Las vacunas contra la COVID-19 se erigen como la mejor herramienta para controlar la pandemia. Así está quedando demostrado en el escenario epidemiológico actual en el que, a pesar del incremento preocupante de los nuevos contagios, las tasas de ingresos hospitalarios, UCI y fallecimientos se mantienen a la baja.
De acuerdo al último informe hecho público por el Ministerio de Sanidad en base a los datos reportados por las comunidades autónomas, las mayores incidencias acumuladas a 14 días por cada 100.000 habitantes se producen en los grupos poblacionales más jóvenes. De esta forma la cifra se sitúa en los 1.524,81 casos por cada 100.000 habitantes en los jóvenes con edades comprendidas entre los 12 y los 19 años, y se eleva hasta 1.838,15 si hablamos de aquellos de entre 20 y 29 años. Precisamente los grupos que por edad no han formado parte hasta hace unos días de la Estrategia Nacional de Vacunación contra la COIVID-19.
Cierto es que las vacunas no evitan los contagios de acuerdo a la evidencia científica disponible actualmente. Pero han demostrado ser altamente eficaces en la prevención del desarrollo de enfermedad moderada o grave, lo que se traduce en una reducción significativa de la posibilidad de acabar ingresado en un hospital, UCI e incluso fallecer.
En este punto conviene recordar las declaraciones realizadas en los últimos días por la ministra de Sanidad, Carolina Darias; y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón.
LA EXPLICACIÓN DEL 10%
“Si aumenta el virus puede acabar afectando a gente que piensa que está protegida. Cuanto mayor sea la transmisión entre los no vacunados, mayor será la probabilidad de que se vea afectada una persona vacunada pero no inmunizada”, afirmaba el director del CCAES en una de sus últimas ruedas de prensa aludiendo a un 10% de los vacunados que podría no desarrollar inmunidad suficiente ya que la eficacia de las vacunas ronda el 90%. “Hay que recordar que el 10% de los inmunizados no genera anticuerpos, por lo que pueden contagiarse y acabar hospitalizados. Están expuestos ante una infección con síntomas y cuadros médicos más graves”, manifestada indicando que “un 10% no desarrolla inmunidad”.
Hasta la fecha el 5,5% de las personas con la pauta completa en nuestro país se ha infectado y el 11,4% con solo una dosis administrada según los datos recopilados en las últimas cinco semanas
Una línea que seguía la titular de Sanidad a la hora de hablar de los preocupantes incrementos de casos: "Existe el riesgo de que los brotes afecten a otras personas vulnerables, que forman parte del escape vacunal del 10%”.
Sobre estas advertencias conviene matizar para evitar el miedo y la confusión en la población general. Los datos expresados por Simón y Darias proceden de los ensayos clínicos desarrollados por los fabricantes de las vacunas y que han contado con la participación de decenas de miles de voluntarios en todo el mundo. Pero son datos de ensayos clínicos y las vacunas están demostrando un mejor desempeño en el mundo real.
El pasado 14 de julio Darias explicaba en la rueda de prensa celebrada tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que, de un total de más de 17 millones de personas vacunadas con pauta completa en España, 26.125 se habían contagiado.
Tomando como referencia el dato hecho público por la ministra de Sanidad se revela que un 0,15% del total de personas vacunadas con la pauta completa se habría contagiado. Un porcentaje muy lejano del 10% sugerido por los ensayos clínicos.
LAS VACUNAS FUNCIONAN
La ministra de Sanidad ha actualizado esta cifra en el último CISNS celebrado. Hasta la fecha el 5,5% de las personas con la pauta completa en nuestro país se ha infectado y el 11,4% con solo una dosis administrada según los datos recopilados en las últimas cinco semanas. Datos que demuestran la eficacia de las vacunas y un rendimiento muy superior a lo determinado por los ensayos clínicos. “Son unos datos muy relevantes porque demuestran la importancia de la vacunación”, apostillaba Darias.
La cifra de vacunados que se infecten no depende únicamente de la eficacia de las vacunas a la hora de evitar la transmisión, sino que juega un papel fundamental el volumen de los contagios y la rapidez con la que estos se sucedan
Es necesario recordar que la cifra de vacunados que se infecten no depende únicamente de la eficacia de las vacunas a la hora de evitar la transmisión, sino que juega un papel fundamental el volumen de los contagios y la rapidez con la que estos se sucedan tal y como han explicado Darias y Simón. Se suman a la ecuación las variantes del SARS-CoV-2. Un escenario en el que la expansión de Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en india) es la que más preocupa dada su mayor transmisibilidad.
A pesar de ese 5,5 y 11,4% de personas con pauta completa o una dosis inoculada y que se han contagiado, las vacunas funcionan. Las tasas de hospitalización e ingreso en UCI aumentan, pero de forma más lenta que en olas anteriores de la pandemia. Actualmente hay 6.856 pacientes COVID hospitalizados lo que se traduce en una tasa nacional de ocupación hospitalaria por cada 100.000 habitantes de 14,45. Si ponemos el foco en las UCI, el número de pacientes ingresados es de 1.116 con una tasa nacional de ocupación por cada 100.000 habitantes del 2,35. Unas cifras que distan notablemente de anteriores olas con cifras similares de contagios, pero en las que no se contaba con las que vacunas.
Los datos no engañan: las vacunas funcionan y vacunarse es el único camino para protegernos y proteger del resto al virus. Se suma el hecho de diversos estudios, como el realizado por la Universidad de Ciencias de la Salud de Arizona (Estados Unidos), que sugieren que las personas vacunadas completamente contra el virus, presentan menores cargas virales en caso de infección. Hecho fundamental en términos de transmisión y para ralentizar la circulación del virus.
Recordar además que los inmunólogos han afirmado que la inmunidad celular es fundamental y, aunque esta no se mide, diversos estudios han confirmado que prácticamente el 100% de los vacunados desarrolla anticuerpos.
LAS MENTIRAS DE LOS NEGACIONISTAS
Hace unas semanas varias administraciones públicas informaron de que una parte de los nuevos ingresados por COVID-19, además de ser personas que no estaban vacunadas lo cual refuerza la eficacia de los sueros, eran negacionistas con edades comprendidas entre los 50 y los 60 años que habían rechazado las vacunas.
En nuestro país el negacionismo del virus y los movimientos contrarios a la vacunación han estado peligrosamente alimentados en los últimos días por el agricultor y divulgador de pseudociencias, Josep Pàmies, y el cantante Miguel Bosé. A través de un acto organizado en Lérida animaron a los asistentes a no vacunarse contra la COVID-19 con declaraciones polémicas y sin contrastar que suponen un grave riesgo para la salud individual y pública.