Evitar las comorbilidades en el VIH es posible utilizando fármacos innovadores

Gilead organiza una jornada enfocada en identificar de forma activa los riesgos que supone el VIH, las necesidades médicas no cubiertas, la salud a largo plazo, así como estrategias de diálogo para la prevención de la infección.

Especialistas en la jornada sobre VIH
Especialistas en la jornada sobre VIH
CS
25 octubre 2017 | 11:21 h
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Hoy en día y con acceso a un tratamiento apropiado, los pacientes con VIH cuentan con el potencial de vivir casi tanto tiempo como la población en general. No obstante, las investigaciones revelan que tienen un riesgo más elevado de sufrir comorbilidades relacionadas con la propia patología, el tratamiento y la edad, lo que significa que ayudar a conservar la salud a largo plazo debería ser la máxima prioridad a la hora de adoptar decisiones sobre tratamientos. Esta es una de las principales conclusiones de la reunión VIH ES: Ir más allá de la indetectabilidad, organizada por Gilead en Sevilla, una sesión donde expertos en la materia han participado y debatido sobre las nuevas estrategias para mejorar la atención y la calidad de vida de los pacientes con VIH. Se abordaron aspectos como identificar y prevenir la infección de la enfermedad, las comorbilidades y las necesidades médicas no cubiertas en el abordaje actual de esta patología

Los asistentes a la reunión subrayaron que el perfil del paciente VIH está cambiando: cada vez nos encontramos con pacientes con una edad media mayor y que se enfrenta a nuevas necesidades. En este sentido, es importante reflexionar sobre cómo se puede ir más allá del control virológico y abarcar las diferentes situaciones a las que se enfrenta el paciente. Esto obliga a considerar la infección por VIH desde una nueva perspectiva, teniendo en cuenta que actualmente se ha convertido en una enfermedad con aspectos a destacar: su evolución crónica, con un aumento de la supervivencia y su carácter de enfermedad inflamatoria sistémica, que conlleva a la afectación multiorgánica con diferentes comorbilidades, la aparición de neoplasias no definitorias de SIDA y el envejecimiento prematuro de los pacientes.

“ Cuando el paciente es activo y conoce su situación, los resultados en salud mejoran significativamente. El equipo multidisciplinar para el abordaje de las distintas patologías se ha hecho imprescindible”

 

En palabras del doctor Luis López Cortés, “con el tratamiento antirretroviral actual, la infección por el VIH está controlada, siempre y cuando se tome la medicación, permitiendo realizar una vida completamente activa y normal. Como en otras enfermedades crónicas, se mantiene un estado de inflamación crónica que aumenta el riesgo de comorbilidades tales como las enfermedades cardiovasculares, renales, alteración de la densidad mineral ósea, mayor incidencia de algunos tumores no definitorios de sida y un envejecimiento más precoz que se suman a los factores de riesgo clásicos  para estas complicaciones, que suelen ser más frecuentes en la población con infección por el VIH que en la población general. Es prioritario incidir en hábitos de vida saludable como abandono del tabaco, evitar la vida sedentaria, una dieta adecuada, así como el control farmacológico de la diabetes e hipertensión si están presentes”.

“Siempre hemos querido contar con un paciente autónomo y activo que conozca  su  enfermedad y la importancia de una buena cumplimentación del tratamiento, las medidas de prevención, etc. Cuando el paciente es activo y conoce su situación, los resultados en salud mejoran significativamente. El equipo multidisciplinar para el abordaje de las distintas patologías se ha hecho imprescindible”, concluyó López.

A medida que los pacientes con infección por el VIH envejecen, determinadas comorbilidades como la diabetes, dislipemia, hipertensión arterial, eventos cardiovasculares, osteoporosis y disfunción renal son más prevalentes. Sabemos que diversos síndromes geriátricos como la fragilidad o el deterioro cognitivo son más prevalentes a partir de la séptima década de la vida. A medida que las cohortes sigan envejeciendo, se deberá afrontar esta realidad.

Durante la jornada se han analizado los motivos por los que es necesaria una nueva aproximación en el manejo de las necesidades no cubiertas en los pacientes con VIH. Por un lado, se ha destacado cómo la innovación en el tratamiento ha transformado el VIH en una patología de evolución crónica. Sin embargo, los pacientes con VIH siguen teniendo una esperanza de vida más corta y comorbilidades más debilitantes debido a la acumulación de riesgos a lo largo de la vida.

Asimismo, los especialistas han señalado que la supresión virológica por sí sola no significa estabilidad clínica y se debe evaluar el impacto a largo plazo del VIH y los efectos no deseados de los antirretrovirales (ARV) cuya relación beneficio-riesgo, en la actualidad, se considera aceptable.

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