La presencia del virus y la ausencia de anticuerpos frente a él permiten predecir la gravedad Covid

Pasado un año del alta hospitalaria, han fallecido en torno al 1% de los pacientes con COVID-19 que habían estado en UCI.

El director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Cristóbal Belda (Foto. A.Martínez Vélez. POOL Europa Press)
El director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Cristóbal Belda (Foto. A.Martínez Vélez. POOL Europa Press)
Patricia Merino - Redactora
30 diciembre 2021 | 10:00 h

El estudio CIBERES-UCI-COVID es uno de los proyectos más destacados del Fondo COVID que, desde abril de 2020 ha financiado 129 investigaciones sobre SARS-CoV-2 y la COVID-19.

Este mes se concluye este trabajo tras haber estudiado entre 2020 y 2021 a más de 6.000 ingresados por COVID-19 en 69 Unidades de Cuidados Intensivos de hospitales españoles.

Esta investigación, coordinada desde el CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), ha estudiado la relación entre la detección del SARS-CoV-2 en la sangre de los pacientes y la gravedad de la enfermedad. ''Sus resultados señalan que tanto la presencia del virus, detectado mediante búsqueda de mRNA y antígenos en sangre, como la ausencia de anticuerpos frente al virus, son factores que permiten predecir la gravedad de la enfermedad'', ha señalado el director del ISCIII, Cristóbal Belda.

CIBERES-UCI-COVID también ha aportado claves para tratar de personalizar las terapias contra la COVID-19

Tener este conocimiento permite, junto a las características clínicas que acompañan a la COVID-19 (edad, otras enfermedades, etc.), ''mejorar la capacidad para manejar y tratar la enfermedad en los pacientes graves'', ha afirmado Belda.

CIBERES-UCI-COVID también ha aportado claves para tratar de personalizar las terapias contra la COVID-19, tanto con los tratamientos actualmente disponibles -corticoides, por ejemplo- como con opciones que en un futuro podrían ser útiles para tratar la enfermedad, como fármacos antivirales y anticuerpos monoclonales.

El Sistema Nacional de Salud dispone de la tecnología necesaria para identificar estos marcadores de gravedad y optimizar el mejor manejo de los pacientes, facilitando el inicio del tratamiento.

Otros resultados de este proyecto han permitido saber que, pasado un año del alta hospitalaria, han fallecido en torno al 1% de los pacientes con COVID-19 que habían estado en UCI. Además, la mortalidad de estos pacientes ingresados en cuidados intensivos se ha situado en un 31%.

El proyecto CIBERES-UCI-COVID está liderado por el jefe de grupo del CIBERES en el Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Torres, apoyado por el doctor Ferrán Barbé, director del CIBERES, así como por el doctor Jesús Bermejo, del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca.

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