OCDE: Las carencias del SNS, de profesionales y camas, afloran con el Covid-19

Un reciente informe de la OCDE analiza cómo se han enfrentado los distintos sistemas nacionales a la crisis del coronavirus y cómo han respondido, mejor o peor, en función de las carencias que tenían previamente.

Profesionales sanitarios en un centro hospitalario (Foto. Xunta de Galicia)

Nadie tiene dudas ya de que el brote de coronavirus ha sorprendido a la mayor parte de países del mundo. La enfermedad del Covid-19 ha afectado al menos a más de 540.000 personas de casi 200 estados, y sigue incrementando la cantidad de nuevos positivos, demostrando una velocidad de propagación inesperada tras notificarse los primeros casos en el mes de diciembre.

Generalmente, esta situación ha desconcertado por igual a todos los gobiernos, los cuáles han tenido que activar medidas drásticas de aislamiento social y confinamiento para tratar de frenar la transmisión del virus. Sin embargo, las estadísticas demuestran que la contención ha tenido más éxito en algunos países que otros: no ha sido igual la evolución en Corea del Sur que en Italia o España.

Según la OCDE, que España destaque negativamente en el número de profesionales y en el de camas hospitalarias y de UCI ha podido provocar que la gestión del Covid-19 haya sido "inmanejable" en algún momento

Para buscar el motivo de esta desigualdad, podrían analizarse las decisiones adoptadas por los distintos gobiernos y la eficacia que han tenido. No obstante, otro aspecto a observar es cómo han respondido los distintos sistemas sanitarios nacionales a esta crisis teniendo en cuenta las condiciones en las que se encontraban previamente al inicio de esta pandemia. Precisamente, éste ha sido el objeto de estudio del último informe realizado por la OCDE.

En primer lugar, desde este organismo internacional subrayan que casi todos los países brindan una cobertura de salud universal para más del 95 % de la población. España, por ejemplo, alcanza al 99 % de los ciudadanos, mientras que hay siete países con coberturas inferiores al 95 %. A pesar de ello, España sí que destaca negativamente en otros factores, como en el número de profesionales sanitarios o en el de camas hospitalarias y de UCI.

CARENCIA DE PROFESIONALES EN ESPAÑA

Otro de los aspectos analizados por la OCDE es la capacidad de respuesta de los sistemas sanitarios, en lo que a los profesionales sanitarios se refiere, ante un aumento considerable de la demanda como ha ocurrido con el Covid-19. La necesidad de diagnosticar y tratar a un volumen importante de pacientes ha provocado que los estados hayan tenido que aprobar medidas excepcionales.

Según datos de 2017, España estaba levemente por encima de la media de la OCDE en número de profesionales de Medicina, con casi cuatro doctores por cada 1.000 ciudadanos (el promedio de estos países es de 3,5), y unos 10 países le superaban. Mientras, España se situaba considerablemente por debajo en número de profesionales de Enfermería: menos de 6 enfermeras por cada 1.000 ciudadanos, mientras que la media es de 8,8.

Para gestionar futuras crisis, la OCDE recomienda realizar una planificación laboral "más allá de la demanda máxima anual esperada" y que se potencien el cambio de los roles tradicionales de los profesionales sanitarios

Atendiendo a estas cifras, desde la OCDE han recalcado que aquellos países que cuentan con un número relativamente alto de médicos y enfermeras (como Noruega, Suiza o Alemania) tienen una “mayor capacidad para responder a la epidemia de Covid-19” y que la fuerza laboral de aquellos con menos personal “se verá más extendida en sus intentos de abordar la demanda adicional de atención derivada de la epidemia”. Aún así, casi todos los países han tenido que responder con medidas como la contratación de sanitarios jubilados, la movilización de medios militares o la contratación de estudiantes.

Número de médicos y enfermeras en los países de la OCDE (Fuente: OCDE)

Sin embargo, este organismo insta a los estados a prepararse frente a futuras crisis. Por ejemplo, plantean que en los países con escasez de profesionales se planifique “más allá de la demanda máxima anual esperada” para que en situaciones como esta, la epidemia “no sea inmanejable”. Además, proponen un “ejército de reserva” de trabajadores sanitarios para proporcionar apoyo adicional en momentos puntuales, potenciar el cambio de roles tradicionales para que los trabajadores asuman distintas competencias, y que adquieran “reservas estratégicas” con material de protección suficiente.

FALTA DE CAMAS HOSPITALARIAS Y DE UCI

Junto a la dotación de personal suficiente, el informe de la OCDE resalta que se deben impulsar los espacios necesarios para diagnosticar personas, aislar casos y tratar a pacientes. Sobre este punto, argumentan que la experiencia de China e Italia “ha puesto de relieve la necesidad crítica de garantizar una capacidad adecuada de camas de hospital en camas de cuidados generales e intensivos, más específicamente para abordar el aumento de pacientes gravemente enfermos por una enfermedad infecciosa”.

En 2017, España contaba con 2,4 camas de cuidados agudos por cada 1.000 personas; se sitúa por debajo de la media de la OCDE (3,7 camas) y de los países más dotados como Japón (7,8) o Alemania (6)

En este sentido, este organismo internacional muestra cómo las estadísticas vuelven a dejar en un mal lugar a España. Según datos de 2017, el Sistema Nacional de Salud contaba con 2,4 camas de hospital de cuidados agudos por cada 1.000 personas, una de los países con peores datos. La mayoría de los países de la OCDE tienen entre 2,5 y 5 camas de agudos por cada 1.000 personas, con una media general de 3,7. Pero hasta 12 países presentan datos mejores que dicha media: de ellos, destacan Japón (7,8 camas), Corea del Sur (7,1) y Alemania (6).

Número de camas para pacientes agudos por cada 1.000 personas en los países de la OCDE (Fuente: OCDE)

Igualmente, se ha analizado la capacidad de camas para pacientes críticos que tienen diez países de la OCDE, los que cuentan con información disponible, para proporcionar el tratamiento requerido para los pacientes más graves con Covid-19. De estos 10 estados, Españaocupa la séptima posición, con una capacidad de 9,7 camas de UCI por cada 100.000 personas. Los mejores dotados son Alemania (33,9 camas), Austria (28,9) y Estados Unidos (25,8).

Por todos estos motivos, el informe concluye que ante la crisis actual “la capacidad de crear una gran dotación de personal, suministros y espacios es una característica clave”. Finalmente, incide en que “la crisis de COVID-19 demuestra la necesidad de aportar flexibilidad y adaptabilidad en el uso de los recursos existentes, así como la planificación para responder al aumento de la demanda”.

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