CoronaVac y Sinopharm: ¿qué papel han jugado las vacunas chinas en el estallido de casos?

La evidencia muestra que la protección generada por los dos sueros desarrollados por China es menor que la mediada por otras vacunas, como las de ARNm.

Planta del Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm) en Pekín (Foto: Xinhua)
Planta del Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm) en Pekín (Foto: Xinhua)
Ángel Luis Jiménez
4 enero 2023 | 13:00 h

El fin de la política de “Covid cero” en China no ha resultado como se esperaba. Tras más de tres años en los que Pekín ha aplicado draconianas medidas para mantener a raya la expansión del virus dentro de sus fronteras, el gigante asiático se enfrenta ahora a una explosión de casos que lo han situado como uno de los epicentros de la pandemia a nivel global. Entre los factores que explican el escenario epidemiológico que observamos destacan la falta de inmunidad por infección natural de la población, coberturas de vacunación insuficientes (especialmente entre los grupos de edad avanzada y vulnerables) y el uso de vacunas que no generan protección suficiente.

En relación a este último punto, China únicamente ha empleado para sus campañas de inmunización masiva los dos sueros que hasta el momento ha logrado desarrollar en territorio patrio. Hablamos de las vacunas CoronaVac y Sinopharm. En octubre de 2021 estas dos vacunas representaban casi el 50% de los más de 7.300 millones de dosis de vacunas contra la Covid-19 que se habían distribuido a nivel mundial, desempeñando un papel crucial en el avance de las campañas de vacunación en los países con menos recursos.

Pero, a medida que las dosis administradas en todo el mundo fueron aumentando, también lo hicieron los estudios que mostraban que la protección generada disminuía con el paso del tiempo, especialmente en los grupos de edad avanzada y vulnerables. El buen desempeño de las vacunas de ARNm ha llevado a numerosos expertos a cuestionar si los sueros desarrollados con virus inactivado, como es el caso de las dos vacunas chinas, deberían seguir administrando cuando se dispone ahora de una amplia cartera de vacunas. Otros señalan que son una buena opción para avanzar en las campañas de inmunización globales, aunque necesitan ser mejoradas.

DATOS LIMITADOS SOBRE LA EFECTIVIDAD DE LAS VACUNAS

El suero CoronaVac ha sido desarrollado por Sinovac-Biotech mediante la utilización de virus inactivado. Hasta la fecha ha sido autorizado para su utilización, en base a los datos resultantes de 42 ensayos clínicos realizados en 10 países, en 56 países. La vacuna Sinopharm ha sido desarrollada por Covilo también utilizando virus inactivado. Hasta el momento ha sido autorizada en 93 países tras los datos extraídos de 39 ensayos clínicos que han contado con la participación de 18 países. Las dos vacunas se encuentran incluidas en el listado de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo que explica que se utilicen en tantos países, la mayoría de ellos de medios y bajos ingresos, más allá de China.

El estudio revela que una protección del 97% con tres dosis de CoronaVac, el equivalente al 97% que proporcionan dos dosis de Pfizer

La información recopilada por la OMS en base a un gran ensayo de fase 3 en Brasil revela que dos dosis de CoronaVac, administradas con un intervalo de 14 días, tuvieron una eficacia del 51% contra la infección sintomática por SARS-CoV-2, del 100% contra la Covid-19 grave y del 100% para evitar la hospitalización dos semanas después de la inoculación de la segunda dosis. La evidencia sobre la vacuna remarca la necesidad de una tercera dosis en mayores de 60 años entre cuatro y seis meses después de haber completado la pauta primaria de inmunización. No se cuenta con datos sobre si se mantiene o no su efectividad contra Ómicron, pero la efectividad contra la infección sintomática descendió al 49.6% en un estudio realizado con trabajadores de la salud en Brasil en el que el 75% de las infecciones estuvieron causadas por la variante Beta (P.1).  

Otro estudio, también realizado en Brasil, evaluó el papel de CoronaVac en adultos mayores. La efectividad de la vacuna 14 días desde la administración de la segunda dosis fue del 46,8% frente a la infección sintomática, del 55,5% frente a los ingresos hospitalarios y del 61,2% frente a las muertes. El estudio se desarrolló durante la dominancia de la variante Gamma (B.1.351). “La efectividad de la protección de la vacuna fue baja hasta que se completó el régimen de dos dosis, y se observó que la efectividad de la vacuna disminuía con el aumento de la edad”, expone el estudio publicado en British Medicine Journal.

Los datos publicados en The Lancet Infectious Diseases indican que dos dosis de CoronaVac lograron un 58% de efectividad en la prevención de la enfermedad grave en mayores de 80 años en el periodo de dominancia de BA.2 (linaje de Ómicron). La cifra se eleva hasta el 87% en el caso de la vacuna de Pfizer. El estudio revela que una protección del 97% con tres dosis de CoronaVac, el equivalente al 97% que proporcionan dos dosis de Pfizer.

“La vacunación de los adultos mayores no se ha realizado bien (en China) y las vacunas que tienen no han sido particularmente efectivas”

En el caso de Sinopharm la evidencia publicada por la OMS muestra, a través de un gran ensayo de fase 3 realizado en varios países, que la inoculación de dos dosis con un intervalo de 21 días ofrece una eficacia del 79% contra la infección sintomática por SARS-CoV-2. La eficacia frente a la hospitalización fue del 79%. Se recomienda la administración de una dosis de refuerzo entre cuatro y seis meses desde el momento en el que se ha completado la pauta de inmunización primaria.

La OMS explica que los datos disponibles sobre la efectividad de ambas vacunas frente a la variante Ómicron (B.1.1.529), dominante a nivel global a través de los cinco linajes que comprende y los sublinajes derivados de estos, son muy limitados. Estos linajes y sublinajes muestran mutaciones que proporcionan al virus una mayor evasión de la respuesta inmune, por lo que el uso de vacunas bivalentes y adaptadas se erige como fundamental en la protección de los más vulnerables en el momento epidemiológico actual.

“La vacunación de los adultos mayores no se ha realizado bien (en China) y las vacunas que tienen no han sido particularmente efectivas”, aseveraba a principios del pasado mes de diciembre el doctor Anthony Fauci, principal asesor del Gobierno de Estados Unidos en enfermedades infecciosas. “Deben hacer todo lo posible por vacunar a la población y reforzarla con una vacuna altamente efectiva. La eficacia de las vacunas fabricadas en China no está al nivel de las vacunas que se han utilizado en Estados Unidos, en particular las vacunas de ARNm de Pfizer/BioNTech y Moderna”, remachaba en la entrevista concedida a The Washington Post.

El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha señalado que los sublinajes de Ómicron que han provocado el estallido de casos en China ya estaban presentes en Europa. La diferencia con el gigante asiático es que el viejo continente reporta elevadas tasas de vacunación, por lo que el organismo europeo considera que la inmunidad de los ciudadanos europeos no está comprometida.

Aumentar la cobertura vacunal y utilizar sueros más efectivos. Este parece ser el binomio para aplacar el brote en China. Una tarea complicada dado el escepticismo con el que los adultos mayores reciben las vacunas. Situación que radica en que los ensayos clínicos contaron con una reducida participación de adultos mayores de 60 años, sumado al hecho de que las campañas de inmunización masivas se iniciaron con los trabajadores esenciales y después con los adultos de entre 18 y 59 años. Hasta el pasado 11 de noviembre, alrededor del 40% de los mayores de 80 años había recibido un refuerzo. La cifra se habría situado ya en el 66% a principios de enero de 2023.

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