Desde 2016, Francisco Igea es diputado de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados por la provincia de Valladolid y responsable de Sanidad de su partido. Tras haber trabajado 20 años en el ámbito sanitario en Castilla y León, este médico y político ha incrementado en los últimos meses su presión y crítica a la Consejería de Sanidad de esta comunidad, y especialmente a su consejero Antonio María Sáez. En palabras concedidas a ConSalud.es, Igea ha detallado qué es lo que está ocurriendo y cuáles pueden ser las soluciones.
¿Cómo ve la situación general de la sanidad en Castilla y León?
Con respecto a la situación real de funcionamiento, llevamos dos años pidiendo que muestren datos, de actividad, de rendimiento, de listas de espera reales, etc. Pero no conseguimos que los publiquen. Los últimos que hemos pedido son los del 2017 para conocer si los problemas de listas de espera, que son más intensos en unos sitios que en otros, se deben a que faltan médicos, actividad o a que faltan quirófanos. No se puede gestionar sin hacer trasparentes esos datos, o explicar los problemas que hay en hospitales como el de Salamanca, por ejemplo, sin hacer visibles los datos de actividad.
“Unos se dedican a ocultar datos y a negar la realidad y otros a hacer demagogia, pero ni unos ni otros van a resolver los problemas de la sanidad en Castilla y León”
En cosas que se han dicho, por ejemplo en el Manifiesto de las mareas blancas, no estamos de acuerdo. Cuando se habla de privatización, es la que menos conciertos tiene de todas las comunidades autónomas. Y cuando se habla de revertir presupuestos, la reversión está conseguida porque el gasto por habitante está a niveles del de 2010. Hay que mejorarlo e incrementarlo. Pero lo que se está haciendo es una respuesta alocada a una presión que viene originada por hechos como que la asistencia en zonas periféricas es muy mejorable. La mayoría de la gente que se manifestó en Valladolid son habitantes de estas zonas. La situación es que unos se dedican a ocultar datos y a negar la realidad y otros a hacer demagogia. Ni una solución ni otra van a resolver los problemas de la sanidad en Castilla y León.
¿Cuáles serían entonces esas soluciones?
Queremos que haya transparencia y que midamos de manera objetiva los problemas. El problema de la sanidad se resolverá cuando haya una gestión por objetivos clara, se mida el rendimiento, la actividad, los resultados. Hay que conseguir, por ejemplo, que los profesionales se sientan reconocidos y estables, algo que no ocurre en Castilla y León al haber un porcentaje de interinidad muy alto, las OPE han fracasado una detrás de otra y hay muchísima arbitrariedad en los nombramientos. Es un sistema que cuenta con muy buenos profesionales, muy quemados por la temporalidad, la precariedad y la falta de reconocimiento y que hay que resolver los problemas con orden, con cabeza y sabiendo qué es lo que pasa.
Además, se están produciendo conflictos entre el PP de Castilla y León, que tiene su propia agenda sanitaria, y el Gobierno que respalda al consejero Sáez Aguado. ¿Cómo los interpreta?
El estado de la sanidad en Castilla y León es de confusión. No sabemos quién dirige la sanidad, si el presidente del PP o el consejero. Tienen sus propias luchas internas, lo que bloquea la toma de decisiones y las soluciones. Están más a matarse entre ellos que a resolver los problemas. Hay un respaldo claro por parte del presidente de la Junta pero parece que no hay un respaldo por la dirección del partido, quienes se dedican a torpedearles sistemáticamente, a hacer del consejero en la sombra. Lo que hay es un cierto grado de ansiedad electoral, como hay en todo el Partido Popular, ante lo que dicen las encuestas y a la vista de los resultados. Y la ansiedad es mala consejera.
Usted ha trabajado en el Hospital de Palencia durante muchos años. ¿Ha notado un empeoramiento de la sanidad desde entonces o se ha mantenido igual?
El deterioro es progresivo de todo el sistema, en la comunidad y en el hospital. Éste funcionaba bastante bien, con grandes profesionales. Pero como ha ocurrido en todo el sistema, la gente está quemada, se cansan de que no les reconozcan, que todo sea una arbitrariedad, que no cuenten con los suficientes medios. Hay una sensación de desánimo, como lo hay en todo el sistema, pero que en Castilla y León es muy acentuada por la arbitrariedad y por la presión asistencial. Hay también desigualdad e inequidad entre unos hospitales y otros.
“El deterioro es progresivo de todo el sistema sanitario; el desánimo es acentuado en Castilla y León por la arbitrariedad, la presión asistencial y la desigualdad e inequidad entre hospitales”
Frente a esto, hay que sentarse, ver los números, cómo vamos a intentar dar una salida de calidad e incentivar la permanencia de la población. A la gente que vive en las zonas alejadas hay que darles una sanidad de mejor calidad. Esto se puede hacer si uno tiene claro qué es lo que quiere hacer.
El consejero ha sido reprobado en las Cortes, pero el PP cuenta con los mismos diputados que toda la oposición. ¿Hay posibilidad de cambiar las cosas desde ahí?
No vemos posibilidad alguna de cambiarlo. Si pudiéramos cambiar más cosas ya las habríamos hecho. A veces, la gente en Castilla y León nos atribuye un poder que no es tanto, porque las matemáticas son las que son. Tienen la mitad de los escaños y además, cuentan con la posibilidad de pactar con UPL (Unión del Pueblo Leonés). Hemos presionado para intentar cambiar las cosas, cuando pactamos el requerimiento de datos, actividad, los portales de transparencia. Pero es verdad que la Consejería no ha hecho honor a sus compromisos.
¿Cree que ya se ha acabado el tiempo del consejero?
Creo que se ha acabado el tiempo del PP, no del consejero. Hacen falta decisiones que hagan un sistema sostenible y de calidad. Es un partido que siempre ha sido una máquina de mantener el poder, no es una máquina que tenga un proyecto claro de igualdad y de equidad entre todos los españoles con un modelo sanitario igual para todos. Es una máquina de mantener el poder local y cuando ven que pierden poder y que su medio de vida durante decenas y decenas de años puede verse en peligro, se les ocurre sacar los cuchillos y pelean por su vida.