“El acto único es una manera de simplificar y mejorar el proceso de tratamiento de los pacientes”

El jefe de servicio de oftalmología del H.U. Virgen Macarena, el Dr. Enrique Rodríguez de la Rúa, explica el impacto de la Covid-19 en las enfermedades crónicas de la retina y los beneficios de promover el acto único.

Paciente en consulta (Foto. Mucho por Ver)
Paciente en consulta (Foto. Mucho por Ver)
Marisol Díaz
10 diciembre 2020 | 12:05 h

La crisis sanitaria generada por la pandemia de la Covid-19 ha puesto sobre la mesa la situación de especial vulnerabilidad de las personas con enfermedades crónicas. Es el caso de los pacientes afectados por la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). “Durante las primeras dos semanas de marzo faltaron el 80 % de pacientes citados para el tratamiento de la DMAE exudativa, principalmente por el miedo al contagio en los centros de salud”, alega el jefe de servicio de oftalmología del H.U. Virgen Macarena, el Dr. Enrique Rodríguez.

La DMAE es una enfermedad degenerativa de la retina que disminuye gradualmente la visión central. Además, es la principal causa de ceguera en las personas mayores de 50 años y en España la sufren más de 800.000 personas.

En el caso de la DMAE, es esencial la continuidad en el tiempo del tratamiento y cumplir estrictamente con las citas periódicas

Esta enfermedad, en su forma húmeda, se trata mediante una inyección directa en la parte blanca del ojo. El éxito del tratamiento, señala Rodríguez, “depende de asegurar la administración de forma repetida y regular de este fármaco”. “En los próximos meses se debe avanzar en este sentido, porque en el caso de la DMAE, es esencial la continuidad en el tiempo del tratamiento y cumplir estrictamente con las citas periódicas para lograr la máxima efectividad”.

A este respecto, cobra especial importancia la implantación del acto único, es decir, “realizar en el mismo día la exploración del paciente, las pruebas complementarias y el tratamiento. Este modelo reduce el número de visitas que, al menos en los dos o tres primeros años es bastante elevado”, explica el jefe de servicio de oftalmología. Este modelo reduce el número de visitas y proporciona el tratamiento, cuando es preciso, sin demoras, “se gana en eficiencia minimizando los costes para el paciente y para el centro. Además, consigue disminuir el infratramiento y la tasa de abandono (mejorando la adherencia) por parte del paciente”.

EFICIENCIA ECONÓMICA Y SOCIAL

El doctor se muestra a favor de promover el acto único en todos los centros hospitalarios, No obstante, hay hospitales que, por sus características arquitectónicas o su dotación de personal o recursos tecnológicos, no pueden asumir el acto único, “lo importante en estos casos es que los tratamientos se apliquen dentro de los márgenes temporales adecuados”.

Por último, Rodríguez asevera que este modelo resulta “positivo” por su eficiencia económica y social. “El acto único es una manera de simplificar y mejorar el proceso de tratamiento de los pacientes”, concluye.

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