Una investigación halla la relación entre las partículas contaminantes de aire y los paros cardíacos

El estudio basó sus conclusiones en los datos recogidos en Singapur de paros cardíacos fuera del hospital y de los niveles diarios de contaminantes del aire entre 2009 y 2018

Contaminación del aire (Foto: EP)
14 noviembre 2022 | 09:30 h

Una investigación llevada a cabo en Singapur ha confirmado la relación entre las diminutas partículas de la contaminación atmosférica y los paros cardíacos repentinos en la población general. Publicada en la revista científica 'The Lancet Public Health', esta investigación resuelve la incertidumbre causada por las inconsistencias en estudios anteriores debido a las limitaciones en la disponibilidad y calidad de los datos ambientales y de la enfermedad.

El estudio evaluó si existía una correlación entre las paradas cardíacas extrahospitalarias y los niveles de diminutas partículas de contaminación del aire que son al menos 25 veces más pequeñas que el ancho de un cabello humano. Esta categoría de partículas PM2,5 es conocida por investigaciones por aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias e incluso oculares.

"Hemos aportado pruebas claras de una asociación a corto plazo de las PM2,5 con la parada cardíaca extrahospitalaria, que es un acontecimiento catastrófico que suele provocar la muerte súbita", ha comentado el líder del estudio, Joel Aik. Este estudio basó sus conclusiones en los datos sobre todos los casos de paros cardíacos fuera del hospital en Singapur entre 2009 y 2018. El calendario de estos casos se comparó con los niveles diarios de contaminantes del aire durante el mismo periodo.

El estudio determinó que las partículas de contaminación atmosférica están relacionados con la parada cardíaca extrahospitalaria, por lo que los resultados ponen de manifiesto los esfuerzos que se deben de llevar para reducir los niveles de partículas contaminantes

El análisis estadístico identificó 492 de los 18.131 eventos de paro cardíaco extrahospitalario que los investigadores pudieron atribuir a un aumento de las concentraciones de PM2,5, ya sea el día del paro cardíaco o hasta dos días antes. El estudio también identificó una clara reducción del riesgo de tres a cinco días después de la exposición al contaminante, lo que sugiere un efecto relativamente a corto plazo.

"Estos resultados ponen de manifiesto que los esfuerzos por reducir los niveles de partículas contaminantes en el aire en el rango de 2,5 microgramos o menos, y las medidas de protección contra la exposición a estas partículas, podrían contribuir a reducir los paros cardíacos súbitos en la población de Singapur, al tiempo que reducirían la carga de los servicios sanitarios", ha detallado el doctor Aik.

ENFERMEDADES DERIVADAS DE LAS PARTÍCULAS

Una investigación llevada a cabo por expertos de laUniversidad de Birmingham y de instituciones de investigación chinas han determinado que respirar aire contaminado podría hacer que las partículas toxícas sean transportadas de los pulmones al cerebro a través del torrente sanguíneo, lo que podría contribuir a provocar trastornos cerebrales y daños neurológicos.

Los científicos investigaron los fluidos cerebroespinales humanos tomados de pacientes que habían sufrido trastornos cerebrales, encontrando diversas partículas finas. De esta forma, se descubrió un proceso que puede dar lugar a que las sustancias tóxicas en forma partículas acaben en el cerebro.

"Los datos sugieren que hasta ocho veces más partículas finas pueden llegar al cerebro viajando, a través del torrente sanguíneo, desde los pulmones que pasando directamente por la nariz añadiendo nuevas pruebas sobre la relación entre la contaminación del aire y los efectos perjudiciales de dichas partículas en el cerebro", determina Iseult Lynch, profesora de la Universidad de Birmingham.

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