Infecciones ginecológicas en verano: la SEGO recomienda evitar la humedad para su prevención

La SEGO recuerda que mantener la zona genital seca, tener una correcta higiene íntima y el uso de ropa interior de algodón es fundamental para prevenir infecciones en verano

Infecciones ginecológicas en verano (Foto: Freepik)
Infecciones ginecológicas en verano (Foto: Freepik)
20 julio 2023 | 13:00 h

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), ha querido recordar una serie de recomendaciones para prevenir el desarrollo de infecciones ginecológicas en verano. Estas infecciones aumentan durante la época estival, debido a la humedad de los bañadores o el aumento de la sudoración por el calor. Estas circunstancias también pueden derivar en alteraciones en la microbiota vaginal.

La humedad mantenida en la ropa de baño o el incremento de la sudoración ayudan a generar el ambiente perfecto para que los hongos y otros patógenos proliferen en la zona genital. Por ello, la SEGO recomienda mantener seca el área vulvovaginal tras el baño en una playa o piscina. Además, el cloro o la suciedad de algunas aguas de baño pueden afectar a la zona genital, por lo que también se recomienda una ducha tras el baño para eliminar posibles excesos de cloro y suciedad.

En lo relativo a la higiene íntima, es importante lavar la zona vulvar, pero siempre en la zona externa. Esto debe realizarse solo con agua o jabón neutro sin perfume, y exclusivamente en las ocasiones necesarias. Las duchas o lavados vaginales no están recomendados.

Un exceso de lavado en esta zona puede ser contraproducente, pues reduce las defensas naturales y altera el pH vaginal

Un exceso de lavado en esta zona puede ser contraproducente, pues reduce las defensas naturales y altera el pH vaginal. Así, no se recomienda lavarse frecuentemente, de tres a cuatro veces al día, salvo que sea necesario. Tampoco se debe usar productos de higiene íntimos no certificados u otros productos que no sean los anteriormente indicados.

Por otro lado, es aconsejable que la ropa interior sea de algodón y no demasiado ceñida, con el objetivo de lograr una correcta transpiración y sequedad de la zona genital femenina. El uso de tejidos de licra o nylon que no transpiran no está recomendado, pues favorecen una mayor humedad en la zona vulvar.

Además, desde la SEGO recomiendan evitar el uso continuado de los protectores sanitarios, como salvaslip, a menos que sea necesario. Estos productos no dejan liberar correctamente el calor y la humedad de la zona y, por ser sintéticos, pueden generar dermatitis y alergias en la piel de la zona, generando síntomas similares a los de infecciones.

En caso de tener que llevar protectores sanitarios, es importante cambiar de forma habitual la compresa, tampón o copa vaginal para prevenir infecciones. Los cambios deben realizarse también en función del flujo vaginal que se tenga.

La depilación de la zona genital elimina el vello que cumple una función protectora de infecciones. Los vellos en esta zona son protectores de infecciones o heridas por roce con la ropa, y mantienen el ambiente de la vulva y la vagina protegidos ante estas circunstancias. En el caso del rasurado, existe riesgo de infecciones localizadas en la piel de la zona, por lo que se aconseja utilizar material muy limpio y no depilar el área vulvar completa, dejando por lo menos 1 cm de vellos a cada lado para que ejerzan de protección.

Si se presentan síntomas de infección o flujo vaginal anormal, la SEGO aconseja a las mujeres acudir a la consulta de los especialistas de Ginecología

Si se presentan síntomas de infección o flujo vaginal anormal, la SEGO aconseja a las mujeres acudir a la consulta de los especialistas de Ginecología. Los especialistas podrán valorar si existe alguna infección vaginal o un desequilibrio de la microbiota vaginal o vaginosis bacteriana

Los síntomas más comunes de esta situación son enrojecimiento, picor, molestias con la micción, irritación de la zona vaginal y cambio en la secreción vaginal, más blanca y grumosa en el caso de la candidiasis o amarillenta y espumosa o maloliente en otras infecciones.

Es de gran importancia evitar la automedicación, pues la toma de medicamentos sin supervisión sanitaria puede provocar incluso cambios en la microbiota vaginal, o que las defensas del sistema inmunológico puedan bajar. La recomendación se aplicaría también en el caso de que se detecten síntomas anómalos, como pueden ser cambios en el abdomen y en la menstruación, u otros dolores ginecológicos.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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