Dr. Bermejo: “La investigación cardiovascular española es absolutamente puntera a nivel mundial”

Javier Bermejo, nuevo director científico del área de Cardiovasculares del CIBER, detalla a ConSalud.es retos y proyectos en marcha en la investigación cardiovascular en España

Javier Bermejo (Foto: Hospital General Universitario Gregorio Marañón)
Javier Bermejo (Foto: Hospital General Universitario Gregorio Marañón)
Diego Domingo
22 julio 2023 | 00:00 h
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Javier Bermejo afronta una nueva etapa dentro de su carrera profesional tras ser nombrado director científico del área de Cardiovasculares del CIBER en sustitución de Francisco Fernández Avilés que ha estado al frente del CIBERCV desde su creación. Es cardiólogo y jefe de Sección de Imagen Cardiovascular del Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid (HGUGM) y Profesor Titular de la Universidad Complutense de Madrid. El Dr. Bermejo lleva más de 20 años dedicado a la investigación y es autor de más de 250 publicaciones.

En primer lugar enhorabuena por su nombramiento y gracias por atender a ConSalud.es en sus primeros días en el cargo, ¿qué retos tiene por delante?

Intentar seguir avanzando en la investigación académica colaborativa combinando los esfuerzos de los investigadores del consorcio del área temática cardiovascular del CIBER para afrontar nuevas posibilidades de investigación clínica y preclínica en el ámbito de las enfermedades cardiovasculares. Tenemos que hacer más investigación académica e intentar alinear todavía más a los grupos para buscar objetivos y proyectos comunes.

El CIBER en su área temática Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) lo forman 40 grupos de investigación de excelencia. ¿Cuáles son las investigaciones más importantes que se están llevando a cabo actualmente por estos profesionales?

Hay varios proyectos estratégicos en marcha. Hay un gran proyecto financiado de prevención de la muerte súbita mediante medidas personalizadas de estratificación de riesgo en pacientes con miocardiopatía dilatada. Se financió en la convocatoria de hace un par de años y empezamos a incluir pacientes al ensayo clínico a la vuelta de verano. Es un proyecto enormemente ambicioso, gestionado por el CIBER y, en este ámbito de la prevención de la muerte súbita en estos pacientes, es lo más ambicioso que se ha hecho con mucha diferencia en este país.

El proyecto de prevención de la muerte súbita en pacientes con miocardiopatía dilatada es de lo más ambicioso que se ha hecho en España

Luego hemos puesto en marcha una convocatoria muy interesante combinada con el área temática de oncología para sacar adelante un proyecto traslacional en investigación de cardioncología que está en fase de resolverse y empezará a principios del año que viene.

Y también un par de proyectos europeos y un par de proyectos de ensayos clínicos de investigación clínica independiente también gestionados a través del CIBER: uno de ellos de tratamiento con betabloqueantes para la prevención del síndrome de distrés respiratorio del adulto que coordina el Dr. Jorge Ibáñez en el CNIC; y otro mío que es efectos de probar una medicación con betabloqueantes, añadir una medicación a las pruebas de diagnóstico mediante ecocardiografía para mejorar cómo medimos la función ventricular y la función del corazón en distintos grupos de pacientes, que también es un proyecto que envuelve a las áreas temáticas de hepáticas, digestivo, cardioncología, diabetes y enfermedades metabólicas. Estos son digamos los grandes proyectos que ya tenemos en marcha o a punto de ponerse en marcha; solo sacar esto adelante ya es un reto titánico para los próximos dos años.

Ahora mismo su equipo de investigación está enfocado en la caracterización de la hemodinámica cardiovascular a partir del procesado de imagen y señal con el objetivo final de crear nuevas herramientas para mejorar la comprensión de la fisiología cardiaca y el diagnóstico precoz de las cardiopatías, ¿cómo avanza este proyecto?

Tenemos un grupo multidisciplinar desde hace muchos años con participación de físicos, ingenieros, veterinarios y por supuesto cardiólogos y hemos implementado distintas herramientas de procesado de imagen y de señal que buscan mejorar la información de la que podemos disponer para tomar decisiones clínicas. Por ejemplo, si hay que interrumpir un tratamiento cardiotóxico, un tratamiento contra el cáncer que pueda ser potencialmente cardiotóxico o si tenemos que indicar anticoagulación en un paciente por algunos aspectos que van más allá de lo que se utiliza y que está actualmente afectado en las guías de práctica clínica. En ese tipo de decisiones lo que estamos haciendo es desarrollando nuevas herramientas y validándolas en el ámbito experimental y después probándolas ya en ensayos clínicos. Es la forma de funcionar de nuestro grupo.

