Marina Álvarez aboga por la “atención integral” del TDAH

La consejera de Salud destaca que la Junta trabaja en el diagnóstico precoz, la mejora de las derivaciones a servicios especializados, la adecuación de los recursos en salud mental infanto-juvenil y enfoques terapéuticos integrales

Marina Álvarez (centro) en el Congreso Andaluz de TDAH

La consejera de Salud, Marina Álvarez, ha abogado por garantizar que las niñas y los niños diagnosticados con Trastorno Hipercinético y Déficit de Atención (TDAH) reciban la atención integral e interdisciplinar que necesitan, teniendo en cuenta sus preferencias y sus contextos vitales, ya que la interacción ambiental es clave en este trastorno. La titular de Salud ha asistido en Huelva a la inauguración del III Congreso Andaluz de TDAH, promovido por la Federación de Asociaciones de Ayuda al Trastorno Hipercinético y Déficit de Atención (FAHYDA), que representa a más de 2.000 familias andaluzas asociadas en 17 entidades.

En este encuentro, Álvarez ha puesto en valor la relación de colaboración continuada entre la Federación y la Consejería de Salud, con el apoyo de las sociedades científicas de Pediatría más directamente vinculadas. Así, se ha referido al protocolo de atención a menores con este trastorno en el Sistema Sanitario Público de Andalucía, que fue elaborado por profesionales de atención directa junto a miembros de las asociaciones. Con ello, se garantiza la coherencia de las propuestas con las necesidades y expectativas reales de las personas que conviven con esta afección y, de este modo, “su viabilidad y sus posibilidades de éxito”, ha afirmado Álvarez. Para impulsar la implantación y realizar un seguimiento conjunto del mismo, se ha firmado un convenio con la Federación.

“El objetivo común es y debe ser ofrecer a estos niños y niñas un ámbito estable de crecimiento, donde puedan desarrollar sus potencialidades y vean garantizados sus derechos”

Con estos instrumentos, según la consejera, se ha podido trabajar conjuntamente en objetivos “muy importantes”, como son el diagnóstico precoz, la mejora de las derivaciones a servicios especializados, la mejor adecuación de los recursos en salud mental infanto-juvenil o la mejora en enfoque de los tratamientos, incorporando el abordaje integral de todas las áreas de desarrollo (familiar, escolar o social), a través de una colaboración fluida entre equipos profesionales. En este sentido, ha hecho hincapié en que “el objetivo común es y debe ser ofrecer a estos niños y niñas un ámbito estable de crecimiento, donde puedan desarrollar sus potencialidades y vean garantizados sus derechos”. “Esto supone un trabajo y un compromiso que va mucho más allá de la intervención clínica que pueda ser necesaria”, ha aseverado Álvarez.

La consejera ha recordado también que en Andalucía hay suscrito un protocolo específico en el ámbito de Educación (2012) y otro en el de Servicios Sanitarios (2016). Para concluir, Marina Álvarez ha reiterado el agradecimiento a todos los profesionales y familias que se dan cita estos días en el congreso “porque vuestro compromiso con la infancia va más allá de la profesión y de vuestra propia familia, tiene que ver con una forma de entender la vida y de contribuir a la sociedad” y ha insistido en “la disposición de la Consejería de Salud a colaborar en cuantos ámbitos puedan contribuir a mejorar la garantía de derechos de la población infantil en Andalucía”.

El TDAH es uno de los trastornos más prevalentes en salud mental de la infancia y la adolescencia en todo el mundo, con una prevalencia en estas edades en España del 6,8%

TRASTORNO HIPERCINÉTICO Y DÉFICIT DE ATENCIÓN

El TDAH es uno de los trastornos más prevalentes en salud mental de la infancia y la adolescencia en todo el mundo, con una prevalencia en estas edades en España del 6,8%. Comprende un patrón persistente de conductas de desatención, hiperactividad e impulsividad. Se considera que el trastorno está presente cuando estas conductas tienen mayor frecuencia e intensidad de lo que es habitual según la edad y el desarrollo de la persona, y tales manifestaciones interfieren de forma significativa en el rendimiento escolar o laboral, y en sus actividades cotidianas.

Padecer un TDAH es un factor de riesgo evolutivo para el que lo padece y para su entorno, puede conllevar un peor uso de las capacidades cognitivas y puede tener importantes repercusiones en el comportamiento. De esta manera, tener un TDAH aumenta el riesgo de problemas de aprendizaje, trastornos de la conducta, cuadros de ansiedad o depresivos entre otros problemas. También hay otros riesgos, como el fracaso escolar o los problemas de interacción con los iguales.

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