La mayoría de las embarazadas con SARS-CoV-2 pasará la enfermedad de forma leve o asintomática

Esta es una de las principales conclusiones formuladas por Sanidad en base a la evidencia científica recopilada hasta la fecha en base a los estudios realizados sobre la Covid-19 y las embarazadas.

Mujer embarazada (Foto.Freepik)
Mujer embarazada (Foto.Freepik)
CS
18 mayo 2020 | 13:00 h

¿Se transmite la Covid-19 durante el embarazo? Esta ha sido una de las grandes dudas que se han planteado desde que la pandemia desatada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 traspasase las fronteras de China y se expandiese al resto del mundo.

Las mujeres embarazadas experimentan cambios fisiológicos e inmunológicos que les hacen más susceptibles a cualquier infección viral y bacteriana. Las Infecciones por otros virus respiratorios como el virus de la gripe u otros tipos de coronavirus como el SARS o el MERS, se han asociado a complicaciones en el embarazo. Por todos estos motivos las embarazadas han sido incluidas entre los grupos vulnerables frente a la Covid-19, siendo uno de los grupos prioritarios de los estudios científicos.

Partiendo de esta base y tras efectuar una revisión de los estudios publicados sobre la materia hasta la fecha, el Ministerio de Sanidad ha recogido una serie de evidencias en su último documento científico-técnico que han elaborado.

Dentro de esta información algunas evidencias sugieren que la mayoría de las embarazadas podrían pasar la enfermedad de forma leve o asintomática. De acuerdo a un estudio realizado en dos hospitales de Nueva York en los que participaron 43 mujeres infectadas por Covid-19 se ha revelado que la proporción de gestantes con enfermedad grave era similar al reportado por el conjunto de la población general en edad adulta: 86% leves, 9% graves y 5% críticos.

El informe del ministerio se hace eco de los resultados de otro reciente estudio elaborado también en Nueva York en el que participaron 215 embarazadas que acudieron al centro hospitalario entre el 22 de marzo y el 4 de abril. De estas, el 15% dio positivo en Covid-19 y el 87,9% de estas eran asintomáticas. Un resultado que refuerza las evidencias que subrayan que las embarazadas podrían pasar la enfermedad de forma leve o asintomática como sucede con cerca del 80% de la población.

La proporción de gestantes con enfermedad grave era similar al reportado por el conjunto de la población general en edad adulta: 86% leves, 9% graves y 5% críticos

Tomando como referencia estos datos el informe señala que el screening universal que se está realizando con pacientes embarazadas a nivel global, podría constituir una interesante población centinela para determinar la prevalencia del nuevo coronavirus en la población general.

En una serie de 38 casos de Covid-19 en embarazadas en el tercer trimestre del embarazo se describieron las características clínicas en este grupo: en el 92,1% de las ocasiones se realizó cesárea (35/38 mujeres). Las manifestaciones clínicas y alteraciones de laboratorio presentadas en esta cohorte fueron fiebre, tos, disnea, diarrea, mialgias, dolor de garganta, linfopenia, elevación de la proteína C reactiva y elevación de las transaminasas.

Se evidenció neumonía con pruebas de imagen en 13 de ellas. Ninguna embarazada tuvo neumonía grave y no se produjo ningún fallecimiento.

En base a los expuesto a lo largo de estas líneas, las manifestaciones clínicas de laboratorio y radiológicas, no parecen diferenciarse de las que se producen en la población general, tal y como se evidenció en la serie de 147 mujeres embarazadas estudiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China con el 8% de los casos de enfermedad grave y el 1% crítica.

COMPLICACIONES EN EL DESARROLLO DEL EMBARAZO

El informe de Sanidad establece en base a las evidencias científicas recogidas que se han observado complicaciones en el desarrollo del embarazo, el parto o en el feto. En la serie descrita de 38 mujeres, se observaron estas complicaciones en 35 casos (92,1%). En relación con el embarazo se observaron: diabetes gestacional, preclampsia, rotura uterina, hipertensión gestacional e hipotiroidismo.

En relación al parto, el feto o el neonato: nacimientos pretérmino, distres fetal, rotura prematura de membranas, alteraciones del cordón umbilical, placenta previa, corioamnitis, oligo y polhidramnios y alteración del líquido meconial.

Aunque estas observaciones sugerirían un mayor riesgo en el curso del embarazo y el parto, varios autores que comparan estos eventos con los que ocurren en mujeres sin Covid-19, concluyen que la frecuencia de complicaciones es similar y que, por tanto, no serían atribuibles a la infección.

Aunque estas observaciones sugerirían un mayor riesgo en el curso del embarazo y el parto, varios autores que comparan estos eventos con los que ocurren en mujeres sin Covid-19

Recientemente se han evidenciado alteraciones de la coagulación en las personas que ingresan con Covid-19. Dado que el embarazo es un estado de hipercoagulabilidad, la Covid-19 se asociaría con un aumento de riesgo de tromboembolismo venoso en el embarazo, que además se incrementaría por la situación de inmovilidad por el confinamiento.

Se han observado también alteraciones clínicas en los neonatos hijos de mujeres con Covid-19. En una serie de 10 neonatos de nueve embarazadas con Covid-19, cuatro de ellos fueron a término, seis prematuros, dos pequeños y uno grande para edad gestacional, seis desarrollaron síndrome de distress respirarorio, dos de tuvieron fiebre, dos trombocitopenia y alteración de enzimas hepáticas.

