Los farmacéuticos piden a Sanidad que se impida la venta de vapeadores en farmacias

Existiendo alternativas para dejar de fumar cuya eficacia ha sido científicamente probada no se puede recomendar el uso de vapeadores desde un punto de vista sanitario

Jesús Aguilar ,presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Foto: Congreso)
Jesús Aguilar ,presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Foto: Congreso)

Desde la aparición del cigarrillo electrónico, más conocido entre los jóvenes como vapeadores, se ha generalizado su uso como sustituto del tabaco. Sin embargo en ningún caso se ha demostrado que el uso de estos sea menos perjudicial para la salud que el del cigarro común.

En este sentido, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos considera que la farmacia comunitaria, como establecimiento sanitario, no es el espacio adecuado para su comercialización, debido a la gran cantidad de riesgos para la salud que podría conllevar el uso de vapeadores, cuya proliferación plantea un motivo de preocupación desde el punto de vista sanitario.

Desde el Consejo General se comparte el criterio del Ministerio de Sanidad respecto a que, desde un punto de vista sanitario, no existen evidencias que avalen el uso de cigarrillos electrónicos/vapeadores cuando existen otras alternativas cuya eficacia ha sido científicamente probada para dejar de fumar.

“Resulta necesario aportar la adecuada respuesta técnica en aras de garantizar la debida protección de las personas que consumen estos nuevos productos no convencionales”

El propio Ministerio está impulsando esta reforma normativa porque “en la actualidad se dispone de una variedad de productos con características diferenciadas, con o sin tabaco, con o sin nicotina, con o sin componentes electrónicos, e incluso con aspectos híbridos de compleja catalogación, que suponen un desafío y sobre los cuales resulta necesario aportar la adecuada respuesta técnica en aras de garantizar la debida protección de las personas que consumen estos nuevos productos no convencionales”.

Cuando llegaron al mercado estos productos se debatió sobre su utilidad en la lucha contra el cese del tabaco. Sin embargo desde las diversas entidades sanitarias como la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica o incluso desde la propia Organización Mundial de la Salud, se expresó que las sustancias inhaladas a través de los vapeadores resultan tóxicas para la salud.

El uso de estos puede agravar enfermedades respiratorias como el asma o la fibrosis quística entre otras,  favoreciendo la aparición de infecciones. De esta manera hay que aclarar que el uso o no de nicotina no es el problema, los daños asociados a los cigarrillos electrónicos siguen siendo graves y su uso constante puede producir irritación de las vías respiratorias.

El uso de estos puede agravar enfermedades respiratorias como el asma

En consecuencia, muchos países trabajan en marcos reguladores dirigidos a reducir el consumo de todos los productos de tabaco. Por ello, y para evitar que esta labor caiga en saco roto, debemos evitar que los vapeadores se conviertan en la puerta de entrada al consumo de tabaco entre los jóvenes y de las personas no fumadoras.

Desde el Consejo General se ha transmitido al Ministerio que es imprescindible evitar que estos productos se consideren productos farmacéuticos, y de esta manera no entren dentro del canal farmacéutico. Las alegaciones de este Consejo General alertan de que la prioridad debe ser salvaguardar la salud de la población en cualquier regulación de estos productos que deba realizarse.

NUEVA REGULACIÓN

Precisamente, hace pocas semanas, el Ministerio de Sanidad abrió el periodo de consulta pública al Proyecto de Real Decreto por el que se regulan determinados aspectos relativos a la Fabricación, Presentación y Comercialización de los Productos del Tabaco y Productos Relacionados. El propio Ministerio está impulsando esta reforma normativa porque “en la actualidad se dispone de una variedad de productos con características diferenciadas, con o sin tabaco, con o sin nicotina, con o sin componentes electrónicos, e incluso con aspectos híbridos de compleja catalogación, que suponen un desafío y sobre los cuales resulta necesario aportar la adecuada respuesta técnica en aras de garantizar la debida protección de las personas que consumen estos nuevos productos no convencionales”.

Desde el Consejo General se han presentado una serie de alegaciones a la futura norma alertando de que cualquier regulación de estos productos debe realizarse con el objetivo primordial de salvaguardar la salud de la población. Ese es el motivo por el que ha transmitido al Ministerio que es imprescindible evitar la entrada de estos nuevos productos (cigarrillos electrónicos con o sin nicotina, etc.), dentro del canal farmacéutico; de forma que los mismos, en tanto no sean considerados medicamentos ni productos sanitarios, no se promueva su venta en las farmacias, ni siquiera en el marco de una posible ayuda en terapias de cesación tabáquica.

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