La hepatitis C es la primera causa de cirrosis, enfermedad hepática terminal, y cáncer de hígado, y la primera indicación de trasplante hepático. Motivo por el cual, supone un problema de salud por su incidencia, morbimortalidad y los costes sanitarios
Desde que en 2015 se puso en marcha en España el Plan Estratégico para el Tratamiento de la Hepatitis C, ya se han tratado a más de 130.000 pacientes en nuestro país, lo que le ha convertido en uno de los países líderes en el mundo en la lucha contra esta infección.
La prevalencia de la serología positiva de Hepatitis C en España está “entre un 0.8 – 0.9 % de la población”
Para diagnosticar a estos pacientes existen dos métodos: el test Anti-VHC y la PCR o test de antígeno viral. “El primero indica si se ha estado en contacto con el virus, pero no equivale a una infección actual. Para decir que la infección está activa, necesitamos recurrir a la segunda prueba, el PCR o de antígeno viral. Este demuestra que además de tener anticuerpo positivo, la persona está infectada en ese momento”, explica la jefa de sección de hepatología del 12 de octubre, Inmaculada Fernández, en declaraciones a ConSalud.es.
A este respecto, Fernández puntualiza que la prevalencia de la serología positiva de Hepatitis C en España está “entre un 0.8 – 0.9 % de la población”. De estos pacientes, un 0.3 – 0.4 % tiene infección activa, “el resto se ha curado, ya sea de forma espontánea o mediante fármacos”.
ELIMINIACIÓN DE LA HEPATITIS C
Eliminar las hepatitis víricas como problema de salud pública en el año 2030 es uno de los objetivos marcados por el Ministerio de Sanidad. Para conseguirlo, la jefa de hepatología del 12 de octubre alude dos retos: detectar la población de riesgo y planes de cribado.
“Al tratarse de una enfermedad asintomática, conocer que personas pueden estar infectadas es una de las estrategias de eliminación más importantes. Hablamos de aquellas personas que hayan tenido transfusiones sanguíneas o contacto intrahospitalario antes de los primeros años 90, fecha en la que se descubrió el virus, población con riesgo de contagio por métodos parenterales de contacto por compartir jeringuillas en personal adicto a drogas vía intravenosa, personas con tatuajes que no sean sanitariamente saludables y pacientes con una alta promiscuidad sexual, sobre todo en hombres que mantienen sexo con otros hombres”, explica.
Del mismo modo, Fernández indica la importancia de realizar planes de cribados. “Este método, que se hace mucho en Estados Unidos y se está haciendo en algunas comunidades de España, trata de cribar a las personas nacidas entre el año 1945 y 1975, ya que hemos visto que esa población tiene una prevalencia mayor de hepatitis C que la población general”.
CC.AA EN LA ELIMINACIÓN DEL VHC
El objetivo marcado por Sanidad ha generado numerosas iniciativas en nuestro país que evidencian que la posibilidad de su erradicación puede ser una realidad.
La Rioja anunció en julio de 2018 del pasado año (12 años antes de lo previsto) que había conseguido eliminar la hepatitis C, cumpliendo así los criterios de la OMS, trabajando con los centros de usuarios de drogas, con la prisión, con las asociaciones de inmigrantes de los países con mayor prevalencia de hepatitis C, con Atención Primaria. Además, han llevado a cabo campañas de comunicación dirigidas a toda la población.
Análisis de sangre o cribados por factores de riesgo son algunas de las medidas llevadas a cabo
Otra de las comunidades inmersas en este tipo de proyectos ha sido la cántabra. La autonomía presidida por Miguel Ángel Revilla ha puesto en marcha un plan de cribado pionero para eliminar la hepatitis C en tres años con un análisis de sangre a las personas de entre 40 y 70 años.
Aragón y País Vasco se unían a la causa con la puesta en marcha de un cribado por factores de riesgo. Por su parte, otras comunidades como Extremadura, estudian planes para erradicar la enfermedad a través de ciertos grupos de riesgo o Castilla y León con el refuerzo en la detección de Hepatitis C en personas drogodependientes.