Al momento de la publicación, cinco recibieron el alta domiciliaria, cuatro estaban hospitalizados estables, uno falleció. En todos los casos, el resultado de la PCR de las muestras nasofaríngeas de los neonatos fueron negativas para el SARS-CoV-2. En otra serie se compararon 10 neonatos hijos de mujeres con Covid-19 con un grupo control y no se encontraron diferencias significativas en las complicaciones observadas.

TRANSMISIÓN MADRE E HIJO

La evidencia científica con la que se cuenta hasta el momento indica que la transmisión entre madre e hijo, en los casos en los que esta se produce, ocurre de forma mayoritaria por el estrecho contacto entre ambos tras el nacimiento.

La Covid-19 se asociaría con un aumento de riesgo de tromboembolismo venoso en el embarazo, que además se incrementaría por la situación de inmovilidad por el confinamiento

De este modo la transmisión vertical del SARS-CoV2, en principio sería poco probable, dado que no es posible encontrar el virus en muestras de líquido amniótico, cordón umbilical y leche materna. En este sentido cabe recordar que recientemente se han observado algunos casos, por lo que en este momento, se considera que sería posible.

Uno de los estudios recogidos en el informe de Sanidad describe las características de un recién nacido de una mujer con Covid-19, en el que se objetivan anticuerpos IgM al nacimiento. En este caso, la fecha de inicio de síntomas de la madre fue en la semana 24 de gestación y al quinto día desde el inicio de síntomas ingresó por neumonía.

Se le realizó una cesárea en la semana 37 dando a luz a una niña normopeso (3120 gr) y con buena valoración APGAR (nueve puntos). Durante la cesárea la madre llevaba mascarilla N95 y no cogió al bebé tras el alumbramiento. La bebé estaba asintomática al nacimiento e inmediatamente se procedió a la cuarentena. Se midió el título de anticuerpos de la bebé a las dos horas presentando altos niveles tanto de IgG como de IgM.

La transmisión vertical del SARS-CoV2, en principio sería poco probable, dado que no es posible encontrar el virus en muestras de líquido amniótico, cordón umbilical y leche materna

La bioquímica mostraba parámetros de inflamación y lesión hepática, también presentaba citoquinas y leucocitosis, con radiografía normal. Se le realizaron cinco PCR diagnosticas frente al SAR-CoV-2 desde las dos horas del nacimiento hasta los 16 días de edad que fueron todas negativas.

Este estudio sugiere posible trasmisión vertical tras exposición del feto al virus durante los 23 días intraútero previos al parto, dada la elevación del título de IgM del neonato a las dos horas del alumbramiento, ya que este tipo de anticuerpos no son capaces de atravesar la placenta y suelen aparecer a partir de los dos o tres días tras la infección.

Cierto es que no puede descartarse la transmisión durante el parto pero, el estricto control de la infección realizado durante y después del parto y el análisis de la muestra vaginal negativa podrían disminuir las probabilidades de esta vía. Otros indicadores indirectos de la infección intraútero serían los parámetros bioquímicos indicadores de inflamación y lesión hepática.

El estricto control de la infección realizado durante y después del parto y el análisis de la muestra vaginal negativa podrían disminuir las probabilidades de esta vía

El segundo artículo publicado en este sentido se trata de una serie de seis mujeres embarazadas enfermas de Covid-19 ingresadas en el momento del parto en un hospital de Wuhan. A las seis mujeres se les recogió muestras de suero en el momento del alumbramiento y también se recogió suero y muestra nasofaríngea a los bebes al nacimiento. Se llevó un estricto control de la infección durante la cesárea y tras el nacimiento los neonatos fueron aislados.

Las muestras nasofaríngeas y de suero de los neonatos fueron negativas para la RT-PCR. Los seis neonatos tuvieron anticuerpos en suero y dos de ellos tuvieron IgG e IgM elevados tras la cesárea. Las madres de estos bebés también tenían estos anticuerpos elevados. Ninguno de los bebés presentó síntomas.

¿ES PELIGROSA LA LACTANCIA?

La lactancia proporciona la forma más completa de nutrición para los recién nacidos ya que les suministra anticuerpos que aún no se han desarrollado en los bebés y que son muy necesarios para defenderse de infecciones respiratorias en los primeros meses de vida, como puede ser frente a este nuevo coronavirus.

La OMS recomienda la lactancia exclusiva los primeros seis meses de vida incluso en el caso de que la madre presente la infección por SARS-CoV-2. Hasta la fecha, este nuevo virus no se ha detectado en la leche materna, si bien al tratarse de un nuevo virus esta afirmación se basa en estudios de casos limitados.

PRINCIPALES CONCLUSIONES

Con toda esta información científica disponible por el momento, con la máxima precaución, dado el número limitado de casos estudiados, se podría concluir que:

- La mayoría de las embarazadas infectadas por SARS-CoV-2 pasaran la enfermedad de forma leve o asintomática. La neumonía en las pacientes embarazadas no parece ser más grave que en el resto de grupos de población.

- La infección madre-hijo se produce de forma mayoritaria por contacto directo, pero hay evidencias de transmisión vertical, lo que hace que esta vía sea también posible.

- Se han observado complicaciones durante el embarazo en mujeres que presentaban infección por SARS-CoV-2 pero no se ha podido discernir si se debían a la presencia del virus o a complicaciones propias del embarazo.

- La infección perinatal por SARS-CoV-2 puede estar acompañada de efectos adversos sobre los recién nacidos, pero tampoco está claro si estos efectos son diferentes a los observados en la población general.

- En principio la infección no se transmite por lactancia materna a través de la leche materna, pero sí por el contacto piel con piel.

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