Muertes por hepatitis aguda infantil: "El nuevo hígado llega, pero tarde para el resto del cuerpo"

Más de 20 niños han fallecido por la hepatitis aguda infantil de origen desconocido estos meses, se siguen investigando las causas de esta enfermedad

Los casos de hepatitis aguda en niños se disparan en Reino Unido y su origen es desconocido
5 agosto 2022 | 13:00 h

Desde que en abril comenzaran los primeros casos de hepatitis aguda infantil de origen desconocido se han notificado 1.010 casos probables en el mundo, según el último informe actualizado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a fecha de 8 de julio. De estos casos, 46 niños han requerido trasplante y 22 han fallecido. En España, este jueves 4 de agosto, el Ministerio de Sanidad informaba que dos niños de 6 años y 15 meses habían fallecido tras recibir un trasplante hepático. En total, en nuestro país, se han detectado 46 casos, tres han precisado un trasplante de hígado y dos han fallecido.

Los casos de hepatitis idiopática en niños no son extraños. Es común que cada año un pequeño porcentaje de niños desarrollen una hepatitis que no responda a ninguno de los virus conocidos (A, B, C, D o E) o a alguna enfermedad como el síndrome de Alagille o la Deficiencia de alfa-1 antitripsina. Según datos de la Red de Investigación de Enfermedades Hepáticas Infantiles de Canadá, la inflamación hepática sin causa concreta está en muchos casos causada por infecciones que no siempre se consiguen identificar.

En este estudio señalan que el 14% desarrolló insuficiencia hepática fulminante, un trasplante hepático que les salvó la vida

Los expertos apuntan a los adenovirus o a dos subtipos de adenovirus como causa de estos casos de hepatitis especialmente virulentos. Según diversos estudios los síntomas más frecuentes y que comparte con otro tipo de hepatitis son las náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal o ictericia. En un estudio publicado en ‘The New England Journal of Medicine’ señalan que el 14% desarrolló insuficiencia hepática fulminante que produce a su vez un importante daño del resto del organismo. Un trasplante hepático les salvó la vida. En algunos casos, también sufren encefalopatía grave. La encefalopatía hepática se suele producir cuando los pacientes tienen una enfermedad del hígado de forma crónica, genera confusión, desorientación y somnolencia. Se puede tratar eliminando los desencadenantes y las sustancias tóxicas que se han fugado al intestino.

ALTA VIRULENCIA

La virulencia y el avance galopante de este tipo de hepatitis idiopática han sorprendido desde el principio a los expertos. Como señalaba el estudio citado, en un principio el 10% de los pacientes precisaron de trasplante de hígado ante el daño hepático sufrido. Finalmente, según los datos mundiales, este porcentaje de trasplante se ha estabilizado en el 5% de los casos, siendo, de todas maneras, unas tasa más alta de la esperada por los expertos. En cuanto a los fallecimientos, estos responden al 2% de los casos.

"Sobre los dos fallecimientos que se han producido hasta la fecha, en principio no hay elementos diferenciadores de estos casos de otros que ha habido"

"Sobre los dos fallecimientos que se han producido hasta la fecha, en principio no hay elementos diferenciadores de estos casos de otros que ha habido en lo que se refiere a características especiales de los pacientes, ni factores de riesgo que sepamos. Si es cierto que la evolución fue rápida y grave con empeoramiento rápidamente progresivo de la situación clínica del paciente", explica a Consalud.es el Dr. Rafael González de Caldas Marchal, coordinador del grupo de trabajo de Hepatitis de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (SEGHNP).

"Ante un fallo hepático la situación metabólica del organismo se deteriora rápidamente y, de forma progresiva, lleva al fallo de otros órganos y sistemas, entrando el organismo en una situación de fallo multiorgánico y daño cerebral", señala el experto. La única solución sería un trasplante de hígado, como el que han recibido los dos niños fallecidos en España. "Si se llega en una muy mala situación del paciente podríamos decir que aunque tenemos un órgano 'nuevo' ya es tarde para el resto del organismo; el órgano trasplantado no es capaz de mejorar la situación y esta se vuelve irreversible y provoca el fallecimiento del paciente".

El tratamiento para bajar la inflamación del hígado, o en su caso más crítico trasplantarlos, están permitiendo curar a los niños, que en su gran mayoría, el 98%, se han curado sin, por el momento, secuelas en su salud. Con todo, el desconocer las causas complica el tratamiento de estos pacientes, y los investigadores centran todos sus esfuerzos precisamente en encontrar el origen de esta hepatitis. Tras hallar evidencias de toxinas o de SARS-CoV-2 en algunos de los casos, los investigadores apuntan a infecciones por adenovirus, bien tipo 41 o tipo AAV2, como posible origen de esta hepatitis. Una vez que se halle la causa será más sencillo poder prevenir los casos y tratar aquellos que desarrollen la inflamación.

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