La mala dimensión de las plantillas en los hospitales y centros de salud conlleva una elevada carga asistencial que repercute tanto en los pacientes como en los profesionales, tal y como denuncia la profesión médica. De hecho, la Organización Médico Colegial (OMC) tras su encuentro con la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carmen Montón, ha solicitado un pacto que tenga en cuenta políticas de recursos humanos.
Y esta situación empeora en verano cuando no se repone por completo al personal: “Se agrava durante las vacaciones porque no se sustituye al 100% de los trabajadores, lo que en ocasiones puede provocar el cierre de plantas o la cláusula de intervenciones programadas”, explicaba hace unas semanas a ConSalud.es Francisco Javier Martínez, presidente del Sector Nacional de Sanidad de CSIF.
En esta misma línea, Vicente Matas, vocal de Atención Primaria Urbana de la Organización Médico Colegial (OMC), recuerda que “cuando una plaza se queda sin cubrir, no solo perjudica al resto de compañeros que tienen que asumir la consulta, sino que éstas se masifican”. Además, el coordinador del Centro de Estudios de CESM de Granada ha declarado a este medio que “la saturación de los médicos, sobre todo en Atención Primaria, tiene su impacto en los pacientes porque los facultativos disponen de menos tiempo para atenderles así como a veces tienen que esperar hasta una semana para conseguir una cita”.
CSIF: “Se agrava durante las vacaciones porque no se sustituye al 100% de los trabajadores"
Precisamente, la situación laboral de los facultativos en Primaria ha protagonizado protestas en distintas regiones. La más reciente, la huelga indefinida de los médicos rurales de Castilla y León que arrancó el pasado miércoles, 1 de agosto. En una situación similar, Andalucía, Comunidad Valenciana y Aragón también han expresado su malestar por unos planes de verano que no suplen las necesidades asistenciales.
Al respecto, el CESM de Aragón alega a través de un comunicado que “los médicos están asfixiados en verano por la falta de planificación”, lo que en los centros de salud se suma “la dificultad para cubrir algunas plazas y el número de jubilaciones que se han producido en los últimos años”. Y es que Familia es la que asume parte de esa carga de trabajo puesto que es una de las especialidades que desarrolla su labor en los servicios de Urgencias, que cuentan con más volumen de trabajo durante las vacaciones.
MÁS INVERSIÓN
El presupuesto sanitario para 2018 está fijado en 4.251 millones de euros, un 3,9 por ciento más que en 2017, lo que significa una inversión en sanidad del 5,8 del PIB. Para Matas esta cuantía es insuficiente y propone llegar al 7 por ciento para afrontar las necesidades del sistema y dar cobertura a la amplia cartera de servicios del mismo.
“Los problemas en sanidad y en Atención Primaria no se resolverán hasta que los políticos no decidan invertir un poco más y alcanzar las cifras de 2009. En el caso de Primaria se necesitaría el 20 por ciento del presupuesto total de sanidad porque es donde se atienden al 90 por ciento de los pacientes”, advierte Matas.