Nueva evidencia sugiere que Ómicron aumenta el peligro de reinfección frente a otras variantes

La investigación sugiere que Ómicron podría escapar a la protección generada a través de la infección natural, pero no se cuenta con datos de que suceda lo mismo con la mediada a través de las vacunas.

Científico analizando muestras en un microscopio (Foto. Freepik)
8 diciembre 2021 | 00:00 h

Un reciente estudio desarrollado por investigadores en Sudáfrica sugiere que la variante Ómicron (B.1.529, detectada originalmente en el citado país) podría contar con cierta capacidad de escape inmunitario en relación a la protección generada por las personas que han conseguido superar la Covid-19. A pesar de que los resultados del estudio son preliminares, estos se suman a la evidencia que aumenta la preocupación sobre las mutaciones identificadas en esta variante y que apuntan a un mayor riesgo de provocar reinfecciones.

“Contrariamente a nuestras expectativas y experiencia con las variantes anteriores, ahora estamos experimentando un aumento en el riesgo de reinfección que excede nuestra experiencia previa”, declara Juliet Pulliam, directora del Centro Sudafricano de Análisis y modelado Epidemiológico de la Universidad de Stellenboshc, a través de un comunicado.

El estudio ha analizado informes de infecciones que abarcan una población total de 2,7 millones de personas en Sudáfrica desde el inicio de la pandemia. Entre estas se incluyen más de 35.000 diagnosticadas en más de una ocasión con Covid-19. “Identificamos a 35.670 personas con al menos dos infecciones sospechosas hasta el 27 de noviembre de 2021, 332 personas con una tercera infección sospechadas y una persona con cuatro infecciones sospechosas”, recoge el estudio publicado de forma pre-impresa en medRxiv, lo que significa que se encuentra a la espera de ser revisado por pares.

“Entre las personas que han tenido más de una reinfección, 47 (14,2%) experimentaron su tercera infección en noviembre de 2021, lo que sugiere que muchas terceras infecciones están asociadas con la expansión de la variante Ómicron”. En base a esto los investigadores indican que el reciente aumento de casos experimentado en Sudáfrica refleja la propagación de esta variante y no respondería a una disminución de la inmunidad. El estudio apunta como limitación la necesidad de aumentar la secuenciación de las nuevas infecciones detectadas para determinar si detrás de estas se encuentra la variante Ómicron.

“La evidencia a nivel población sugiere que la variante Ómicron está asociada con una capacidad sustancial para evadir la inmunidad de una infección previa, por el contrario, no hay evidencia epidemiológica en toda la población de un escape inmunológico asociado con las variantes Beta o Delta”

De acuerdo con los datos aportados por las autoridades de salud pública sudafricanas, Ómicron es ya la variante dominante en el país por encima de Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India), representando el 74% de todas las muestras secuenciadas. Estos trabajos continúan intensificándose con el objetivo de poder determinar la verdadera prevalencia de la variante.

“La evidencia a nivel población sugiere que la variante Ómicron está asociada con una capacidad sustancial para evadir la inmunidad de una infección previa, por el contrario, no hay evidencia epidemiológica en toda la población de un escape inmunológico asociado con las variantes Beta (B.1.351, detectada originalmente también en Sudáfrica) o Delta”, añaden las conclusiones del estudio.

“Nuestra prioridad más urgente es cuantificar el alcance del escape de Ómicron para la inmunidad natural y derivada de las vacunas, así como su transmisibilidad en relación con otras variantes y su impacto en la gravedad de la enfermedad”

“Nuestra prioridad más urgente es cuantificar el alcance del escape de Ómicron para la inmunidad natural y derivada de las vacunas, así como su transmisibilidad en relación con otras variantes y su impacto en la gravedad de la enfermedad”, concluye Harry Moultrie, epidemiólogo en el Centro de Tuberculosis del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica y coautor del estudio.

¿QUÉ SABEMOS SOBRE ÓMICRON?

La evidencia recogida por el Ministerio de Sanidad informa de que la variante Ómicron pertenece al linaje PANGO B.1.1.529. Presenta 30 sustituciones, tres deleciones y una inserción respecto al genoma del virus original en el gen de la espícula. La mayor parte de estas mutaciones estaban ya presentes en otras variantes que fueron consideradas como VOC ("de preocupación", por sus siglas en inglés) o VOI ("de interés", por sus siglas en inglés) en otros momentos y algunas de ellas se han relacionado con aumento en la transmisibilidad y disminución en la capacidad de neutralización de los anticuerpos.

En el resto del genoma hay 23 mutaciones adicionales, hasta un total de 55 cambios en la secuencia de aminoácidos de las proteínas virales respecto a la cepa original de Wuhan. Además, la deleción 69-70 conlleva un fallo de amplificación del gen S con algunos sistemas de RT-PCR utilizados para el diagnóstico de SARS-CoV-2, lo que la diferencia de la variante Delta y es la base para la realización del cribado rápido para monitorizar la aparición de casos sospechosos de ser positivos a la nueva variante Ómicron. Una vez detectados estos casos deben ser confirmados mediante secuenciación genómica.

“La variante Ómicron de momento se ha detectado en casos puntuales en España y Europa, aunque hay indicios de presentar una mayor ventaja basada en un aumento de su transmisibilidad en comparación con la variante Delta, así como la posibilidad, a priori, de que esta variante esté relacionada con la reducción de la efectividad de la vacuna y una mayor probabilidad de reinfección”, expone el referido documento de Sanidad.

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