hecho pública, pero todo apunta a que un investigador estadounidense independiente si formará parte de ella.

El 30 de octubre el equipo celebró su primera reunión virtual. Es difícil hacer este trabajo en un ambiente políticamente intoxicado”, aseguraba Ryan en la rueda de prensa diaria de la OMS de ese mismo día.

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