EE UU, tras los pasos de la UE para evitar enfermedades de origen alimentario en mercados minoristas

La FDA y los CDC llegan a un acuerdo para reforzar la colaboración y reducir los factores de riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos en establecimientos minoristas y servicios de alimentos

Una mujer comprando un perrito caliente en un establecimiento (Foto. Freepik)

Las enfermedades trasmitidas por alimentos suponen una de las mayores preocupaciones de salud pública de Estados Unidos. Si a nivel mundial hablamos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 600 millones de personas se enferman y 420.000 mueren cada año por la ingesta de alimentos contaminados, solo por diarreas causadas por estos alimentos mueren al año 96.000 niños;  en EE.UU. hablamos de 48 millones de enfermos, 128.000 hospitalizados y 3.000 muertes cada año por enfermedad transmitida por alimentos. Lo que, según publica el informe ‘Technical report: FDA report on the occurrence of Foodborne illness risk factors in Retail food store deli departments 2015-2016’, supone un coste económico de 77,7 mil millones de dólares.

Los factores de riesgo de una enfermedad de transmisión alimentaria vienen dados normalmente por una pobre higiene, un mal mantenimiento de los alimentos, una contaminación del mismo (bien por tóxicos, bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas), una forma inadecuada de cocinarlas o la obtención de alimentos de fuentes que no pasan los controles alimentarios. No hace falta irse muy lejos para entender lo que un alimento contaminado puede provocar en la salud humana: el brote en 2019 de la listeria por el consumo de carne mechada en España provocó 22 cuadros de afectación del sistema nervioso central, cuatro sepsis graves y tres defunciones; en Estados Unidos ese mismo año se detectó un brote de salmonelosis por contacto con aves del corral que afectó a 1.134 personas, de las que 219 fueron hospitalizadas y se notificaron dos muertes, cada año en Europa la campilobacteriosis es la enfermedad de origen alimentario más notificada. Y si ponemos el foco en los últimos dos años, no podemos olvidarnos del origen del SARS-CoV-2 en el mercado húmedo de Wuhan, trasmitido por un pangolín al que había infectado un murciélago.

“Los gobiernos deben elevar la inocuidad de los alimentos al rango de prioridad de salud pública”, manifiestan desde la OMS

Los alimentos contaminados por sustancias químicas u otros agentes pueden causar discapacidad persistente y muerte. Ante esto, la inocuidad de los alimentos se convierte en una prioridad de Salud Pública, algo que en 2019 tanto en la Conferencia Internacional sobre Inocuidad Alimentaria celebrada en Addis Abeba como en el Foro internacional sobre Inocuidad Alimentaria y Comercio celebrado en Ginebra se reiteró su importancia para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Los gobiernos deben elevar la inocuidad de los alimentos al rango de prioridad de salud pública”, manifiestan desde la OMS.

Cada vez son más los países que cuentan con programas, planes y políticas, principalmente en Occidente. Por ejemplo, recientemente la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) ha publicado una serie de recomendaciones que tienen como objetivo mejorar el bienestar de los animales durante el transporte. Y en las últimas semanas la Agencia Americana del Alimento y el Medicamento (FDA por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) han firmado un memorando para fortalecer la seguridad alimentaria en entornos minoristas.

PROTECCIÓN DE LOS ESTABLECIMIENTOS MINORISTAS

En 2023 se cumplen 30 años desde que la FDA publicara el Código Alimentario, un modelo que promueve estándares nacionales uniformes para la seguridad alimentaria minorista, asegura la actualización de las regulaciones de seguridad alimentaria en base a los avances científicos, proporciona controles efectivos como un medio para reducir los riesgos de enfermedades transmitidas por los alimentos dentro de los establecimientos minoristas y ofrece un enfoque integral para la gestión de la inocuidad de los alimentos, entre otras medidas.

Esperan “reducir la ocurrencia de enfermedades transmitidas por alimentos en establecimientos minoristas y de servicio de alimentos en todo el país”

En el contexto del trigésimo aniversario, la FDA y los CDC han firmado un memorando con el objetivo de avanzar en los esfuerzos de colaboración para reducir la ocurrencia de factores de riesgo de enfermedades de origen alimentario en establecimientos minoristas y de servicio de alimentos. “Ambos organismos tienen la intención de promover los esfuerzos conjuntos establecidos en este Memorando de Entendimiento, sujeto a la disponibilidad de fondos y otros recursos necesarios, que se basarán en la comunicación como la base del trabajo conjunto de los dos Socios para promover prácticas alimentarias seguras en los Estados Unidos”, recoge el acuerdo.

Las metas son aumentar la uniformidad, consistencia y capacidad de los programas de protección de alimentos minoristas  agencias reguladoras estatales, tribales, locales y territoriales; promover el control gerencial activo de la industria de los factores de riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos y una cultura de seguridad alimentaria; y mantener una sólida fuerza laboral de del Equipo Nacional de Alimentosal por Menor de la FDA para apoyar los programas de las agencias reguladoras.

Con todo ello, esperan “reducir la ocurrencia de enfermedades transmitidas por alimentos en establecimientos minoristas y de servicio de alimentos en todo el país”, concluye el manifiesto.

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