Hallan nueva evidencia sobre el daño que el SARS-CoV-2 provoca en los vasos sanguíneos del cerebro

El origen de esta investigación parte de la evidencia científica existente que revela que un alto porcentaje de jóvenes adultos infectados por el SARS-CoV-2 que han presentado síntomas neurológicos derivados de la enfermedad.

Una resonancia magnética muestra una imagen más clara de la función cerebral de pacientes Covid (Foto. Freepik)
Una resonancia magnética muestra una imagen más clara de la función cerebral de pacientes Covid (Foto. Freepik)

Los estudios sobre los posibles efectos y secuelas a largo plazo provocadas por el coronavirus SARS-CoV-2 continúan desarrollándose incrementando la evidencia científica sobre el daño que la Covid-19 puede causar en nuestro organismo más allá de los pulmones. Los resultados del estudio que nos ocupa revelan daño en los vasos sanguíneos del cerebro provocado por la respuesta inflamatoria del organismo en los cerebros analizados de personas fallecidas y positivas en Covid-19.

El estudio ha sido desarrollado por un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, cuyos resultados han sido publicados en New England Journal of Medicine.

El origen de esta investigación parte de la evidencia científica existente que revela que un alto porcentaje de jóvenes adultos infectados por el SARS-CoV-2 que han presentado síntomas neurológicos derivados de la enfermedad. Entre estos destacan algunos como la confusión mental, mareos, dolores de cabeza e incremento del riesgo de accidente cerebrovascular. Ahora, el nuevo estudio sugiere que el virus podría causar lesiones en los vasos sanguíneos del cerebro y ser el origen de este tipo de problemas.

Los investigadores examinaron muestras de tejido cerebral en 16 pacientes fallecidos (entre marzo y julio de 2020) con coronavirus en la ciudad de Nueva York y tres de Iowa. Los pacientes tenían edades comprendidas entre los cinco y los 73 años de edad y su historial médico revelaba la existencia de patologías preexistentes como obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes o presión arterial alta.

Antes de la muerte el tratamiento recibido por estos pacientes se orientaba principalmente a la infección respiratoria y solo dos pacientes presentaron delirios. Los investigadores han utilizado imágenes obtenidas mediante resonancia magnética para detectar anomalías en el tejido cerebral. Estas incluyeron observación del bulbo olfatorio, un área del cerebro que está involucrada en el sentido del olfato puesto que se sabe que la pérdida de este, junto con la pérdida del sentido del gusto, es uno de los síntomas asociados a la Covid-19.

“Nuestros resultados sugieren que esto puede estar causado por la respuesta inflamatoria que se genera en el organismo para combatir el virus”

La evaluación de los tejidos cerebrales se realizó mediante un método denominado “inmunohistoquímica”, que posibilita la visualización de proteínas dentro de las células y los tejidos. De las 19 muestras de tejido cerebral analizadas se tomaron imágenes de 13 y en 10 de estas aparecieron anomalías que se determinaron como daños en los vasos sanguíneos mediante un análisis adicional.

En nueve pacientes la presencia de estos daños sugiere lesiones en los vasos sanguíneos con fugas. También se han apreciado signos de fuga de una proteína sanguínea denominada “fibrinógeno”. Los autores del estudio sugieren que esto es una evidencia de la inflamación que se produce como consecuencia de un sistema inmunológico hiperactivo que combate una infección. En 10 pacientes las imágenes obtenidas a través de resonancia magnética mostraron hipointensidades correspondientes a los vasos sanguíneos congestionados y una acumulación de fibrinógeno alrededor del área.

“Nuestros resultados sugieren que esto puede estar causado por la respuesta inflamatoria que se genera en el organismo para combatir el virus”, afirma la doctora Avindra Nath, directora clínica del NINDS y autora principal del estudio. Curiosamente el SARS-CoV-2 no se localizó en ninguno de los tejidos cerebrales analizados de los pacientes por lo que los autores indican que no hay forma de determinar si en algún momento el virus estuvo presente en el cerebro.

Al analizar los puntos de lesiones los investigadores hallaron la presencia de células inmunes como las T alrededor del cerebro lo que respalda la evidencia de una respuesta inflamatoria en el cerebro. “Estamos sorprendidos ya que esperábamos ver daño causado por falta de oxígeno. En cambio, vimos áreas multifocales de daño que generalmente se asocian con accidentes cerebrovasculares y enfermedades neuroinflamatorias”, declara la doctora Nath.

“En el futuro nos planteamos estudiar cómo la Covid-19 daña los vasos sanguíneos del cerebro y si este es el origen de alguno de los síntomas y secuelas a corto y largo plazo que observamos en los pacientes”, concluye.

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