“El sistema no es ágil ni da prioridad al paciente. Necesita ser transformado”

En el primer encuentro de ¿Y ahora qué? de IDIálogoS pacientes y profesionales han abordado la accesibilidad y equidad de la atención sanitaria

Jornada ¿Y ahora qué? Monográfico pacientes, enmarcado en el Foro IDIálogoS
28 febrero 2022 | 14:10 h

Pacientes y profesionales coinciden en una idea: el sistema sanitario necesita cambiar, mejorar la accesibilidad, la inmediatez, el acceso al informe médico, priorizar al paciente y ser ágil. Esta es una de las principales conclusiones realizadas en el primer IDIálogoS centrado en los pacientes con el lema ¿y ahora qué? A través de estos encuentros organizados por la Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad) se busca los retos y mejoras necesarios en el ámbito de la salud tras la pandemia.

“Anhelamos un sistema sanitaro de equidad e igualdad. Tenemos que cambiar el sistema sanitario para que priorice el pacientes y en el que haya cohesión”, ha expresado en el evento Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS. “El sistema habría que reformularlo. En los años 80 aseguraba la equidad y el acceso asistencial, pero hoy no da respuesta a todas las necesidades que hay”, ha añadido Marta Villanueva, directora general de la Fundación.

Con este planteamiento y tras vivir el colapso sanitario con la pandemia Covid-19, en este primer diálogo Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carlos Mascías, director médico del Hospital Universitario HM Torrelodones, y Julián Isla, director de Dato e Inteligencia artificial en Microsoft y miembro del Comité de Medicamentos Huérfanos (COMP) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), han debatido sobre el sistema sanitario y sus fallos en el contexto de post-pandemia.

“Han pasado grandes cosas en este tiempo, pero realmente se ha evidenciado que el sistema sanitario está fundamentado en unos pilares que no funcionan”

La realidad de la que se parte es la siguiente: aumento de necesidad, mayor vulnerabilidad de los pacientes, soledad, retrasos de diagnostico, falta de seguimiento y poca presencialidad. “El 43% de los pacientes han empeorado o sumado nuevas patologías durante este tiempo y solo el 7% han sido atendidos en el momento en lo que necesitaban”, ha manifestado Carina Escobar. Ante esta situación los pacientes han ido empeorando la valoración que tenían del sistema sanitario. “Se ha creado una gran insatisfacción”, ha continuado.

“La pandemia no ha cambiado el sistema de salud”, ha denunciado Julián Isla. No se prioriza a los pacientes, no se les conocen ni se manejan los datos, no ha habido transformaciones tras la pandemia. Ante todo ello “más de lo mismo no es suficiente. Es necesario algo disrruptivo”, ha determinado Isla en un argumento que también comparte Carlos Macías. “Han pasado grandes cosas en este tiempo, pero realmente se ha evidenciado que el sistema sanitario está fundamentado en unos pilares que no funcionan”, ha coincidido el director de médico de HM Torrelodones. En este punto la tecnología está mostrándose como una herramienta para el cambio.

MAYOR SENSIBILIDAD HACIA LA TELEMEDICINA

Durante la pandemia uno de los mayores cambios que vivió el sistema sanitario fue la implantación de la telemedicina y la teleconsulta. Ante la dificultad para acudir a las consultas médicas los doctores procedieron a hacer la atención a través de teléfonos y videollamadas, y las recetas se volvieron electrónicas. El problema, como ha indicado Mascías es que con la vuelta de la atención se ha dejado de lado todo estos avances.

Sin embargo, la prueba en la telemedicina ha dejado huella en la población. Existe mucha resistencia por parte de la propia cultura de la sociedad y de los profesionales sanitarios, pero esto poco a poco va cambiando. “Actualmente el sistema no está preparado, pero hay una mayor preocupación. Por ejemplo, el Ministerio de Sanidad habla de ‘data lake’ y, aunque en realidad se refieren a ‘data warehouse’, la recopilación de los datos procesados, esto está aumentando la sensibilidad”, ha recalcado Julián Isla.

“El sistema no es ágil, no da prioridad, no aglutina consultas por enfermedades, y no enseña a los médicos a cuidar a los pacientes. Y eso o lo reclaman los pacientes o nosotros seguiremos igual”

De hecho, según ha destacado Isla, la Fundación 29 de Febrero ha puesto en marcha un proyecto para que el propio paciente lleve en un contenedor con todos los datos y la historia clínica para poder ir de un hospital a otro. Un cambio en la interoperabilidad que la haría más manejable y permitiría al paciente empoderarse y formar parte de las decisiones al poder acceder a sus datos.

EL PACIENTE COMO MOTOR Y EJE DEL CAMBIO

El paciente, al fin y al cabo, es el origen y fin de la atención sanitaria. Es el que precisa de accesibilidad, inmediatez, datos, agilidad, priorización, y por eso es parte del motor del cambio necesario en el sistema sanitario. “El sistema no es ágil, no da prioridad, no aglutina consultas por enfermedades, y no enseña a los médicos a cuidar a los pacientes. Y eso o lo reclaman ellos o nosotros seguiremos igual”, ha manifestado Mascías.

“La salud es nuestra, de los pacientes. Con los sanitarios hemos de llegar a decisiones compartidas y se requieren muchos años de enfermedad para entender el sistema”, ha señalado Carina Escobar. Es preciso que se le reconozca como “una persona enfermeda, agotada y que precisa de acompañamiento”. Para eso han recalcado la necesidad de formar al paciente desde el principio, educarle y darle las herramientas que necesitan. “También formar a los estudiantes de medicina que aprenden una experiencia alejada de los pacientes”, para que así el sistema sanitario que esté por venir incluya al paciente y este pensado para él.

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