En el mundo se diagnostican al año 300.000 nuevos casos de cáncer infantil en menores de 18 años. Solo en España se diagnostican 1.000 casos y es la primera causa de muerte por enfermedad en los niños de 0 a 14 años. El cáncer infantil es un reto en la Sanidad que precisa de investigación, abordaje y asistencia en la supervivencia. El 70% de los pacientes se curan, aunque es un proceso largo.
La pandemia de Covid-19 ha supuesto el freno de la atención de diferentes enfermedades. En muchos casos el encierro ha llevado a la atención telemática de aquellos pacientes que no precisaban ingreso hospitalario. El apoyo psicológico y las consultas médicas se han hecho por videollamada en muchas partes del mundo, o durante los primeros meses se interrumpieron.
Si faltaban trabajadores, recursos e investigación en tratamientos más eficaces y menos tóxicos en el cáncer infantil, la pandemia ha agravado esa situación. Así lo refleja un estudio publicado por Wiley en la revista Cancer, que concluye que el 51% de los encuestados apuntaron una disminución de la disponibilidad del personal clínico, que bien estaba atendiendo a la pandemia o se había contagiado.
Durante la pandemia, casi una tercera parte de los centros comunicaron una disminución en el número de casos diagnosticados, según el estudio
Los médicos eran requeridos en las UCI, en las plantas Covid, en radiografías, en otros hospitales. El 66% de los hospitales entrevistados, entre los que se encuentra el Hospital Universitario Vall d’Hebron, reflejaron que sus profesionales en oncología pediátrica habían tenido que cambiar de roles o responsabilidad durante la pandemia. “También descubrimos que las enfermeras eran especialmente vulnerables a los impactos de la pandemia, ya que se enfermaban o se ponían en cuarentena con más frecuencia, enfrentaban desafíos financieros adicionales y eran reasignadas con más frecuencia que sus colegas médicos”, señala Elisabeth Sniderman, autora de la investigación. Y esto supuso un problema en la atención de los niños con cáncer.
TRATAMIENTO Y DIAGNÓSTICO
El coronavirus ha supuesto una barrera en la atención del cáncer en niños. Así también lo demostró el doctor Guillermo Chantada en un estudio publicado en mayo de 2021 en The Lancet Child & Afolescent Health. El principal problema ha sido el retraso del diagnóstico. De esta forma, al igual que ha ocurrido con otras enfermedades, el colapso de la entrada a la atención especializada, es decir, el colapso de la Atención Primaria, ha provocado un retraso en los diagnósticos de cáncer pediátrico a nivel global.
“Los efectos de la pandemia en la atención del cáncer pediátrico son en gran medida independientes de la cantidad de casos de Covid-19 a nivel institucional o nacional. En particular, una parte de los encuestados mencionó la censura en la notificación de casos de Covid-19, lo que podría haber influido en la cantidad de casos declarados por las instituciones y también es un reflejo preocupante del manejo más amplio de la pandemia”, señala el estudio. Se calcula que a nivel mundial el 50% de los niños con cáncer no están diagnosticados. Durante la pandemia casi una tercera parte de los centros comunicaron una disminución en el número de casos diagnosticados, según el estudio.
Y no solo faltaban profesionales, ni diagnósticos, sino también recursos. Las restricciones fronterizas durante la pandemia han afectado las cadenas de suministro y han reducido aún más el acceso a los medicamentos. Los recursos compartidos limitados, incluido el EPP y los medicamentos de atención de apoyo, como los antibióticos, se han desviado a la atención de pacientes con Covid-19. También han disminuido las donaciones de sangre, esenciales para las intervenciones oncológicas.
"Han aumentado los abandonos por falta de recursos, transporte o acceso al hospital; se ha interrumpido la quimioterapia, radioterapia y cirugías. También han disminuido los diagnósticos y estamos esperando a ver cuál es el impacto de eso”, expresó el Dr. Chantada
“El cuidado de los niños con cáncer ha sufrido una disrupción significativa: han aumentado los abandonos por falta de recursos, transporte o acceso al hospital; se ha interrumpido la quimioterapia, radioterapia y cirugías. También han disminuido los diagnósticos y estamos esperando a ver cuál es el impacto de eso”, expresó el Dr. Chantada en una entrevista a la Agencia Sinc.
El retraso en el diagnóstico durante los primeros momentos de la pandemia está suponiendo un aumento de casos más críticos, al no recibir el tratamiento de forma precoz o en los primeros momentos de la enfermedad. Un paso atrás en el abordaje del cáncer. “Muchos habrán fallecido sin llegar [al médico] y sabemos que otros lo han hecho dos o tres meses más tarde, lo que también incrementa la mortalidad”, añadió el Dr. Guillermo Chantada.
PRIORIZACIÓN DEL CÁNCER INFANTIL
En los siguientes meses, y como refleja el estudio de The Lancet, los gobiernos volvieron a centrar la atención también en aquellas enfermedades no covid que precisaban atención urgente. Aun así, los pacientes oncológicos infantiles todavía precisan más interés y ser priorizados. La pandemia ha supuesto un duro golpe al abordaje de la oncología pediátrica cuyas consecuencias no se conocerán hasta dentro de uno y dos años.
Las enseñanzas de este periodo se pueden seguir aplicando, una respuesta global y equitativa al cáncer infantil podría ser la solución según los expertos para mejorar su abordaje. “Trabajo en equipo, comunicación, sentimientos de contribución y políticas destinadas a optimizar la seguridad. Estos factores deben ser mejorados e implementados por las organizaciones para apoyar a los proveedores de atención durante esta pandemia y futuras crisis de salud”, señala Elisabeth Sniderman.