Múltiples estudios relacionan la obesidad con el cáncer de tiroides

Se trata del tumor endocrino más frecuente y su caso se ha triplicado en los últimos años

Ecografía de tiroides (Foto: Freepik)
Ecografía de tiroides (Foto: Freepik)
CS
28 septiembre 2018 | 11:56 h

En la actualidad existen evidencias que relacionan el sobrepeso y la obesidad al aumento de riesgo de algunos tipos de tumores y, a pesar de que no existe una demostración clara, múltiples estudios de investigación ya publicados relacionan la obesidad con alteraciones de la función tiroidea (disfunción glandular o hipotiroidismo), y el cáncer de tiroides.

La obesidad es una enfermedad caracterizada por la acumulación excesiva de grasa corporal. Según los últimos datos ofrecidos por la Organización Mundial de Salud (OMS), el 40% de personas adultas y 41 millones de niños menores de cinco años padecen sobrepeso.

 Por su parte, el hipotiroidismo es un trastorno metabólico de déficit de hormonas tiroideas, que se caracteriza por una disminución de la actividad orgánica que afecta a funciones neuronales, digestivas y cardiocirculatorias, entre otras.  Los síntomas de esta patología, independientemente de la causa que lo genere, suelen aparecer poco a poco y puede asociarse a un aumento de peso, debilidad o fatiga, intolerancia al frío, falta de apetito, anemia, etc.

Se relaciona la composición corporal y las hormonas tiroideas en la implicación de la regulación del metabolismo basal, de las grasas y la glucosa

Por ello, se relaciona la composición corporal y las hormonas tiroideas en la implicación de la regulación del metabolismo basal, de las grasas y la glucosa. Para la responsable del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz, Dra. María Luisa de Mingo,  “existen  varias hipótesis por las cuales la obesidad y el hipotiroidismo podrían estar interrelacionados. Entre ellas se encuentran el proceso adaptativo que sufre el organismo de la persona obesa para intentar aumentar el gasto energético y la aparición en el obeso de alteraciones del eje hipotálamo-hipofiso-tiroideo y de un cierto componente de resistencia a la acción de la hormona tiroidea”.

Del mismo modo, hay que tener especial cuidado en la valoración de la función tiroidea en el obeso, ya que éste puede tener una elevación deThyroid Stimulating Hormone (TSH), es decir, de la hormona tirotrópica que regula la producción de las hormonas tiroideas, debida a la propia obesidad sin tener que existir un hipotiroidismo real.

Según la doctora de Mingo, “la hormona leptina, la que regula el apetito,  podría también estar implicada en la alteración tiroidea del obeso ya que parece participar en la regulación de la secreción de la TSH. La correlación encontrada en los estudios entre el índice de masa corporal (IMC) y la TSH es positiva, es decir, a mayor IMC mayor es la elevación de TSH”.

Aunque en la fase previa al tratamiento de un hipotiroidismo clínico (debido a una enfermedad tiroidea o postquirúrgico por extirpación de la glándula), puede presentarse un incremento de peso por la retención de líquidos, es importante tener en cuenta que una vez instaurado el tratamiento correspondiente con hormona tiroidea no habrá mayor predisposición al incremento de peso si la función tiroidea está bien corregida”, asegura la Dra. de Mingo, perteneciente además, al grupo de trabajo de cáncer de tiroides de la SENDIMAD (Sociedad de Endocrinología, Nutrición y Diabetes de la Comunidad de Madrid).

EL CÁNCER DE TIROIDES, UNO DE LOS MÁS FRECUENTES

Actualmente el cáncer de tiroides es el tumor más frecuente y su incidencia se ha triplicado en los últimos 30 años en ambos sexos, siendo más frecuente en la mujer. Sin embargo, no se ha incrementado su mortalidad y suele responder de manera positiva al tratamiento, curándose de manera frecuente con cirugía.

En cuanto a los motivos del aumento de incidencia del cáncer de tiroides, aún se desconoces, pero la opinión de la Dra. Mingo es clara, “la evidencia puede estar relacionada con múltiples factores, como los avances en los métodos de detección, técnicas radiológicas, exposición a la radiación, factores ambientales y tóxicos, síndromes hereditarios o por el hallazgo casual de carcinomas en cirugías tiroideas”.

Dra. de Mingo “En el caso del cáncer de tiroides, la asociación con la obesidad es controvertida,y aunque no está demostrada, múltiples estudios los relacionan"

Por otro lado, se ha demostrado también que la obesidad contribuye al desarrollo de cáncer de colon, mama, riñón y endometrio. A su vez, el Índice de Masa Corporal (IMC) se asocia a mayores tasas de mortalidad de múltiples cánceres como son el de colon, esófago, hígado y mama. “En el caso del cáncer de tiroides, la asociación con la obesidad es controvertida,y aunque no está demostrada, múltiples estudios los relacionan. Existen varias hipótesis por las cuales la obesidad y el cáncer papilar de tiroides podrían estar interrelacionados como la inflamación, el estrés oxidativo y la resistencia a insulina presentes en personas obesas”, subraya la Dra. de Mingo.

TRATAMIENTO

En el Hospital La Luz, los procedimientos más frecuentes consisten en extirpar total o parcialmente la glándula tiroidea (tiroidectomía), así como la extirpación de la mitad de la glándula tiroides (hemitiroidectomía), llegando al centenar de casos el pasado año.

“Además, el hospital cuenta con un equipo de monitorización del nervio recurrente intraoperatoria, que permite identificar y confirmar su funcionamiento disminuyendo drásticamente la tasa de disfonía postquirúrgica, especialmente en los casos más complejos que precisan resecciones más agresivas”, concluye la doctora.                                                                                            

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