Linfedema: desafíos y avances para una enfermedad que afecta a más de 1 millón de españoles

En el Día Mundial del Linfedema, la necesidad de mejorar su prevención cobra especial relevancia para una enfermedad estrechamente ligada a los paciente oncológicos

Fisioterapia de trabajo manual en la pierna (Foto. Freepik)
Fisioterapia de trabajo manual en la pierna (Foto. Freepik)
Verónica Serrano
6 marzo 2024 | 13:00 h

Desde 2013, cada 6 de marzo se celebra oficialmente el Día Mundial del Linfedema. Esta enfermedad crónica es a menudo infradiagnosticada o incluso confundida con otras enfermedades, a pesar de presentar unas elevadas cifras de incidencia: se estima que afecta a entre 140 y 250 millones de personas en todo el mundo, según explica la Asociación Española del Linfedema. Aunque en España los datos no se conocen con exactitud, se estima que más de 1 millón de personas podrían sufrir esta enfermedad.

El sistema linfático es una pieza imprescindible dentro del engranaje del cuerpo humano. Su función es la de ayudarle a combatir infecciones a través de los ganglios, órganos y vasos linfáticos, que transportan el líquido linfático por el organismo hasta el torrente sanguíneo para drenarlo. Sin embargo, la actividad tumoral o su tratamiento oncológico pueden ocasionar una acumulación de esta linfa dentro del cuerpo, interrumpiendo así el flujo y produciendo daños en estos órganos y conductos. Así es como aparece el linfedema.

La prevalencia del linfedema en pacientes con cáncer de mama es de entre el 29% y el 43%

En concreto, esta patología surge por la acumulación de linfa en el intersticio (el espacio entre los tejidos y los órganos) tras una insuficiencia mecánica del sistema linfático. Ocurre como consecuencia de un fallo en los órganos y conductos implicados en el transporte del líquido linfático, bien por un defecto sin causa aparente (primario) o como resultado de un daño en el sistema linfático (secundario).

Uno de los factores de riesgo con mayor prevalencia en los casos de linfedema secundario es la aparición de actividad tumoral. Tanto la enfermedad como su tratamiento oncológico pueden influir en la aparición del linfedema. De hecho, la Asociación Española del Linfedema describe que el sarcoma (30%), el cáncer de mama (29-43%), los tumores malignos ginecológicos (20%), los melanomas (10%), los tumores genitourinarios (10%) y los de cabeza y cuello (4%) son los principales causantes del fallo linfático. La extracción de ganglios en la axila, pelvis, ingle o cuello y la radiología se han estudiado como causas desencadenantes de la enfermedad.

La fisioterapia especializada es el tratamiento indicado en el abordaje del lnfedema

Por ello, la sensibilización sobre el linfedema en la sociedad, pero especialmente entre los pacientes oncológicos, cobra cada vez más relevancia. Informar sobre la prevención y el abordaje de las posibles secuelas tras un cáncer es un paso crucial para que los pacientes puedan sospechar ante la manifestación de los primeros síntomas de linfedema y acudir a consulta. Sin embargo, desde laAsociación Española del Linfedema lamentan que esa sensibilización es también necesaria en el ámbito de la Sanidad, pues “los profesionales sanitarios que saben diagnosticarlo y conocen su tratamiento son muy pocos en España”.  

Este es, precisamente, uno de los mayores desafíos en el abordaje del linfedema. Una mejor divulgación evitaría los infradiagnósticos de la enfermedad, a menudo confundida con otras patologías por sus consecuencias físicas, como la obesidad o el lipedema. La hinchazón de alguna extremidad, la piel tensionada y pesadez en la zona transforman la apariencia del área afectada. Con un diagnóstico adecuado y precoz, los pacientes podrán recibir el tratamiento indicado y a tiempo, capaz de reducir la sintomatología y de mejorar su calidad de vida. No obstante, al ser una enfermedad progresiva, los primeros síntomas suelen pasar desapercibidos para médicos y pacientes.

AVANCES EN EL TRATAMIENTO DEL LINFEDEMA

Actualmente, el linfedema es una enfermedad sin cura, pero un tratamiento temprano puede frenar la evolución de la enfermedad y, al mismo tiempo, conseguir que el edema pase desapercibido. De ahí la importancia de la prevención con programas impartidos para los pacientes oncológicos. La fisioterapia especializada es la técnica capaz de controlar el linfedema, gracias al drenaje manual de la zona a tratar, la aplicación de presoterapia y la realización de un vendaje de contención.

Las líneas de investigación abiertas para el linfedema presentan varios retos, tales como reducir la morbilidad de los pacientes y mejorar su funcionalidad y calidad de vida. El acompañamiento al paciente también es clave, especialmente en los casos de tipo secundario en los que la enfermedad pueda aparecer a consecuencia de un cáncer. Más allá de los cambios físicos, reducir el impacto emocional que el linfedema ocasiona en los afectados a través de la terapia psicológica debe contemplarse dentro de un abordaje integral.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído