Los retos de los refuerzos contra la Covid-19: para más gente y adaptadas a las nuevas variantes

Después de lograr el desarrollo de vacunas seguras y eficaces, tras dos años del inicio de la campaña de vacunación, aun quedan muchos objetivos por alcanzar.

Vacunación (Foto: Freepik)
Vacunación (Foto: Freepik)
Blanca Mas
27 diciembre 2022 | 00:00 h

La campaña de vacunación contra la Covid-19 aún está en marcha, dos años después de que se inocularan las primeras dosis. El 27 de diciembre de 2020, España comenzó a administrar dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech, a la que más tarde se unieron las de AstraZeneca, Moderna y Janssen.

Los primeros en recibir las vacunas fueron los mayores que viven en residencias y el personal sanitario que trabaja cuidándoles. Pero, hasta día de hoy, se ha conseguido vacunar al 93% de ciudadanos con al menos 1 dosis y un 92% de españoles tienen la pauta completa. Asimismo, un 55% de la población española tiene una dosis de refuerzo. Más concretamente, el 93% de las personas mayores de 60 años tienen la dosis de refuerzo y un 50% de personas con más de 60 años tiene dosis de refuerzo con vacuna adaptada.

Después de lograr el desarrollo de vacunas seguras y eficaces, aun quedan muchos objetivos por alcanzar. Uno de ellos es su acceso equitativo para todas las personas del mundo. Los países más ricos del mundo han acaparado la mayor parte de las dosis, pero en otros países la vacunación ha sido muy desigual. Sobre todo, en países africanos, donde hay lugares en los que la vacunación contra la Covid-19 no supera el 10%.

Un 54,6% de europeos tiene la primera dosis de refuerzo; un 12,7% la segunda dosis y solo un 1% tiene la tercera dosis de refuerzo en Europa

Muy diferente es la situación en Europa, donde el 75,5% de ciudadanos tiene al menos 1 dosis. Sin embargo, a medida que se han ido incluyendo las dosis de refuerzo, cada vez ha habido menos vacunados. Un 54,6% de europeos tiene la primera dosis de refuerzo; un 12,7% la segunda dosis y solo un 1% tiene la tercera dosis de refuerzo.

En este contexto, desde la aparición de los primeros casos de Covid-19, el SARS-CoV-2 no ha dejado de evolucionar, como demuestran las distintas variantes de interés y preocupación que han ido sucediéndose a través de las distintas olas de la pandemia. La última actualización sobre la situación de las variantes del coronavirus en España, realizada por el Ministerio de Sanidad, informaba que la variante Ómicron sigue siendo la dominante en nuestro país.

Ómicron comprende cinco linajes (BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5) y los sublinajes derivados de estos. BA.5 y los linajes derivados se mantienen sin cambios importantes y continúan siendo dominantes en España y en el mundo, pero se han detectado numerosos linajes con mutaciones que podrían relacionarse con un mayor escape a la respuesta cuya prevalencia está creciendo.

La comunidad científica debe continuar avanzando en el desarrollo de vacunas más precisas que se espera proporcionen una mayor protección frente a las variantes del coronavirus circulantes

Es más, las recientes recomendaciones de la EMA son un claro ejemplo de que la pandemia todavía no ha terminado. Cierto es que la fotografía epidemiológica que observamos en la actualidad dista notablemente de los primeros meses de crisis sanitaria. El SARS-CoV-2 ha llegado para quedarse y las vacunas que se han estado inoculando y continúan administrándose desde los inicios de las campañas globales de vacunación masiva contra la Covid-19 son efectivas, pero todas han sido diseñadas en base a la cepa original. Razón por la que la administración como refuerzo de las vacunas autorizadas es de vital importancia para generar una protección más sólida frente a las variantes que actualmente se encuentran en circulación.

En septiembre la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) recomendaba la autorización de las dos primeras vacunas adaptadas: Comirnaty Original/Omicron BA.1 y Spikevax bivalente Original/Omicron BA.1. El organismo también informaba de que se están revisando otras vacunas adaptadas que incorporan diferentes subvariantes de Ómicron que actualmente se encuentran en circulación. Hablamos concretamente de BA.4 y BA.5. De este modo el regulador europeo recomendaba el pasado 12 de septiembre la autorización de una vacuna bivalente adaptada dirigida a las subvariantes de Ómicron BA.4 y BA.5, además de contra la cepa original del SARS-CoV-2.

Sin embargo, los microbiólogos llevan avisando desde principios del otoño que las variantes de Ómicron no van a dejar de crecer, por lo que la comunidad científica debe continuar avanzando en el desarrollo de vacunas más precisas que se espera proporcionen una mayor protección frente a las variantes del coronavirus circulantes.

A LA ESPERA DE LA VACUNA ESPAÑOLA

Hipra presentó en octubre los últimos datos que la EMA solicitó para concluir su evaluación de la vacuna contra la COVID-19 producida por el laboratorio español. Sus planes se centraban en recibir la luz verde para su registro y comercialización en noviembre y poder distribuir las primeras dosis a los Estados miembro antes de que acabe el año.

Aun así, las administraciones están pendientes de la autorización por parte de la EMA por su comercialización. Hace apenas un mes, Darias destacaba que ofrece un “grado de seguridad” mayor al de otras ya aprobadas y que, debido a que ofrece una “plataforma distinta” en forma de proteína recombinante, ésta ofrece una “alta eficacia frente a las variantes”. Es más, el objetivo del Ministerio de Sanidad es que la vacuna de Hipra se añada al porfolio que se está utilizando actualmente en España en la campaña de vacunación de la segunda dosis de refuerzo. Pero, por el momento, hasta este nuevo año no se sabrá nada de esta vacuna.

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