Salud sexual: "Educar y prevenir en conductas de riesgo es la clave. Estamos bajando la guardia"

Desde el CGE, la doctora en Enfermería en el Instituto Español de Investigación Enfermera, Silvia Dominguez, alerta del aumento de las ITS y aboga por más formación sexual desde todos los ámbitos

Jóvenes interactuan en el instituto. (Freepik)
Jóvenes interactuan en el instituto. (Freepik)
Javier Leunda, redactor ConSalud.es
14 febrero 2024 | 00:00 h

Este 14 de febrero, además de San Valentín, se celebra el Día europeo de la Salud Sexual y Reproductiva. Un ámbito más de nuestra vida que ha de ser cuidado desde que nacemos, tanto a nivel físico como emocional. No en vano, disponer de salud sexual va más allá de la ausencia de enfermedades o disfunciones, también recoge el derecho a tener experiencias libres, respetuosas y seguras. Con todo ello, no existe nada más saludable que tener una buena vida sexual. Un objetivo que pasa por trabajar en la educación y la prevención de las patologías asociadas a las relaciones sexuales, las cuales vienen aumentando en los últimos años.  

Parte importante en la atención, seguimiento y prevención de estas patologías se sustenta en el trabajo de los profesionales de enfermería. Las enfermeras atienden a los pacientes aquejados de estas infecciones de transmisión sexual (ITS) y han sido las primeras en observar la creciente incidencia de las mismas, especialmente entre la población más joven. En esta línea, la doctora en Enfermería en el Instituto Español de Investigación Enfermera del CGE, Silvia Domínguez, advierte a ConSalud.es que “nos estamos relajando un poco en el empleo de las medidas de protección frente a estas enfermedades”.

“Los avances médicos han creado esta arma de doble filo que lleva a rebajar un poco la noción de gravedad, pero no conviene olvidar que algunas de estas enfermedades pueden dejar secuelas"

La enfermera, que ha trabajado previamente en una consulta de infecciones de transmisión sexual, refleja que tanto los últimos informes desvelados en España como su propia experiencia profesional “dejan a las claras que existe un aumento bastante notorio de estos casos, destacándose las cifras de infeccionesgonocócicas o sífilis”. Este crecimiento global de las incidencias por enfermedades transmisibles hace que desde el ámbito sanitario se esté extendiendo la preocupación y se aliente a más llamadas a la población para ser “más cuidadosos en nuestras prácticas sexuales”.

La aparente relajación de los ciudadanos a la hora de emplear métodos profilácticos parece relacionarse, en opinión de Domínguez, a la llegada de tratamientos eficaces de los que no se disponían años atrás y que han llevado a que la percepción de las personas hacia las ITS haya perdido esa “carga de miedo” que generaba en los años 80 tener un diagnóstico positivo de VIH. “Los avances médicos han creado esta arma de doble filo que lleva a rebajar un poco la noción de gravedad, pero no conviene olvidar que algunas de estas enfermedades pueden dejar secuelas para toda la vida”, advierte.

“Con los jóvenes estamos a tiempo de que puedan adquirir buenos hábitos y son un colectivo que, por cuestión de edad, se encuentran más propensos a la sexualidad”

En este contexto, desde muchos ámbitos sanitarios han planteado la necesidad de abordar una educación sexual en todos los ámbitos, especialmente centrada en la población adolescente. “Con los jóvenes estamos a tiempo de que puedan adquirir buenos hábitos y son un colectivo que, por cuestión de edad, se encuentran más propensos a la sexualidad”, apunta la enfermera, quien señala hacia dos líneas principales de formación: “la relativa a la protección frente a las ITS y, por otro lado, también de la prevención de los embarazos no deseados”.

La doctora en Enfermería en el Instituto Español de Investigación Enfermera, Silvia Dominguez, atiende a ConSalud.es. (CS)

En el caso particular de la enfermería, la profesional sanitaria destaca el importantísimo papel preventivo que desarrollan las compañeras escolares, que “acercan sus programas formativos sobre la salud sexual a los colegios”. Igualmente, Domínguez señala la labor pedagógica que acomete su colectivo, especialmente en el ámbito de la Atención Primaria, para concienciar a los pacientes. En cualquiera de los casos, aclara, estas campañas o actividades que desempeñan las enfermeras en centros educativos y sanitarios “no pueden ser puntuales, sino que hay que encontrar la manera de trabajar continuadamente y de la mano de los propios jóvenes”.

“Todos estamos implicados en que esto funcione y que recibamos educación sexual de calidad y orientado a una misma idea; de poco sirve si al final hacemos un trabajo educación para salud y luego se distorsiona"

Sin embargo, la salud sexual de nuestra población ha de ir más allá del propio espacio sanitario y abarcar a todos los estratos de la sociedad. “La salud sexual empieza en las propias casas, prosigue en las escuelas -profesores y enfermeras escolares- y continua en la edad adulta”, relata. Además, los medios de comunicación y la propia sociedad cobran también un importante papel. “Todos estamos implicados en que esto funcione y que recibamos educación sexual de calidad y orientado a una misma idea; de poco sirve si al final hacemos un trabajo educación para salud y luego se distorsiona por otro medio –redes sociales, TV, etc”, advierte.

En esta línea, la doctora en Enfermería en el Instituto Español de Investigación Enfermera del CGE quiere aclarar que, cuando pensamos en salud sexual no podemos “limitarnos a lo que es el sexo en sí, es importante también que tengamos en cuenta que se refiere tanto a lo que es la sexualidad como a que las relaciones sexuales puedan ser placenteras, seguras sin discriminación y sin violencia”. Unos conceptos que “conviene” adquirir lo antes posible para “asentar las bases” de cómo van a ser esas relaciones para el resto de nuestra vida.

“Que no perdure la idea de que porque yo me hago controles cada seis meses, ya está bien y no pasa nada. Eso es un tipo de prevención secundaria, pero la primaria, que es la fundamental, es usar preservativo”

De esta manera, desde el colectivo sanitario llaman a que todos los ciudadanos se conciencien de que, igual que no aplicamos conductas de riesgo para nuestra salud en otros ámbitos de la vida, no lo hagamos en la faceta sexual. Unos peligros de contraer una ITS que se pueden erradicar con una simple palabra: preservativo. “Que no perdure la idea de que porque yo me hago controles cada seis meses, ya está bien y no pasa nada. Eso es un tipo de prevención secundaria, pero la primaria, que es la fundamental, es usar preservativo”, concluye Silvia Domínguez.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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