La Enfermería del Trabajo es una especialidad dedicada a prevenir enfermedades y proteger a trabajadores de los riesgos que implica su actividad laboral. Estos profesionales deben, por tanto, velar por la salud de los empleados de una empresa de manera integral, tanto en la atención a las problemáticas sanitarias como a nivel de impulsar estrategias de prevención de enfermedades. Se trata de una de las modalidades menos conocidas en relación con las otras ramas de la Enfermería, como Pediatría, Geriatría, Familia y Comunitaria, Salud Mental o Matrona.
Esta figura profesional se encuentra recogida por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que estipula la obligatoriedad de que cada trabajador cuente con los cuidados de un enfermero. Una circunstancia que ha llegado también a la implantación de estas enfermeras especialistas en los diferentes servicios de salud autonómicos. Sin embargo, el último informe desarrollado por la Asociación EIRsobre la existencia y funcionamiento de bolsas enfermeras desvela que todavía no está presente en todas las regiones españolas.
La radiografía nacional en la puesta en marcha de esta categoría enfermera revela que hasta diez comunidades autónomas disponen de la misma y la tienen en funcionamiento
Uno de los responsables de este estudio,Enrique Cana Benítez, delegado territorial de AEIR-Andalucía, asegura que este perfil profesional es “un poco especial” en relación con el de las otras bolsas enfermeras, dado que “existe una obligatoriedad para que toda empresa disponga de un enfermera especializada; aquí no se puede contratar a un generalista como sucede en otros casos”. No en vano, estos profesionales han de contar con unos “conocimientos específicos” a la hora de desempeñar sus funciones, presentando particularidades respecto a las demás enfermeras.
La radiografía nacional en la puesta en marcha de esta categoría enfermera revela que hasta diez comunidades autónomas disponen de la misma y la tienen en funcionamiento. Es el caso de Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Baleares, Comunidad de Madrid, Murcia y País Vasco. En otras tres -Castilla y León, Canarias y Andalucía- la bolsa existe pero no se emplea de manera efectiva; y en cuatro autonomías –más Ceuta y Melilla- está pendiente su creación: Asturias, La Rioja, Navarra y Cataluña.
La práctica mayoría de estos profesionales son absorbidos por las empresas privadas para cubrir sus servicios de asistencia sanitaria a los trabajadores
Sin embargo, estas bolsas de empleo autonómicas estarían destinadas exclusivamente a la sanidad pública y requerirían muy pocos contratos. “Se dan muy pocas contrataciones porque los servicios de salud no necesitan muchos enfermeros de trabajo y creo que pasa igual con medicina del trabajo, entonces esta especialidad se vuelca mucho más en la parte privada de la sociedad”, aclara Cana. Así, la práctica mayoría de estos profesionales son absorbidos por las empresas privadas para cubrir sus servicios de asistencia sanitaria a los trabajadores.
Con todo, prosigue el delegado andaluz de AEIR, esta especialidad “no tiene mucha cabida en la sanidad pública todavía y su presencia es residual”. Una de las razones que sostiene para que se produzca esta realidad es que “a lo mejor para todo un hospital hacen falta únicamente dos enfermeras de trabajo, entonces hay muy pocos contratos”; si bien señala que “casi todos los enfermeros que quieren trabajar en enfermería del trabajo acaban encontrando un hueco en el sector privado. Esta circunstancia hace que la existencia de una bolsa de empleo en los servicios de salud autonómicos no sea tan acuciante como en otras especialidades de Enfermería.
UN PERFIL DIFERENTE
Las enfermeras de trabajo ejercen su labor de la mano de un médico que se encuentra presente en la empresa. Son enfermeras cuyo cometido pasa por velar por la salud de los trabajadores desde una perspectiva integral; contribuir en la prevención de las enfermedades asociadas a los riesgos laborales en ese empleo; llevar un seguimiento periódico de la salud por medio de reconocimientos médicos; trasladar hábitos saludables a los empleados; o estudiar los posibles riesgos laborales que se den en la empresa.
Va ligada a la necesidad legal de que “haya siempre un médico y una enfermera por cada cierto número de trabajadores en cualquier empresa, sea pública o privada”
Parte del importante desarrollo de esta especialidad va ligada a la necesidad legal de que “haya siempre un médico y una enfermera por cada cierto número de trabajadores en cualquier empresa, sea pública o privada”. A efectos prácticos las enfermeras de trabajo se alejan del prototipo de un profesional presente en un centro de salud u hospital, presentando el factor positivo de poder convivir con los compañeros de la empresa en el día a día, lo que les dota de una mayor cercanía”, concluye en enfermero de AEIR.