Revelan cómo los esteroides anabólicos para aumentar masa muscular causan graves daños en el hígado

Investigadores del Ciberehd evalúan en pacientes afectados los perfiles de estos ácidos y estudian los efectos del esteroide en el funcionamiento hepático.

Investigadores y autores del estudio sobre el Epistane (Foto. ConSalud)
Investigadores y autores del estudio sobre el Epistane (Foto. ConSalud)
CS
30 enero 2020 | 12:15 h
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Los esteroides anabólicos, empleados frecuentemente por usuarios de gimnasio para el fomento de la masa muscular, pueden provocar una patología del hígado denominada colestasis, pero hasta ahora se desconocía el mecanismo subyacente. En esta línea, una investigación del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (Ciberehd) del grupo de José Vicente Castell en el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de Valencia, ha demostrado por qué el epistane, ya retirado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios,  causa daños hepáticos y abre una nueva vía para el estudio de las lesiones en este órgano causadas por otros tipos de medicamentos.

El epistane aumenta la síntesis de ácidos biliares conjugados

Los autores, en este estudio publicado en Archives ofToxicology, demuestran que el epistane aumenta la síntesis de ácidos biliares conjugados, mediante la inducción de los niveles de un enzima clave para dicha síntesis, el CYP8B1, lo que contribuye al aumento de ácidos biliares en el hígado.

EL EPISTANE AUMENTA LOS NIVELES DE ÁCIDOS BILIARES IN VITRO

Al complicarse su correcta eliminación por la bilis se provoca la colestasis, una enfermedad caracterizada por la disminución o la ausencia del flujo normal de la bilis desde el hígado hasta el duodeno. Asimismo, los autores también han demostrado que el epistane puede interferir en las vías reguladoras mediadas por algunos receptores nucleares del hígado.

Según explica Petar Petrov, primer firmante del estudio, “caracterizar fenómenos idiosincráticos, es decir, que no ocurren en todos los individuos, no es tarea fácil, ya que el número de casos que aparecen es bajo. En este trabajo, hemos analizado el perfil de los ácidos biliares de hombres jóvenes ingresados en el Hospital La Fe con colestasis tras consumir epistane, detectando un aumento de más de 60 veces en la concentración de ácidos biliares en sangre, sobre todo primarios (ácido cólico) y disminución de los secundarios”.

EL MODELO CELULAR DESARROLLADO SE COMPORTA IGUAL QUE EN HUMANOS          

Con este punto de partida, los investigadores emplearon hepatocitos humanostratados con epistane como modelo para caracterizar en detalle los efectos moleculares que este esteroide provoca a las células del hígado, y se ha demostrado igual que en pacientes, que el epistane aumenta los niveles de ácidos biliares in vitro, particularmente el ácido cólico, y los tres principales enzimas que participan en su síntesis.

Además, el esteroide afectó al transporte de ácidos biliares, que junto al aumento de su síntesis, condujo a su acumulación dentro de los hepatocitos. Los ácidos biliares, en concentraciones elevadas, tienen efectos tóxicos y causan daño en el hígado.

En este artículo se demuestra por primera vez la importancia del receptor nuclear de andrógenos del hígado en el metabolismo de los ácidos biliares, y asimismo la amplia variabilidad poblacional de los niveles del enzima CYP8B1 explicaría por qué existen personas con más riesgo y por qué no todas las que usan epistane desarrollan colestasis.

LA COLESTASIS INDUCIDA POR MEDICAMENTOS

Aparte de su relevancia directa para los usuarios de gimnasios que utilizan de forma ilícita los esteroides para aumentar músculo, se estima que un 6% de los asiduos al gimnasio, unas 20.000 personas en España los toman, la investigación del Ciberehd cuenta con una trascendencia mayor ya que permite conocer mejor los mecanismos de la colestasis inducida por medicamentos, que se observa frecuentemente (35-50% de los casos) en los pacientes que padecen una lesión hepática tóxica por fármacos.

Según explica el investigador del Ciberhd, Ramiro Jover,  coordinador del estudio “abrimos de esta manera una nueva vía para el estudio de la colestasis inducida por fármacos, que puede perjudicar el funcionamiento del hígado hasta el punto de que haya un fallo hepático fulminante y sea necesario un trasplante. Como por el momento no existe una terapia específica, esta investigación puede ayudar al desarrollo de nuevos tratamientos”.

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