Mientras la cúpula de la Generalitat catalana, incluido su consejero de Salud, Toni Comín, centran sus esfuerzos políticos en el referéndum del próximo 1 de octubre, la sanidad catalana continúa manifestando los problemas que lleva arrastrando desde hace meses e incluso años.
De hecho, después de que Comín se haya autoproclamado presidente de hasta 29 entidades y consorcios sanitarios, con el fin de asumir la responsabilidad de colocar urnas para la votación en los centros de salud, el movimiento “Rebelión de la Atención Primaria”, al que se han adherido decenas de centros de Primaria catalanes, ha alertado del problema que supone la escasez de médicos en el sistema sanitario de la autonomía.
Este jueves se registraron más de 90 personas esperando cama en las Urgencias del Hospital Vall d'Hebron
“En las últimas semanas, y quizás aprovechando el desconcierto general que vivimos en Cataluña, El Instituto Catalán de la Salud (ICS) ha empezado a proponer la ampliación de la jornada laboral de manera encubierta para suplir esta carencia de efectivos. Parece ser que no encuentran profesionales para cubrir los contratos precarios que están ofreciendo en los Centros de Atención Primaria (CAPs)”, señala la organización en su página web.
Los profesionales de Primaria también recuerdan que el trabajo que desarrollan en el primer nivel asistencial “hace muchos años que está sobredimensionado (atendiendo entre 30 y 40 pacientes al día cada profesional médico de media)” y achaca a Comín que no haya cumplido con el plan presentado hace unos meses.
El uso de centros sanitarios como lugar de votación también podría agravar la situación de saturación que viven las urgencias de algunos hospitales catalanes. Tal es el caso del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde, según el perfil de Twitter de un grupo de trabajadores del centro, este jueves había 93 pacientes en las Urgencias esperando una cama, y el más antiguo lleva desde el día 22 de septiembre.
Las cifras se acercan a las que se llegaron a registrar durante las navidades de 2016, que hicieron que incluso el Defensor del Pueblo catalán iniciara una investigación sobre los colapsos hospitalarios.
PREOCUPACIÓN EN BELLVITGE Y REUS
Por su parte, la Junta Clínica del Hospital de Bellvitge, aún apoyando abiertamente el derecho a decidir, ha advertido en un comunicado del impacto “que las medidas de intervención de la Generalitat han tenido y pueden tener en el ámbito de la gestión, de nuestros servicios sanitarios y de la investigación biomédica”.
Desde el Comité de Empresa del Grupo Salut que abarca, entre otros centros, al Hospital de Reus (que será intervenido por la Generalitat en 2018), los trabajadores señalan además que, “nos encontramos rodeados de una situación política incierta y de unos gestores ineficientes, que actualmente no mantienen informados a los trabajadores de los próximos cambios que se acercan”. Así, denuncian el “desamparo” que viven los hasta 3.000 trabajadores del grupo de cara a resolver su futuro laboral.
LISTAS DE ESPERA EN NÚMEROS ROJOS
El último informe publicado por el Ministerio de Sanidad, sobre las listas de espera quirúrgica en el Sistema Nacional de Salud (SNS), colocaron a Cataluña como la comunidad autónoma donde más tiempo de media se esperaba en España después de las Islas Canarias. En concreto, los pacientes del sistema sanitario público de Cataluña aguardan, de media, 173 días para una operación.