Niños con patologías crónicas en el cole: “Sin la enfermera escolar no se cubren sus necesidades”

Los niños se pasan gran parte del día en los colegios, y en el caso de los que tienen patologías crónicas necesitan tomarse durante esas horas los tratamientos con pautas complejas que requieren de cierta supervisión en algunas edades

Niños en el colegio (Foto. Comunidad de Madrid)

En plena epidemia de gripe los colegios abrieron sus puertas y los niños de toda España comenzaron las clases. Pequeños y adolescentes que antes de las Navidades ya habían tenido que enfrentar los primeros contagios en las aulas. La vuelta al colegio tanto en septiembre como ahora en enero siempre muestra una realidad que afecta especialmente a aquellos niños que tienen patologías crónicas: la falta de enfermera escolar capaz de hacer frente a las situaciones sanitarias que se dan durante el curso escolar.

Una figura que se encarga de coordinar los equipos de todos los niveles asistenciales y otros activos de salud para poder atender a los pacientes. También de administrar y supervisar las pautas de los tratamientos a aquellos que así lo precisen y que, principalmente por la edad, no puedan hacerlo por sí mismo. Asimismo les compete organizar las clases teniendo en cuenta las especificidades de los diferentes pacientes crónicos o promocionar la salud mediante programas de educación específicos.

Actividades que cuando la enfermera escolar no está ha de hacer el profesorado, pese a no ser de “su competencia”, recuerda a ConSalud.es Ana Belén Torrijos, presidenta de la Federación de Asociaciones de Diabéticos de la Comunidad Autónoma de Madrid (FADCAM) y maestra. Actualmente, como denuncian desde el Consejo General de Enfermería (CGE) en España hay una enfermera escolar por cada 6.685 alumnos, los cuales cada vez tienen más una enfermedad o un trastorno crónico.

El 60% del profesorado tiene en sus clases a un niño que precisa de una atención y necesidades de atención especiales

Uno de cada cuatro escolares presenta una patología o una condición crónica, como indican datos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), lo que significa que el 60% del profesorado tiene en sus clases a un niño que precisa de una atención y necesidades de atención especiales. Son niños con mayores dificultades que los niños sanos, y que precisan de “estrategias coordinadas entre los centros educativos y los servicios de urgencias que garanticen la seguridad y la correcta atención de esta población en el entorno escolar”, como indica un estudio publicado en los ‘Anales de Pediatría’.

ESPECIFICIDADES DE LAS PATOLOGÍAS CRÓNICAS

Las enfermeras escolares, dada su formación sanitaria, conocen las actuaciones necesarias para una correcta atención de estos menores. Personas que como los que tienen diabetes han de administrarse insulina antes de las comidas, realizarse controles glucémicos y que pueden sufrir problemas a los que hay que dar soluciones. “En este caso concreto en el que el tratamiento es pinchado y los niños todavía no tienen la autonomía necesaria para administrarlo por sí mismos, si no hay profesionales sanitarios cualificados son los profesores e incluso las propia familia quien tiene que administrarlo”, indica Ana Belén Torrijos.

Pacientes como los de fibrosis quística han de tomar al día numerosos tratamientos, incluidas las enzimas pancreáticas a la hora de comer. “Aunque nosotros intentamos siempre enseñar a nuestros hijos a que sean autosuficientes, hay edades en las que no los son. Además, siempre están los típicos despistes y errores, por lo que se necesitan que haya alguien que se pueda responsabilizar”, explica a este medio Juan Da Silva, presidente de la Federación Española de Fibrosis Quística.

 Asimismo, estos niños no pueden coincidir en un espacio cerrado por mucho tiempo con otra persona con fibrosis quística, “debido a que cada uno tiene sus propias bacterias y puede dar lugar a una infección cruzada”. Una información sobre este colectivo que solo conocen los profesionales sanitarios y no los profesores, “pues no entra dentro de sus competencias” y, además, “por protección de datos no tienen por qué saber a qué se debe que un niño esté o no en un aula”,  indica el también portavoz de la Plataforma de Organización de Pacientes.

“Son verdaderos supervivientes en un sistema que no le da soluciones a su patología en un momento tan importante, necesario y obligatorio como el escolar”

Y como ellos miles de niños con problemas motores, tratamientos complicados, problemas respiratorios... Dada las características de estos niños, además, son más vulnerables a complicaciones derivadas de patologías tan comunes como un catarro o un resfriado. Las familias viven con cierta preocupación estas circunstancias. “A todos les afecta de forma considerable, especialmente a nuestro colectivo por la parte respiratoria”, recuerda Da Silva, por lo que prevenir estas enfermedades en clase es muy importante.

Ante esta situación Enfermería junto con diferentes sociedades científicas y asociaciones de pacientes han desarrollado recientemente un posicionamiento que demanda la obligatoriedad e implantación de la Enfermera Escolar y el desarrollo de una Ley Nacional de Enfermería Escolar. “Es imprescindible que cada colegio cuente con su enfermera referente”, incidió en la presentación del documento Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

 “Los niños con enfermedad crónica no están en igualdad de condiciones que los que no tienen estas patologías, porque no se les están cubriendo sus necesidades sanitarias”, indica Torrijos. “A la mínima pasa algo que los profesores no saben atender, cuando no hay una figura sanitaria en el colegio nos tienen que llamar a las familias para que desplacen y lo solucionen, con lo que ello conlleva a nivel laboral”, añade Da Silva. “Son verdaderos supervivientes en un sistema que no le da soluciones a su patología en un momento tan importante, necesario y obligatorio como el escolar”, concluye la presidenta de la FADCAM.

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