El láser, nuevo aliado para acabar con el miedo de los niños al dentista

Las intervenciones con láser han aumentado en los últimos tiempos, incluyendo cirugías indoloras para el paciente.

El doctor Jaime Fernández Coppel García
El doctor Jaime Fernández Coppel García
CS
23 febrero 2018 | 10:35 h
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La anestesia y otros tratamientos por láser, sencillos e indoloros, acabarán con el miedo al dentista, especialmente entre los más pequeños, contribuyendo a la mejor salud dental de la población, según Alba Castañé, presidenta de Compromiso y Salud Dental (CSD), para quien "el miedo al dolor es una de las principales causas para no acudir al odontólogo en España, donde sólo el 38% de la población va al dentista al menos una vez al año".

El láser ha entrado con fuerza en la consulta del dentista, primero en los tratamientos de blanqueamiento dental y, poco a poco, ha extendido su uso a todo tipo de intervenciones como cirugía en encías, periodoncia, endodoncia, tratamiento de la sensibilidad térmica… de manera indolora, dentro de lo que se denomina odontología mínimamente invasiva. Por ello, el doctor Jaime Fernández-Coppel García, pionero en el uso de esta tecnología en España, destaca que "el láser es una herramienta médica que aporta precisión, hemostasia y esterilidad".

La gran revolución estos últimos años es la aparición de láseres que permiten trabajar en tejidos duros y en tejidos blandos

El Centro Dental Fernández Coppel incluye métodos en odontología como la implantología, la ortodoncia invisible o la odontología integral acelerada (OIA) para rehabilitaciones integrales orales. La tecnología láser más usada en odontología es la Nd-Yag, Er-Cr, de Diodo y CO2 y su elección depende del tipo de tejido sobre el que se actúe: un tejido blando (piel, encías) o un tejido duro (hueso, esmalte o dentina) aunque existen algunos láseres que pueden actuar en los dos. En odontología, el láser más conocido es el diodo, similar al que se utiliza en fotodepilación, pero su construcción es muy distinta para acondicionarlo al uso de la piel o de las encías. La gran revolución estos últimos años es la aparición de láseres que permiten trabajar en tejidos duros y en tejidos blandos, como los láseres de Er-Yg, o ErCr YSGG.

Aunque algunos llevan ya años en el mercado y son poco conocidos, han ido evolucionando, como el último Waterlase iplus de Er-Cr YSGG, que permite realizar los tratamientos en muchos casos casi sin anestesia, o sólo con anestesia tópica, en tratamientos de tejidos blandos como frenectomías. Su manejo es muy sencillo y preciso a través de una pantalla táctil que permite adecuar los parámetros a cada intervención. Además de ayudar a superar los miedos que muchas veces provoca la visita a la consulta del dentista, la gran ventaja de este tipo de láser es que es muy seguro y fácil de usar. Es mínimamente invasivo y permite tratar el tejido sin contacto directo (2mm de separación), por lo que el paciente no siente ningún tipo de vibración.

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