Ha mencionado investigaciones muy relevantes que se están llevando a cabo en nuestro país, ¿cómo valora el nivel de la investigación española en un contexto mundial?

Absolutamente puntera. Tanto en el ámbito preclínico como en la investigación clínica, creo que España ya se ha convertido en uno de los de los cinco países con mayor capacidad de liderazgo en enfermedades cardiovasculares. Indudablemente el centro nacional de investigaciones cardiovasculares (CNIC) es un centro de referencia mundial y de hecho con capacidad de atracción para investigadores de fuera de España.

El nicho español en la consecución de ensayos clínicos académicos es enorme

Posiblemente tenemos todavía margen de mejora en lo que es la transferencia al sector productivo: la parte de patentes y explotación comercial. En este ámbito estamos algo por detrás que otros países del entorno donde hay más tradición de aplicar la innovación con el desarrollo después de tecnología aplicada, empresas con valorización y comercialización. Pero académicamente, y todos los indicadores así lo muestran, el rendimiento en relación con la inversión pública y privada en enfermedades cardiovasculares, España es un país tremendamente competitivo.

Usted es autor de seis patentes en el área de la biotecnología. ¿Cree que España es un país que apuesta lo suficiente por defender las patentes de de los investigadores españoles?

Podríamos decir que es un problema cultural, no está tan implícito en la forma de investigar de los investigadores y en la forma de entender cómo aplicar los resultados de su investigación. Hay menos tradición y se sigue viendo todavía como un aspecto accesorio, más que realmente una parte nuclear que además es imprescindible para que luego el desarrollo tecnológico acabe en el mercado. Si no se protege, comercializa y explota, se pueden tener unos resultados académicos tremendos pero después no se va a utilizar. Y este es el problema, creo, no tanto por falta de apoyo institucional como por cultura de los propios investigadores y que sea un aspecto que se le ha puesto insuficiente valor en el desarrollo de la medicina académica en España. En ese sentido probablemente hay más avances en otros campos de la ciencia, y en biomedicina, sobre todo en la parte de los hospitales y en la parte clínica, tenemos todavía mucho trabajo que hacer.

En España un estudio está analizando las secuelas cardíacas en personas con Covid-19. ¿Qué resultados ha estado dando esta investigación?

Es un estudio muy largo en el que estamos comparando el pronóstico de los pacientes que han tenido enfermedades cardíacas y que han sido dados de alta en distintos periodos de los últimos diez años viendo qué impacto tuvo precisamente el periodo de la Covid-19 y los dos años siguientes sobre el pronóstico de los pacientes.

El problema es que hay muchísimos factores de confusión. Indudablemente hubo pacientes que murieron de Covid-19 pero lo que queremos ver es qué impacto tiene esto en la progresión enfermedades crónicas, en los reingresos en las enfermedades crónicas y ahí indudablemente se juntan un montón de aspectos y todavía no podemos dar un mensaje definitivo de qué es exactamente lo que pasó, porque cambiaron muchas cosas en esos años: cambios en la asistencia sanitaria, cambios en las conductas, cambios en la utilización de la medicación, cambios en la dispensación, cambios en la propia enfermedad, hay sedentarismo, hay cambios en alimentación… Y estamos todavía intentando disecar para saber cuáles son los principales factores que han influido, para el día de mañana intentar entender mejor la causalidad de estos  cambios en el pronóstico pero todavía no tenemos unas conclusiones establecidas.

Muchas gracias por atender a Consalud.es y mucha suerte en su nueva etapa profesional.

Muchas gracias a vosotros por poner la salud cardiovascular en portada. Ahora se ha extendido por la sociedad un mensaje de que las enfermedades cardiovasculares parecen una cosa del pasado y lo que no es del pasado está relacionado con lo que la sociedad tiende a relacionar con malos hábitos, con sedentarismo o con el tabaco… Y creo que no se termina de entender que sigue siendo la principal causa de mortalidad en nuestro país, de mortalidad en los países desarrollados, en Europa y que tenemos todavía muchísimo que avanzar en comprender las bases biológicas y la fisiopatología de estas enfermedades para poder seguir tratando y mejorando el pronóstico de la sociedad.

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