Enfermedades respiratorias después de la Covid-19: el papel fundamental de las TIC

A pesar de que la OMS pronostica el final de la pandemia para dentro de dos años, el XXV Congreso Neumomadrid 2020 pone el foco en cómo será la atención de los pacientes en la era postCovid en la que ya nos hallamos inmersos.

La telemedicina es una herramienta útil en el diagnóstico y seguimiento pero debe valorarse en cada uno de los pacientes (Foto. Freepik)

Este martes 29 de septiembre, dentro del XXV Congreso Neumomadrid 2020, se ha celebrado de forma virtual una mesa científica centrada en el análisis de las enfermedades respiratorias en tiempos de Covid-19 y la importancia que juegan en este contexto las TIC en la consulta postCovid.

La mesa ha contado con la moderación del doctor Sergio Salgado Aranda, neumólogo del Hospital Universitario del Tajo; y con la participación de la doctora Araceli Abad Fernández, jefa de Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Getafe; cuya presentación se ha centrado en los nuevos enfoques en la atención médica de los pacientes respiratorios en la época postCovid; y del doctor Gonzalo Segrelles Calvo, neumólogo del Hospital Universitario Rey Juan Carlos; que ha puesto el foco en el papel de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el campo de la neumología en el nuevo escenario de pandemia.

La doctora Abad ha comenzado su intervención citando los pronósticos efectuados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la finalización de la pandemia: dos años. Una previsión que plantea la necesidad de contar con una visión a largo plazo, especialmente en materia de secuelas de los pacientes que han padecido la Covid-19 ya que el 13% las presenta a los tres meses de haber superado la enfermedad.

La pandemia ha supuesto una sobrecarga laboral dentro de la especialidad de la neumología y es posible que sea difícil mantener una continuidad asistencial óptima “tanto en el paciente agudo como en la Atención Primaria”. “En la atención hospitalaria en la era postcovid es necesario incrementar la presencia en la atención al paciente semicrítico, establecer diferentes modelos según el nivel asistencial, contar con unidades asistenciales oficiales y dotar de personal médico de acuerdo a las ratios adecuadas”, ha expresado la doctora.

“Muchos de los recursos ya los teníamos previamente a la crisis y, con la pandemia, se han reforzado. Si que es cierto que hay que dotar al personal de acuerdo a la demanda normal ya que espero que en el futuro no se cuente con tanta cantidad de pacientes. Hay que luchar por mantener modelos integrados atendiendo a la carga de trabajo variable”.

“En la época postCovid vamos a tener que adaptar nuestro entorno y exige que, por mucha eConsulta y apps, al menos hay que intentar mantener algún tipo de contacto con el paciente para no deshumanizar el entorno habitual en el que trabajamos”

“En la época postCovid vamos a tener que adaptar nuestro entorno y exige que, por mucha eConsulta y apps, al menos hay que intentar mantener algún tipo de contacto con el paciente para no deshumanizar el entorno habitual en el que trabajamos”, especialmente de cara a los pacientes de mayor edad.

En este sentido la doctora ha puesto el foco en una serie de herramientas necesarias en la era postCovid como son la telemonitorización (siempre agendando ya que estos abordajes no disminuyen el tiempo de consulta), la eConsulta, el teléfono o la telemedicina. Unos elementos ante los que puede aparecer reticencia al cambio pero que deben ser vistos como una oportunidad para eliminar también todo aquello que antes no funcionaba.

“Veremos un aumento de la mortalidad en los pacientes EPOC”, ya que la pandemia les ha afectado “y en estos momentos se encuentran bastante desasistidos”

“Creo que vamos a pasar a una etapa en la que tendremos que huir del paternalismo y exigir al paciente para que se preocupe por el autocuidado y fomentar la eConsulta como vía de comunicación”, ha asegurado la doctora recalcando la necesidad de “capacitar a las enfermeras en el manejo de los enfermos respiratorios”. “Veremos un aumento de la mortalidad en los pacientes EPOC”, ya que la pandemia les ha afectado “y en estos momentos se encuentran bastante desasistidos”.

"NO HAY TELEMEDICINA SIN ENFERMERÍA"

Por su parte el doctor Gonzalo Segrelles Calvo ha iniciado su ponencia señalando las limitaciones que afectan a la telemedicina y que la pandemia no ha solucionado, sino que ha puesto aún más de relieve. “Hay inequidad en el acceso a la banda ancha y la tecnología relacionada”, ha expresado recalcando la “necesidad de un compromiso institucional ya que el retorno económico de la telemedicina se produce de media a los tres años”. “Hay que integrar los sistemas antiguos con los nuevos o será imposible avanzar ya que no podemos olvidar que estamos ejecutando un acto médico”.

“La telemedicina es buena pero no recomendable para todos los pacientes”

Ha destacado la imperiosa necesidad de formación en los profesionales sanitarios. “Un cambio en el modelo conlleva a un cambio de roles con profesionales con nuevas motivaciones y características”, ha asegurado coincidiendo con la doctora Abad en que resulta de vital importancia agendar las consultas de telemedicina “o continuaremos sobrecargando la asistencia”.

“No hay telemedicina sin enfermería”, por lo que “hay que despertar el interés por estos nuevos sistemas dentro de la enfermería”, ha aseverado.

“La telemedicina es buena pero no recomendable para todos los pacientes”, ha indicado el doctor Segrelles por lo que es necesario valorar siempre cada caso para ver si se puede emplear esta tecnología durante el todo tratamiento “o servirá como puente”. A través de la presentación de diversos estudios ha centrado su discurso en distintas herramientas para el seguimiento del paciente mediante la aplicación de la telemedicina como son los chatbots (ofrecen respuestas a determinadas preguntas tipo que pueden surgir en los pacientes y son resueltas de forma automática) así como otras con las que se puede involucrar de forma notable al paciente mediante técnicas como la gamificación.

“La telemedicina es una herramienta útil para el diagnóstico y seguimiento. Ya conocíamos sus bondades y sus defectos desde antes de la Covid-19”, por lo que debemos “aprender del pasado y establecer criterios de calidad”. A pesar de que existen limitaciones, estas tienen que afrontarse “para permitir la implementación de la telemedicina y que no siga siendo una moda pasajera y recurrente”, ha concluido.

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