Covid-19 y cáncer: la pandemia que condenó al silencio una epidemia más mortífera

La pandemia no solo ha supuesto retrasos en los nuevos diagnósticos de cáncer, sino que ha retrasado cirugías oncológicas, administración de tratamientos y acaparado la atención e inversión de la comunidad científica.

Muestras de sangre y miscroscopio para su análisis (Foto. Freepik)
Muestras de sangre y miscroscopio para su análisis (Foto. Freepik)
Ángel Luis Jiménez
4 febrero 2022 | 13:00 h

El cáncer se erige como una de las principales causas de morbi-mortalidad en todo el mundo. La International Agency of Research on Cancer ha estimado que en 2020 se diagnosticaron aproximadamente 18,1 millones de nuevos casos de cáncer a nivel global (excluyendo los tumores cutáneos no melanoma). Una cifra que a lo largo de las dos próximas décadas aumentará hasta los 27 millones. Sin embargo, sabemos que la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha afectado a los diagnósticos de cáncer en muchos países y que, probablemente, la cifra de casos de cáncer detectados en el 2020 habrá sido menor.

A principios del 2021 la Sociedad de Oncología Médica (SEOM) estimaba que durante el 2020 se habrían dejado de diagnosticar uno de cada cinco casos de cáncer en España, es decir, alrededor del 20%. "Si tenemos una incidencia de 276.000 casos de cáncer en España al año, y la tendencia de descenso de los diagnósticos sigue entre un 10 y un 20 por ciento durante un año, hablaríamos casi de 30.000 personas menos diagnosticadas", alertaba el presidente de la SEOM, Álvaro Rodríguez-Lescure.

 De acuerdo con el informe “Las cifras del cáncer en España 2022”, elaborado por SEOM, se estima que a lo largo del presente año se diagnosticarán en nuestro país 280.100 casos de cáncer, lo que supone un incremento respecto a años anteriores. Al igual que se espera un incremento en la incidencia del cáncer a nivel mundial, en España se estima que en 2040 la incidencia alcance los 341.000 casos. Sobre estos datos cabe destacar que la realidad que vivíamos este 2022 puede ser ligeramente diferente a las estimaciones expuestas ya que estas no incluyen el posible efecto de la pandemia.

Como consecuencia de la Covid-19 los programas de cribado de cáncer se vieron afectados en mayor o menor grado por lo que, con toda probabilidad, el número de cánceres colorrectales y de mama finalmente diagnosticados en 2020 fue menor al esperado. Del mismo modo, no está claro cómo todo esto afectó al número de diagnósticos de cáncer del año 2021 y cómo afectará al 2022.

El pasado mes de septiembre IQVIA publicaba un informe a través del que estimaba que desde el inicio de la pandemia se habían diagnosticado 62.000 pacientes oncológicos menos respecto a los datos de 2019. Los meses más complicados fueron abril y mayo de 2020 donde se registraron reducciones en los diagnósticos de hasta el 42%.

A principios del 2021 la Sociedad de Oncología Médica (SEOM) estimaba que durante el 2020 se habrían dejado de diagnosticar uno de cada cinco casos de cáncer en España, es decir, alrededor del 20%

“Hemos asistido, a pequeña y gran escala, a un retraso en los diagnósticos”, declara en ConSalud.es la doctora Gloria Ortega, oncóloga quirúrgica; responsable de Mama y corresponsable de Oncología Peritoneal de MD Anderson Madrid. “Por ejemplo, en el caso del cáncer de mama, se ha visto como muchas pacientes que durante la parte más dura de la pandemia no realizaron las revisiones recomendadas y que ahora hemos visto que han aparecido con un diagnóstico de cáncer. Claramente la pandemia ha supuesto un retraso en los diagnósticos y no había posibilidad de tratar a muchos pacientes”.

Un estudio publicado en abril de 2021 por parte del Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación  y Terapéutica del Dolor (Sedar), revelaba que hasta el 70% de las cirugías fueron canceladas como consecuencia de los distintos picos de la pandemia. El presidente de Sedar, Javier García, explicaba en una entrevista a Efe que estos retraso provocan un deterioro de los enfermos e incrementan preocupantemente la mortalidad.

La investigación ejemplifica el riesgo que supone el retraso de las cirugías oncológicas con el cáncer de mama. En estos casos el riesgo de muerte se eleva un 17% si la intervención se retrasa ocho semanas y alcanza el 26% en aquellos casos en los que la demora supere las 12 semanas.

“Está muriendo más gente por cáncer que por Covid-19. Lo que sucede es que la pandemia ha sido muy impactante y muy a la vista de todos y el cáncer es una epidemia más silenciosa, pero que se está llevando por delante la vida de muchas más personas”

A nivel global, un nuevo informe realizado por investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) revela que el 15% de los pacientes adultos con cáncer en todo el mundo no pudieron acceder a cirugías oncológicas que podrían salvar potencialmente sus vidas como consecuencia de la pandemia.

Durante los cierres y confinamientos impuestos para detener la propagación de la Covid-19, uno de cada siete pacientes no se había sometido a una cirugía planificada después de una mediana de 5,3 meses desde el  diagnóstico de cáncer. Apenas un 0,6 por ciento no se sometieron a la cirugía programada cuando había unas restricciones menos estrictas relacionadas con la pandemia.

La doctor Ortega explica que “había miedo de ir a los hospitales”, y señala que las consultas telefónicas no han sido suficientes en algunos casos a la hora de poder diagnosticar un cáncer. “Las consultas telefónicas que hemos realizado no han sido los suficientemente fiables como para poder emitir un diagnóstico. Sin explorar a un paciente es difícil en muchas ocasiones llegar a un diagnóstico. Motivo por el que hemos asistido a un pico de mayor número de tumores”.

A nivel mundial, el cáncer sigue constituyendo una de las principales causas de mortalidad del mundo, con aproximadamente 9,9 millones de muertes relacionadas con cáncer en el año 2020 de acuerdo con los datos proporcionados por la International Agency for Research on Cancer (IARC). Al igual que pasa con la incidencia, son estimaciones realizadas previamente a la pandemia de la Covid-19, por lo que es probable estas estimaciones no reflejen exactamente la realidad. Por tanto, estas estimaciones de la mortalidad deben entenderse como la mortalidad que se estima que habría habido en 2020 si no hubiera habido la pandemia de la Covid-19.

“Está muriendo más gente por cáncer que por Covid-19. Lo que sucede es que la pandemia ha sido muy impactante y muy a la vista de todos y el cáncer es una epidemia más silenciosa, pero que se está llevando por delante la vida de muchas más personas”, expone Ortega enfatizando en la necesidad de aumentar la inversión en investigación.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado recientemente los datos de mortalidad en España en el año 2020, con 75.073 defunciones más que en 2019 (incremento del 17,9%). En este periodo de tiempo, los tumores constituyeron la segunda causa de muerte en España (22,8% de los fallecimientos, 112.741), solo por detrás de las enfermedades del sistema circulatorio (24,3% de las muertes, 119.853). Las enfermedades infecciosas fueron responsables de 80.796 muertes en 2020 (16,4%), 60.358 con identificación positiva de Covid-19 y 14.481 adicionales con alta sospecha (38.917 en varones y 35.922 en mujeres). Por tanto, a pesar de la crudeza de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2, el cáncer siguió siendo responsable de más muertes que la Covid-19 en el año 2020.

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